Mitología
Thor
Thor, mitología nórdica
Dentro de la mitología nórdica, Thor era el dios del trueno y la fuerza, hijo de Odín y esposo de Sif. De todas las deidades, era, junto a su padre, uno de los personajes más venerados dentro de las tribus germánicas. Al igual que los demás æsir, Thor vivía en el mundo de Asgard, y se le conocía además como el dios de las cosechas, del clima, de la justicia, de los viajes, de las batallas, de las lidias y de la consagración. Era reconocido, principalmente, como el portador del martillo Mjölnir, responsable de los rayos. Precisamente, la palabra Thunder, “trueno” en inglés, proviene de su nombre, que en sajón antiguo era Thunaer. Dada su gran influencia en la cultura vikinga, fue uno de los personajes más demonizados por la religión cristiana. Esta lograría, finalmente, que el dios fuera olvidado luego de un largo proceso de evangelización encabezado por San Bonifacio, cuya principal acción fue la tala del Roble de Thor, un árbol sagrado para las tribus germánicas.
Las principales posesiones de Thor eran tres: el martillo Mjölnir, su carro y su palacio Bilskirnir. El primero fue creado por los enanos Brok y Sinri luego de que apostaran con Loki que podían hacer tres maravillas. El mango de este martillo quedó corto porque Loki intentó sabotear su forja, pero, aun así, fue considerado como el mayor de los regalos a los dioses. El segundo era un carro tirado por dos poderosos machos cabríos, Tanngrisnir y Tanngnjóstr, de cuya carne Thor podía alimentarse para luego revivirlos con el poder del rayo. Se cuenta que una vez Thor llegó a una cabaña y tomó la carne de sus cabras, dejando intactos los huesos para luego revivirlos. Pero Þjálf, hijo de los campesinos, rompió uno de los huesos. Por esta razón, cuando Thor revivió las cabras, una deestas quedó coja. Para calmar la ira del dios, Þjálf y su hermana Rösvka ofrecieron servirle. Y desde entonces Thor viaja con estos dos hermanos. La tercera de sus posesiones es el palacio Bilskirnir, donde vivía con su esposa Sif y sus hijos.
Pese a que el martillo Mjölnir era la posesión más importante de Thor, esta fue una vez robada por un gigante. Según se cuenta, el rey de los gigantes de hielo, Þrymr (Thrymr), lo hurtó para llamar la atención de los dioses, a quienes pidió a cambio que le entregaran a Freyja (Freya) por esposa. Dado que los dioses se negaban a entregarle a esta mujer, Heimdall tuvo la idea de enviar a Thor disfrazado de mujer para que suplantara a Freyja y recuperara su martillo. Pese a que en un comienzo Thor se resistió a dicha idea, finalmente accedió.
Llevando a Loki por dama de compañía, Thor se presentó ante los gigantes de escarcha vestido de mujer. Þrymr organizó un banquete para su boda, en el cual Thor devoró todos los platos que le sirvieron. Como el gigante comenzó a sospechar, Loki tuvo que explicarle que Freya se encontraba muy emocionada por la boda y que por eso comía tanto. Luego de esto, Þrymr quiso darle un beso a su futura esposa, a la cual le pidió que se quitara el velo; pero Thor le lanzó una mirada poderosa que hizo caer al gigante. Loki explicó que el brillo de los ojos de la prometida se debía a su enorme felicidad. Finalmente, cuando Þrymr fue a sellar su compromiso con el martillo Mjölnir, Thor se lo arrebató de sus manos y se quitó el disfraz de mujer, mostrándose tal cual era. Luego de esto, lanzó varios rayos y asesinó a Þrymr y al resto de los gigantes que estaban en el banquete.
Dado que en la mitología nórdica muchos dioses tenían un némesis, Thor también contaba con uno: Jörmundgander, una gigantesca serpiente engendrada por Loki. Según se cuenta en los antiguos relatos germánicos, Thor tuvo tres enfrentamientos contra esta serpiente. En el primero de ellos, Útgarða-Loki, rey de los gigantes, reta a Thor para que levante a un gato gigante, que en realidad es Jörmundgander disfrazado. Dado que el dios del rayo fue incapaz de levantar completamente a la criatura, se esforzó en levantarlo al punto de que sus cuatro patas estuvieran a duras penas por encima del suelo. La hazaña fue reconocida por Útgarða-Loki como uno de lso actos más increíbles que había visto.
