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Símbolos

Trébol de cuatro hojas

Simbología del trébol de cuatro hojas

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Simbolismo del trébol de cuatro hojas

El trébol (trifolium) es un género de plantas que se caracteriza por tener tres hojas redondeadas. Este fue utilizado dentro de la iconografía cristiana como una manifestación de la trinidad, de lo perfecto y de lo divino. Sin embargo, en algunas ocasiones se pueden encontrar tréboles de cuatro hojas, los cuales albergan un significado simbólico distinto. Estos no deben confundirse con los helechos Marsilea, los cuales tienen cuatro hojas cuyas formas son similares a las del trébol. La creencia más popular dice que los tréboles de cuatro hojas son un signo de buena suerte, pues están relacionados con lo improbable.

Esta creencia se puede rastrear desde hace miles de años, alrededor del año 200 a. C., cuando los celtas dominaban gran parte de Europa Central. Este recolectado por los druidas, los sacerdotes de esta cultura, quienes creían que con los tréboles de cuatro hojas podían ver a los demonios que estaban alrededor.

Los celtas además relacionaban al trébol con el trisquel, símbolo que representaba los tres momentos del tiempo: el pasado, el presente y el futuro; y que representaba el comienzo y el fin, la corporeidad y el espíritu, el crecimiento, la evolución y el aprendizaje perpetuo. En una lectura similar, cada hoja de un trébol de cuatro simbolizaba las cuatro necesidades del ser humano para alcanzar la felicidad: riqueza, fama, amor y salud.

Desde entonces, se asocia al trébol de cuatro hojas con la buena suerte, pues quien lo encuentra —en algunas tradiciones, quien lo toma y lo guarda— obtiene los cuatro beneficios señalados por los celtas. Esta tradición también se puede encontrar en el antiguo Egipto, donde colgaba en las entradas de los hogares como un símbolo de prosperidad y buena fortuna. No obstante, según lo arrojado por los estudios que se han hecho al respecto, sólo hay un trébol de cuatro hojas por cada diez mil con tres hojas. De tal forma que la suerte sólo recae en unos cuantos. Algunas personas prefieren cortarlo y llevarlo entre su calzado, de tal forma que el trébol les transfiera toda su suerte; otras lo esconden entre las hojas de sus cuadernos, libros o diarios; mientras que otras prefieran llevarlo como un colgante; finalmente, hay unas cuantas que prefieren regalarlos a sus seres queridos, como una señal de que les están dando sus mejores deseos.

Símbolos

Sigilo

Sigilo Símbolo

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Simbolismo del sigilo mágico

El sigilo es un símbolo usado dentro de la magia y el esoterismo. El término sigilo proviene del vocablo latino sigillum, que se puede traducir como “sello”. Por esto también se conocen estos símbolos como sellos mágicos. Anteriormente, estos se utilizaban para convocar ángeles, demonios u otros personajes bíblicos y fantásticos; mientras que en la actualidad se utilizan como amuletos, como firmas para realizar pactos o como formas para realizar peticiones. Los sellos por lo general son cuadrados y contienen distintos motivos dentro o alrededor, aunque también los hay cuadrados y en forma de estrella o de inscripciones.

De esta manera, dentro de la magia ceremonial de la Edad Media, los sellos mágicos se usaban para invocar ángeles o demonios. Esta tarea sólo podía ser realizada por un mago. Para poder llevar a cabo la invocación con total éxito, estos debían leer grimorios, que era como se conocían a los libros que tenían toda la información relacionada con aquella magia. El ejemplo más conocido de este tipo de libros es La Llave Menor de Salomón

, también conocido como Lemegeton Clavicula Salomonis o simplemente como Lemegeton. Este grimorio, de autor anónimo, fue escrito alrededor del siglo XVII y contiene 72 sellos distintos que podrían usarse para invocar a los 72 príncipes del infierno.

