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Griega

Apolo

Apolo

Tomado de Instagram

Apolo (mitología griega)

Apolo. Dios de la belleza, la música, las artes plásticas, y la luz. Producto de un proceso sincrético fue asimilado con Helios, el dios del sol, del mismo modo que su hermana Artemisa fue identificada con Selene, la diosa de la luna. La hermana de Apolo fue Artemisa, ellos nacieron de la unión de Zeus y Leto. Pero, fue producto de la infidelidad. Así que, cuando Hera se enteró de la infidelidad de su esposo, amenazó con descargar su ira sobre la tierra que acogiera a Leto para dar a luz.

La joven inició entonces un largo peregrinaje por diversas regiones, pero en todas ellas, temerosos de despertar la cólera de Hera, rechazaban darle acogida. De este modo, Leto llegó a la isla errante de Delos, un lugar que cambiaba constantemente de posición en el mar y que, en consecuencia, podía escapar con más facilidad de la venganza de la reina de los dioses. Leto dio a luz a sus mellizos en la isla de Delos, todos los dioses salvo Hera, asistieron al parto, especialmente Ilitía, diosa del alumbramiento. Zeus puso fin al peregrinar eterno de la diosa y la fijó en el Océano, protegiéndola de las posibles represalias de la diosa Hera. Posteriormente, la isla de Delos fue el lugar de culto del dios Apolo.

Tras el nacimiento de los dos bebés, Hera cobró venganza, la diosa envió contra Leto a la monstruosa serpiente Pitón, guardiana del santuario profético de Delfos. Sin embargo, el joven Apolo, utilizado con el arco y las flechas que Hefesto había forjado para él, se enfrentó a Pitón y le venció. De este modo, Apolo se convirtió en la divinidad tutelar del oráculo de Delfos, asumiendo el carácter de dios profético. Luego, Hera hizo aún un nuevo intento para acabar con la vida de Leto, encargando al gigante Ticio su muerte. Una vez más Apolo con ayuda de Artemisa, derrotaron al gigante y lograron que Zeus le castigara encadenándolo al Tártaro.

Como dios de la música, Apolo se le representa con gran cantidad de instrumentos y se le supone el dominio de todos ellos, el instrumento más relacionado con Apolo es la lira. Este instrumento fue entregado a Apolo por el dios Hermes, que lo había construido al vaciar el caparazón de una tortuga y tensar sobre él los ligamentos de un buey recién sacrificado. Todo aquel que rivalizaba con él musicalmente perdía y también cuando no creían en su capacidad la ira de dios se presentaba. El rey Midas cuestionó la victoria de Apolo sobre el dios Pan, por lo que le crecieron dos orejas de burro en la cabeza. Más trágico aún resultó el destino del sátiro Marsias, que, orgulloso de su habilidad con el aulós, desafió a Apolo a un certamen musical. Aunque Marsias se demostró como un hábil flautista, Apolo lo venció. Como castigo por la insolencia demostrada al desafiar a un dios, Apolo colgó al sátiro de un árbol y le arrancó la piel.

Apolo no tuvo una consorte estable, sino que se complació en satisfacer sus deseos sexuales con una gran variedad de parejas esporádicas, tanto de sexo femenino como masculino. Una de las más representadas fue su relación con la ninfa Dafne. De esta relación se dice que se escogió el laurel como la planta que coronaba las sienes de poetas y músicos, debido a que Dafne, para huir del amor de Apolo, elevó una plegaria a la diosa Gea para que ésta la ayudara en su objetivo. En respuesta, Gea transformó a la ninfa en un árbol de laurel, de modo que ésta pudo escapar a los deseos sexuales de Apolo. El dios, sin embargo, continuó sintiendo una gran devoción por el árbol, y escogió el laurel como uno de sus símbolos.

El dios Apolo estuvo atraído por la belleza de Leucótoe, entonces se hizo pasar por su madre para ingresar a su habitación y, una vez allí, mantener relaciones sexuales con la joven. Pero, su hermana, Clitia, celosa ante las atenciones que Leucótoe recibía de un dios, contó la verdad a sus padres. Éste, enfurecido, ordenó que su hija fuera enterrada viva para purgar la vergüenza que había caído sobre la familia. Clitia, al descubrir que la muerte de su hermana no tuvo resultado pues Apolo no se fijó en ella, enfermó de pena y murió. Como castigo por lo que había hecho, el dios Apolo la convirtió en un girasol.

Por este motivo, esta planta está condenada a seguir eternamente el movimiento del sol, encarnación de Apolo-Helios.