El segundo enfrentamiento se dio luego de que Thor estuviera en la morada del jotun Ægir, en donde no había suficnete hidromiel por la falta de una caldera suficientemente grande. Debido a ello, Thor se lanzó a la búsqueda de una caldera de dichas proporciones, pero no la encontró. A quién si encontró fue a Tyr, quien le dijo que Hymer, su padre, tenía una de tal tamaño. Al llegar, Hymer se enojó en un primer momento con Thor, pero luego le ofreció bueyes y lo invitó a pescar al día siguiente. En medio de la pesca, los ambos guerreros se adentraron en aguas demasiado lejanas, donde la carnada de Thor fue atrapada por Jörmundgander. Ambos batallaron de igual a igual, el uno jalando y la otra lanzando veneno y resistiendo. Hymer, temiendo que el barco se volteara, prefirió cortar el sedal, quedando asombrado por la fuerza de Thor.
El último enfrentamiento entre Thor y Jörmundgander tendrá lugar en el Ragnarök, la batalla del fin del mundo. Dado que dentro de la cultura vikinga era honorable morir en batalla, sus dioses tenían el destino de morir en el Ragnarök, señalando que estos no eran eternos. Así, en el día señalado, Jörmundgander saldrá del océano y reptará entre los pies de los gigantes para encontrarse con su némesis en el campo de batalla, Thor. Ambos tendrán una encarnizada pelea en la que Thor terminará matando a Jörmundgander. No obstante, luego de dar nueve pasos, Thor caerá víctima del veneno de la serpiente, muriendo también.
Griega
Dioses olímpicos
Dioses olímpicos
En la mitología griega, los dioses olímpicos eran las principales divinidades del panteón griego, que moraban en el monte Olimpo. El concilio de dioses estaba formado por doce y mientras diez deidades eran fijas, había dos que podían variar según el tiempo. En su honor les fueron consagrados gran cantidad de templos, festividades y varias actividades deportivas. Cada dios estaba asociado a diferentes elementos, acciones y prácticas y tenía su propio culto, ritual e imaginario. Por ejemplo, mientras que Zeus era el Dios del trueno y los cielos, su esposa Hera era la deidad de los matrimonios y la familia.
Origen
El culto a las doce deidades se remonta hasta la antigüedad griega, aproximadamente hacia el siglo VI a.C. Su culto, aunque con ciertas modificaciones, sobrevivió al paso de los años, manteniéndose incluso vigente durante el Helenismo. Existieron, en diferentes épocas, alrededor de catorce dioses considerados olímpicos; sin embargo, estos nunca superaban los doce a la vez.
Solo diez dioses tenían asegurado su lugar en el panteón, mientras que los otros dos podían variar según el momento.
Los 12 dioses olímpicos (Dodekatheon)
Según se documenta en la Teogonía de Hesíodo, los escritos de Homero y otros antiguos, la historia del dominio de los dioses olímpicos sobre la tierra comienza con la victoria de Zeus, Hades y Poseidón y el resto del panteón sobre los Titanes. Es entonces que nace el concilio de Dioses, ubicado sobre monte Olimpo. Mientras que, Zeus, Hera, Poseidón, Ares, Hermes, Hefesto, Afrodita, Atenea, Apolo y Artemisa, eran deidades fijas, Deméter, Hestia, Hades, Asclepio, Heracles y Perséfone, podían ocupar los dos lugares restantes en diferentes momentos.
Deidades olímpicas
Zeus
Zeus
Entre sus símbolos están el águila, el cetro, el rayo y el roble.
Hera
Hera, hija de Rea y Cronos y hermana de Zeus, es la diosa del matrimonio, la familia y la fertilidad. Reina de los dioses y por lo tanto la esposa de Zeus, Hera es conocida por su naturaleza celosa y vengativa. Hizo pasar horrores a las amantes de su esposo y su descendencia; también es conocida por el odio que profesaba contra Paris.
Es representada con la vaca, la corona y el pavo real.
Poseidón
Poseidón, hermano de Zeus e hijo de Cronos y Rea, es el dios de los mares, los caballos y los terremotos. Su símbolo más reconocible es el tridente, aunque también es representado por el toro, el delfín y el caballo. Fue conocido por su odio conta Odiseo, a quien retraso en su regreso a Ítaca. Su esposa era la ninfa Anfitrite, con quien tuvo a Bentesicime y Tritón. Al igual que su hermano tuvo numerosas amantes y fue padre de varios héroes; entre estos el más conocido es Teseo.