Sigilo Símbolos

Un extracto del libro Sefer Raziel HaMalakh destacando varios sigilos mágicos (o segulot, סגולות, en Hebreo).

Según se creía, una vez que estas entidades eran invocadas por el mago, este tenía absoluto control sobre ellas. Uno de los métodos más utilizados para elaborar sigilos era a través de cuadrados mágicos (conocidos también como kameas). Estos disponían de unos números encerrados varias celdas, las cuales estaban organizadas en filas y columnas. Ello se debía a que cada número representaba un ser específico y significado simbólico. Así, se escribían números que dieron igual producto al sumarlos en filas, columnas y diagonales. También se unían determinados números con líneas rectas o curvas para crear figuras abstractas y mágicas.

Si bien el concepto de sigilo mágico es propio de la magia occidental, cuyos primeros registros se pueden encontrar en la Orden del Amanecer Dorado, quienes creaban sellos combinando colores, palabras, imágenes y figuras; el uso de símbolos y sellos mágicos se puede encontrar desde los primeros momentos de la humanidad, en la era neolítica. Así, pueden encontrarse ejemplos de esta tradición en los yantras del hinduismo, las runas mágicas de los nórdicos y los veves de los pueblos subsaharianos.

Pese a la antigüedad del empleo de los sigilos y símbolos mágicos, la popularidad de estos en la modernidad se debe al ocultista y artista inglés Austin Osman Spare, quien en medio del auge del Art Nouveau desarrolló una pintura cargada de simbolismos y significados ocultos. Además creó un método para crear sigilos mágicos a partir de la escritura y la pintura automática, técnicas aprehendida del surrealismo. Desde entonces, los sellos mágicos se extendieron por diferentes cultos y filosofías esotéricas del New Age, como la Magia del caos.

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Egipcios

Cetro nejej

Cetro Nejej
Jeff Dahl, CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons

Simbolismo del cetro nejej

Los gobernantes del antiguo Egipto recibían el título de faraón, el cual fue obtenido por primera vez por Narmer (Menes), responsable de la unificación del Bajo y el Alto Egipto. El término faraón, proveniente del egipcio per aa (pr ˤ3), quiere decir “casa grande”, en referencia al Egipto unificado (conocido como Imperio Nuevo). Para simbolizar la autoridad que poseía sobre el todo el territorio egipcio, el faraón llevaba una serie de prendas y de símbolos que lo mostraban como descendiente de Narmer. Así, estos eran las coronas, el nemes, el ureo, el trono, la cola de león o toro, la barba postiza y los cetros.

Cetro Nejej Símbolo

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El faraón podía llevar distintos cetros dependiendo del contexto específico en el que se encontraba. De esta manera, podía llevar u otro si estaba comandando una batalla, si estaba en su palacio o si estaba en una ceremonia espiritual. Cada uno de estos tenía un significado distinto. Así, el cetro sejem era utilizado por los faraones y los nobles para simbolizar el poder y la autoridad. Este tenía una forma similar a la de una pequeña espátula, pero con un grosor mucho mayor. El cetro nejej estaba relacionado con el dios Osiris y con su culto. Este tenía la forma de un mayal o de un flagelo, y representaba el poder del faraón sobre sus súbditos, a quienes podía golpear con este.

Por último, el cetro Heka era uno de los símbolos más característicos del faraón. Este tenía la forma de una vara mediana con una media luna en su extremo, similar a un gancho. Este cetro, similar al bastón que usaban los pastores pero con un tamaño mucho menor, representaba al faraón como pastor de sus súbditos, como aquel que dirige sus destinos y el de su reino. Por lo general, el cetro heka siempre iba a acompañado del Neje, y así se puede ver en distintas representaciones jeroglíficas y escultóricas. Para portarlos, el faraón usualmente cruzaba sus brazos sobre su pecho con el uno en una mano y con el otro en la otra. Además, se asociaba al cetro heka con Osiris y, por ende, con los poderes mágicos.

