Connect with us

Amuletos

Itífalo

Itífalo

Dominio público

Simbolismo del itífalo

El itífalo era un amuleto egipcio que se llevaba colgado al cuello y que, según algunos historiadores, tenía la forma de un pene, otros coinciden en que la forma era de corazón. El uso de este colgante fue documentado por el militar y explorador latino Plinio el Viejo luego de su expedición en el Antiguo Egipto. Según narra este mismo historiador, era costumbre que los niños lo llevaran colgado porque se creía que los iba a proteger contra determinados males. La tradición no sólo se extendía en los infantes, sino también en los reyes. Así, se podía ver a las grandes autoridades de esta civilización portando un itífalo o llevándolo delante de su carro durante los desfiles triunfales.

El uso itífalo fue documentado por Plinio mientras Egipto se encontraba bajo la dominación del Imperio Romano. Además de las personas ya descritas, el itífalo también era portado por las vestales, sacerdotisas consagradas a Vesta, la diosa del hogar en la Antigua Roma y equivalente de Hestia. El término itífalo proviene de los vocablos griegos ἰθύς, que se puede traducir como «recto», y φαλλός, que puede traducirse como “pene”. Por tanto, itífalo vendría a significar “pene recto” o “pene erecto”.

Por su forma y sentido completamente fálico, este amuleto estaba estrechamente relacionado con el dios Min en el mundo egipcio y con el dios Príapo en el mundo grecorromano. Ambos eran dioses de la fertilidad, tanto de las personas como de los cultivos y los animales. Por ello se les asociaba con la lluvia, fenómeno que remite a la inseminación de la tierra desde el cielo. En el mundo heleno, los versos hechos en honor a Príapo eran catalogados como itifálicos; mientras que los ministros que se disfrazaban de faunos y actuaban como ebrios en las orgías eran denominados como itifalóforos o itifáloros.

Trending