Ares
Ares, hijo de Zeus y Hera, es el dios de la guerra y la violencia, el protector del Olimpo y la personificación de la virilidad masculina. Es despreciado por la mayoría de los dioses olímpicos y sus símbolos son la serpiente, el perro, el buitre, el jabalí, la lanza y el escudo. Su amante preferida era la diosa Afrodita. Entre sus hijos (tuvo más de 60) se encontraban: Deimos, Eros, Harmonía, Meleagro, Hipólita, Óxilo, Melanipo y Eagro.
Hermes
Hermes, hijo de Zeus y la pléyade Maya, es el dios del comercio, el ingenio, la retórica y el guía de las almas al inframundo. Mensajero de los dioses, se lo representa con un casco alado, sandalias y un caduceo. En los mitos, es el inventor de la lira, el plectro y, la siringa, entre otros instrumentos. Entre sus hijos caben mencionarse: Pan, Hermafrodito, Céfalo, Dafnis y Orión.
Hefesto
Hefesto, hijo de Zeus y Hera, es el dios del fuego, la forja, los artesanos y los herreros. Era el herrero y artesano de los dioses y frecuentemente es representado cojo y desaliñado. Sus símbolos son el yunque, la forja, el burro, las tenazas y el hacha. Su esposa era la diosa Afrodita, aunque esta normalmente lo engañaba con Ares. Entre sus hijos se encontraban los mortales Cerción, Palemón, Pilio y Árdalos y el inmortal Erictonio (fruto de su asalto a Atenea).
Afrodita
Afrodita, hija de Cronos, es la diosa del amor, la belleza, la lujuria y el deseo. De su nombre proviene la palabra afrodisíaco. Fue forzada a casarse con Hefesto, a quien no amaba. Tuvo numerosos enamorados y entre sus favoritos estaba Ares. Es representada con una manzana, la abeja, el cisne, la rosa y el mirto. Aunque no tuvo descendencia con su esposo, fue madre de varios hijos; de estos los más famosos son: Deimos, Fobos, Eros, Eneas, Príapo y Hermafrodito.
Atenea
Nacida de la cabeza de Zeus, Atenea es la diosa de la sabiduría, la guerra estratégica, la artesanía y la defensa; es considerada la favorita de su padre. Es representada con el olivo y la lechuza y fue conocida por ser la consejera de varios guerreros (Perseo, Heracles, Odiseo). Diosa virgen, según la mitología, su hermano Hefesto intento violarla y fruto de esto nacería su único hijo Erictonio.
Apolo
Apolo, hijo de Zeus y Leto y gemelo de Artemisa, es el dios del sol, la luz, el conocimiento, el tiro con arco, la poesía, la música y la profecía
Artemisa
Artemisa, hija de Zeus y Leto y hermana gemela de Apolo, es la diosa de la caza, el tiro con arco, la virginidad y todos los animales. Sus símbolos más representativos son el arco y la flecha, el ciervo y la serpiente. Fue una de las pocas deidades vírgenes. Se dice asesino a Orión, porque este intento violarla, aunque existen otras versiones.
Démeter
Démeter, hija de Cronos y Rea, es la diosa de la agricultura, la naturaleza, la fertilidad y las estaciones del año. Sus símbolos son el trigo, la amapola y la antorcha. En su culto, se le imploraba para que hubiera buenas cosechas. Entre sus hijas, la más famosa es Perséfone.
Hestia
Primogénita de Cronos y Rea, Hestia es la diosa del hogar y la familia. Se cuenta, cedió su puesto en el concilio de dioses olímpicos a Dionisio. No participaba en ninguna guerra y juro mantenerse virgen.
Mesopotámica
Lilith
Lilith
Lilit o Lilith es un personaje de la mitología mesopotámica y el folclore judío. Según la tradición judía, fue la primera mujer y acompañante de Adán, pero tras negarse a yacer debajo de él, dejó el Paraíso. Alejada de Dios y el primer hombre, Lilit se convirtió en un demonio roba niños y en la encarnación de la belleza maligna ligada a lo femenino. Es también considerada la madre del adulterio.
Origen mesopotámico
Más allá de la tradición hebrea (judía), el mito de Lilith parece tener su origen en la antigua Mesopotamia, pues según algunos estudios, existía entonces un grupo de demonios femeninos que, derivados de una criatura conocida como Lilitú, tenían características similares a la de la famosa figura mitológica: eran mitad divinas, mitad humanas, usaban su belleza y erotismo como armas; y la noche era su hábitat.
Esta tradición habría pasado con el tiempo a la cultura judía por medio de los semíticos que habitaron en Babilonia.