Además de los cetros anteriores, algunos faraones también llegaron a utilizar el cetro uas, también conocido como cetro was, era el bastón ceremonial que utilizaban los faraones del antiguo Egipto. Este bastón consistía en una vara recta que llevaba en su punta superior la cabeza de un animal fantástico y en la punta inferior un motivo ahorquillado. Al igual que otros bastones de mando y cetros, esta vara representaba el poder y la fuerza que tenía el gobernante sobre el mundo terrenal, y la proximidad y la iluminación que tenía con respecto al mundo espiritual, al mundo de los dioses y los muertos. El cetro de uas era, además de una extensión del propio faraón, el emblema de Neit, también conocida como Neith, la diosa del destino, la caza, el cosmos, la guerra, el agua, el parte, los ríos las madres. Por todos estos atributos, usualmente era relacionada con Atenea, la diosa griega del combate, la guerra, la civilización y la sabiduría.

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Egipcios

Pabellón del jubileo

Heb Sed

Soutekh67 [CC BY-SA 4.0], via Wikimedia Commons

Simbolismo del pabellón del jubileo

El pabellón del jubileo era el nombre de un jeroglífico egipcio que representaba la Fiesta Sed, también conocida como Heb Sed o Fiesta de renovación real. Dicha fiesta era la celebración más importante del antiguo Egipto, y tenía por motivo la renovación de la fuerza física y espiritual del faraón. Registros sobre esta celebración se pueden encontrar en varios registros arquitectónicos, como la Piedra de Palermo. De tal forma que esta fiesta tuvo lugar desde la primera dinastía hasta el periodo Ptolemaico, cuando su nombre se tradujo al griego como Fiesta de los treinta años. Ello se debía a que varios faraones, como Amenhotep III o Ramsés II, realizaron esta celebración cuando cumplieron treinta años de gobierno y, después, la repitieron cada tres años.

A pesar de que lo usual era que la fiesta tuviera lugar tras los treinta años de gobierno del faraón, como en los casos ya mencionados, se sabe que hubo varias excepciones a esta regla

. Se sabe que el Heb Sed tenía lugar en el primer día del mes Tybi, durante la estación de Peret (primer mes del invierno), y se alargaba durante diez días consecutivos. Lastimosamente, poco se sabe sobre los rituales y demás actividades que se llevaban a cabo durante este festival, pues su único registro proviene de jeroglíficos y pinturas murales. Estos refieren una serie de escenas que corresponderían a determinados momentos de la fiesta, aunque se desconocen si había un orden para los mismos y, de haberlo, cuál era.

Pese a todo lo anterior, el orden que dictan las escenas encontradas en el Templo Solar de Abu Gurab, que narrarían la fiesta del faraón Nyuserra-Iny, son:

  1. Inicio de las festividades.
  2. El faraón revisa las edificaciones que se están construyendo y el ganado que se tiene.
  3. Se realiza una procesión en la que el faraón va vestido para la ocasión y en la que es acompañado junto a sus hijos.
  4. Se realiza la fiesta en el edificio principal, para lo cual se llevan figuras con forma de león.
  5. Personas de todo el reino se dirigen hasta el lugar donde está el faraón.
  6. Los egipcios se inclinan ante su faraón.
  7. Se realiza la procesión de Min, dios de la vegetación y la fertilidad.
  8. El faraón se llena el cuerpo con un ungüento y se pone la vestimenta adecuada para la carrera ritual, que parece ser el evento más importante de todo el festival.
  9. Se vuelve a hacer un censo del ganado.
  10. El faraón se sienta en la silla gestatoria.
  11. El faraón es llevado sobre la silla para una nueva procesión.
  12. El faraón construye un dyed (un pilar), el cual representa la estabilidad del reino. Tras esto, dispara una flecha a cada uno de los puntos cardinales para espantar a los enemigos.
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