De las relaciones homosexuales del dios Apolo tuvo especial relevancia su relación con el joven Jacinto; un hermoso espartano. Pero, mientras Jacinto estaba viendo unos juegos atléticos un disco lanzado accidentalmente por Céfiro le causó la muerte. Como castigo, Apolo transformó a Céfiro en un viento, mientras que a su amado Jacinto lo transformaba en una flor. Otro joven que recibió las atenciones sexuales de Apolo fue Cipariso. Apolo le entregó un pequeño ciervo blanco domesticado. Sin embargo, estando de caza, Cipariso clavó por accidente su lanza en el costado del pequeño ciervo, causándole la muerte. Desolado ante este hecho, Cipariso pidió a Apolo que le permitiera llorar la muerte del animal eternamente. El dios accedió a esta súplica, convirtiendo al joven en un ciprés. Las gotas de savia que corren por los troncos de los cipreses son las lágrimas del joven Cipariso.

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Dioses olímpicos

Dioses olímpicos
Raphael, Public domain, via Wikimedia Commons

Dioses olímpicos

En la mitología griega, los dioses olímpicos eran las principales divinidades del panteón griego, que moraban en el monte Olimpo. El concilio de dioses estaba formado por doce y mientras diez deidades eran fijas, había dos que podían variar según el tiempo. En su honor les fueron consagrados gran cantidad de templos, festividades y varias actividades deportivas. Cada dios estaba asociado a diferentes elementos, acciones y prácticas y tenía su propio culto, ritual e imaginario. Por ejemplo, mientras que Zeus era el Dios del trueno y los cielos, su esposa Hera era la deidad de los matrimonios y la familia.

Origen

El culto a las doce deidades se remonta hasta la antigüedad griega, aproximadamente hacia el siglo VI a.C. Su culto, aunque con ciertas modificaciones, sobrevivió al paso de los años, manteniéndose incluso vigente durante el Helenismo. Existieron, en diferentes épocas, alrededor de catorce dioses considerados olímpicos; sin embargo, estos nunca superaban los doce a la vez.

Solo diez dioses tenían asegurado su lugar en el panteón, mientras que los otros dos podían variar según el momento.

Los 12 dioses olímpicos (Dodekatheon)

Según se documenta en la Teogonía de Hesíodo, los escritos de Homero y otros antiguos, la historia del dominio de los dioses olímpicos sobre la tierra comienza con la victoria de Zeus, Hades y Poseidón y el resto del panteón sobre los Titanes. Es entonces que nace el concilio de Dioses, ubicado sobre monte Olimpo. Mientras que, Zeus, Hera, Poseidón, Ares, Hermes, Hefesto, Afrodita, Atenea, Apolo y Artemisa, eran deidades fijas, Deméter, Hestia, Hades, Asclepio, Heracles y Perséfone, podían ocupar los dos lugares restantes en diferentes momentos.

Deidades olímpicas

Zeus

Zeus

, hijo de Rea y Cronos, ocupa el lugar más alto en el panteón olímpico. Es el rey de los dioses, el dios del cielo y el trueno y el gobernante máximo del monte Olimpo.
Si bien su esposa es su hermana la diosa Hera, Zeus es conocido por sus numerosas aventuras con otras diosas y encuentros con mujeres en forma de animal (raptos, engaños, etc..).  Con Hera es padre de Ares, Hebe y Hefesto; con Metis de Atenea y Minerva; con Maya de Hermes; y con Leto de Apolo y Artemis. Otros de sus hijos es Hércules, fruto de su relación con la humana Alcmena.

Entre sus símbolos están el águila, el cetro, el rayo y el roble.

Hera

Hera, hija de Rea y Cronos y hermana de Zeus, es la diosa del matrimonio, la familia y la fertilidad. Reina de los dioses y por lo tanto la esposa de Zeus, Hera es conocida por su naturaleza celosa y vengativa. Hizo pasar horrores a las amantes de su esposo y su descendencia; también es conocida por el odio que profesaba contra Paris.

Es representada con la vaca, la corona y el pavo real.

Poseidón

Poseidón, hermano de Zeus e hijo de Cronos y Rea, es el dios de los mares, los caballos y los terremotos. Su símbolo más reconocible es el tridente, aunque también es representado por el toro, el delfín y el caballo. Fue conocido por su odio conta Odiseo, a quien retraso en su regreso a Ítaca. Su esposa era la ninfa Anfitrite, con quien tuvo a Bentesicime y Tritón. Al igual que su hermano tuvo numerosas amantes y fue padre de varios héroes; entre estos el más conocido es Teseo.