Adoptada por la tradición judía
Los judíos adaptaron entonces a la criatura maligna hasta que esta quedó vinculada posiblemente a la palabra “Laila”, que significaría noche. Ya en la tradición judía, Lilitú perdió varias de sus cualidades, adquiriendo una personalidad incluso más compleja. Su presencia se hizo frecuente en el folclore demonológico y los textos judíos, incluyendo el Génesis.
Lilith, la primera mujer de Adán
Según estos, el fragmento de Génesis en que Dios habla sobre la creación del hombre: «y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó», es el origen de Lilith, quien naciera igual que Adán y no como Eva, de su costilla. Estas dudas, hablan de dos mujeres en el Paraíso, la una creada del polvo a semejanza de Dios y la otra, nacida de la costilla del primer hombre, ya no como su igual sino como complemento.
Los diferentes rabinos han planteado que, o bien Adán fue creado andrógino, o como se cree en base al fragmento, hubo una mujer antes que Eva. Esta era rebelde y lujuriosa y termino abandonando el paraíso, tras revelarse contra Adán y su dominio.
En otros textos, se menciona que Lilith nació de la inmundicia y sedimento y no del polvo puro, es por esto que termino convertida en demonio y engendrando a otras criaturas malignas. Estas se dedicaban a atacar a las mujeres embarazadas y a robar niños de sus cunas, para luego matarlos.
Iguales
«¿Por qué he de yacer debajo de ti? Yo también fui hecha con polvo y, por tanto, soy tu igual»
En este respecto, existe otra interpretación, la cual es quizás la mas aceptada. En esta, Lilith nacía igual que Adán, del polvo puro y a semejanza de Dios. Sin embargo, se rebeló contra los designios de Dios y mostró un gran carácter. Al parecer Lilith se resistió a yacer debajo de Adán, quien termino forzándola. Ofendida, ésta pronunció el nombre de Dios en vano para luego abandonar el Edén dirigiéndose al Mar Rojo.
Esta versión de Lilith con su marcado carácter y libertad sexual, es al parecer una representación de las mujeres de Canaán, quienes eran criticadas por los hebreos por sus prácticas y libertades. Lilith se convirtió entonces en la encarnación de lo maligno ligado a lo femenino, el mal ejemplo que precedió a la obediente Eva.
De mujer a demonio
Después de abandonar el Edén, Lilith se estableció en el Mar Rojo, región que se caracterizaba según la mitología, por ser el lugar de innumerables demonios. Allí engendró nuevas criaturas, lo que no gustó al Creador. Este envió un grupo de ángeles para exigir su regreso, pero Lilith se negó arguyendo que debía cuidar a los recién nacidos hasta el octavo día si era hombre, y hasta el vigésimo si era niña.
Dios finalmente permitió que viviera, aunque como castigo hizo que cientos de sus hijos murieran cada día. Es por esto que, desde entonces, Lilith se propuso matar a los hijos de Adán y de todas las madres, como venganza.
La figura de Lilith, esta también posiblemente influenciada por el mito griego de la Lamia, quien, tras matar a sus propios hijos a causa de un engaño de Hera, sintió envidia por las otras mujeres y se dedicó a cazar y devorar a sus hijos, en forma de bestia.
Griega
Hipocampo
Hipocampo
Dentro de la mitología griega, el Hipocampo era una criatura fantástica que tenía la mitad del cuerpo con la forma de un caballo y la otra mitad con la forma de un pez. Esta criatura, que fue retratada por el historiador griego Pausanias en su famosa Descripción de Grecia, vivía en las profundidades del océano y servía como emblema de Poseidón. De hecho, según refiere Homero en sus obras, el carro de este dios era tirado por hipocampos. En la actualidad, se cree que el hipocampo podría estar relacionado con los caballitos de mar (cuyo nombre científico es Hippocampus).
El término hipocampo proviene de los vocablos griegos ἱππόκαμπος, cuyo origen se encuentra en el vocablo ἵππος y que haría referencia a «caballo», y κάμπος, que se puede traducir como «monstruo marino»
Dado que en el mundo griego no estaba del todo claro el ciclo del agua, no es de extrañar que se pensara que el hipocampo era capaz de vivir tanto en agua salada como en agua dulce (algo que sólo pueden hacer unos cuantos organismos)
Además de ser el nombre de esta criatura mitológica, hipocampo también es una de las principales estructuras del cerebro de los mamíferos y de los seres humanos. Este nombre fue puesto debido a la semejanza que esta parte del cerebro tenía con los caballitos de mar