Ares

Ares, hijo de Zeus y Hera, es el dios de la guerra y la violencia, el protector del Olimpo y la personificación de la virilidad masculina. Es despreciado por la mayoría de los dioses olímpicos y sus símbolos son la serpiente, el perro, el buitre, el jabalí, la lanza y el escudo. Su amante preferida era la diosa Afrodita. Entre sus hijos (tuvo más de 60) se encontraban: Deimos, Eros, Harmonía, Meleagro, Hipólita, Óxilo, Melanipo y Eagro.

Hermes

Hermes, hijo de Zeus y la pléyade Maya, es el dios del comercio, el ingenio, la retórica y el guía de las almas al inframundo. Mensajero de los dioses, se lo representa con un casco alado, sandalias y un caduceo. En los mitos, es el inventor de la lira, el plectro y, la siringa, entre otros instrumentos. Entre sus hijos caben mencionarse: Pan, Hermafrodito, Céfalo, Dafnis y Orión.

Hefesto

Hefesto, hijo de Zeus y Hera, es el dios del fuego, la forja, los artesanos y los herreros. Era el herrero y artesano de los dioses y frecuentemente es representado cojo y desaliñado. Sus símbolos son el yunque, la forja, el burro, las tenazas y el hacha.  Su esposa era la diosa Afrodita, aunque esta normalmente lo engañaba con Ares. Entre sus hijos se encontraban los mortales Cerción, Palemón, Pilio y Árdalos y el inmortal Erictonio (fruto de su asalto a Atenea).

Afrodita

Afrodita, hija de Cronos, es la diosa del amor, la belleza, la lujuria y el deseo. De su nombre proviene la palabra afrodisíaco. Fue forzada a casarse con Hefesto, a quien no amaba. Tuvo numerosos enamorados y entre sus favoritos estaba Ares. Es representada con una manzana, la abeja, el cisne, la rosa y el mirto. Aunque no tuvo descendencia con su esposo, fue madre de varios hijos; de estos los más famosos son: Deimos, Fobos, Eros, Eneas, Príapo y Hermafrodito.

Atenea

Nacida de la cabeza de Zeus, Atenea es la diosa de la sabiduría, la guerra estratégica, la artesanía y la defensa; es considerada la favorita de su padre. Es representada con el olivo y la lechuza y fue conocida por ser la consejera de varios guerreros (Perseo, Heracles, Odiseo).  Diosa virgen, según la mitología, su hermano Hefesto intento violarla y fruto de esto nacería su único hijo Erictonio.

Apolo

Apolo, hijo de Zeus y Leto y gemelo de Artemisa, es el dios del sol, la luz, el conocimiento, el tiro con arco, la poesía, la música y la profecía

. Sus símbolos son el sol, el arco, la lira y el cuervo. Fue patrón de Delfos y entre sus hijos caben mencionarse Asclepio, Jano, Aristeo, Idmón y Talía.

Artemisa

Artemisa, hija de Zeus y Leto y hermana gemela de Apolo, es la diosa de la caza, el tiro con arco, la virginidad y todos los animales. Sus símbolos más representativos son el arco y la flecha, el ciervo y la serpiente. Fue una de las pocas deidades vírgenes. Se dice asesino a Orión, porque este intento violarla, aunque existen otras versiones.

Démeter

Démeter, hija de Cronos y Rea, es la diosa de la agricultura, la naturaleza, la fertilidad y las estaciones del año.  Sus símbolos son el trigo, la amapola y la antorcha. En su culto, se le imploraba para que hubiera buenas cosechas. Entre sus hijas, la más famosa es Perséfone.

Hestia

Primogénita de Cronos y Rea, Hestia es la diosa del hogar y la familia. Se cuenta, cedió su puesto en el concilio de dioses olímpicos a Dionisio. No participaba en ninguna guerra y juro mantenerse virgen.

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Griega

Hipocampo

Hipocampo

William-Adolphe Bouguereau [Public domain], via Wikimedia Commons

Hipocampo

Dentro de la mitología griega, el Hipocampo era una criatura fantástica que tenía la mitad del cuerpo con la forma de un caballo y la otra mitad con la forma de un pez. Esta criatura, que fue retratada por el historiador griego Pausanias en su famosa Descripción de Grecia, vivía en las profundidades del océano y servía como emblema de Poseidón. De hecho, según refiere Homero en sus obras, el carro de este dios era tirado por hipocampos. En la actualidad, se cree que el hipocampo podría estar relacionado con los caballitos de mar (cuyo nombre científico es Hippocampus).

El término hipocampo proviene de los vocablos griegos ἱππόκαμπος, cuyo origen se encuentra en el vocablo ἵππος y que haría referencia a «caballo», y κάμπος, que se puede traducir como «monstruo marino»

. Registros pictográficos de esta criatura se pueden encontrar en distintas ciudades griegas, por lo que se cree que era conocida en todo el mundo heleno. Para el siglo IV a. C., se acuñaron en la ciudad de Tiro monedas en las que Melqart, el dios y patrón de la ciudad, estaba montado sobre un hipocampo con alas y estaba rodeado de delfines. De manera similar, en la localidad de Byblos, para la misma fecha, se emitieron monedas con el grabado de un hipocampo sumergiéndose en el mar.

Dado que en el mundo griego no estaba del todo claro el ciclo del agua, no es de extrañar que se pensara que el hipocampo era capaz de vivir tanto en agua salada como en agua dulce (algo que sólo pueden hacer unos cuantos organismos)

. Por esta razón se han encontrado frescos y esculturas de esta criatura en templos cercanos al mar y a grandes fuentes de agua dulce. Uno de estas esculturas que sobrevivió hasta nuestros días se encuentra en la Fontana de Trevi, en Roma. En esta, un tritón se encuentra tratando de dominar a un hipocampo alado. Además del mundo heleno, se han encontrado representaciones del hipocampo en Escocia y en restos de la civilización etrusca. También se sospecha que puede estar relacionada con la cabra marina de Capricornio.

Además de ser el nombre de esta criatura mitológica, hipocampo también es una de las principales estructuras del cerebro de los mamíferos y de los seres humanos. Este nombre fue puesto debido a la semejanza que esta parte del cerebro tenía con los caballitos de mar

. El psiquiatra y neurólogo soviético Vladímir Béjterev fue uno de los primeros científicos en descubrir que estaba relacionada con la memoria. Más tarde, se descubrió que esta parte del cerebro también estaba relacionada con el sentido de la orientación y la comprensión y la memoria del espacio.

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Egipcia

Uróboros

Uróboros
Djehouty, CC BY-SA 4.0, vía Wikimedia Commons

Simbolismo del Uróboros

Uróboros, también conocido como uroboros u ouroboros, es una criatura fantástica cuyo registro data de al menos 3000 años. Esta criatura tenía la forma de una serpiente, un dragón o un reptil alargado que se comía su propia cola, formando la imagen de un círculo. El origen de la palabra proviene del griego ουροβóρος, formado por los vocablos οὐρά, que se traduce como “cola”, y βόρος, que se traduce como “que come”. De tal forma que ουροβóρος puede traducirse como “serpiente que se come la cola”.

uróboros

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El uróboros, como símbolo, representa el infinito, lo cíclico, el orden, el todo, el universo y el tiempo. De esta manera, en diversas culturas antiguas se le tenía como una manifestación del eterno retorno, de lo cíclico que eran los fenóm enos naturales, como la sucesión los días, las estaciones, los vientos y las mareas

. Por ello en el mundo griego se le relacionaba con Sísifo, condenado a llevar de arriba abajo una gigantesca piedra a través de una colina. Como representación de la vida y el tiempo, y por tanto de la resurrección y la restauración, se pintaban en los sarcófagos para otorgarle la inmortalidad a los muertos. Ejemplo de ello es el jeroglífico encontrado en el sarcófago de la pirámide de Unis, que data del 2300 a. C. La imagen del uróboros, como una serpiente que se come su cola, se puede ver también en la mítica Jörmundgander, la monstruosa víbora hija de Loki que rodeaba a Midgard y que se enfrentaría a Thor en el Ragnarök, hiriéndolo fatalmente.

Después, el uróboros fue utilizado por los alquimistas como un símbolo de la unidad espiritual y material que tenía las cosas, pues estas no se destruían y creaban, sino que solamente cambiaban de forma

. De esta manera, el mundo estaba condenado a su propia destrucción y creación constante. Por tanto, era un símbolo del infinito. El registro más antiguo que se tiene con este significado se encuentra en los escritos realizados por Cleopatra la Alquimista sobre la Chrysopoeia (elaboración de oro), los cuales datan del siglo II d. C. Cleopatra puso bajo el símbolo la consigna de “todo es uno”. En otras representaciones, el uróboros es pintado en una mitad con un color oscuro y en la otra con un color claro, relacionándolo así con el devenir de los días y las noches y con el yin y el yang. Después de los alquimistas, el uróboros fue rescatado como símbolo por la masonería y otras escuelas ocultistas y filosóficas.

Curiosamente, el lagarto armadillo (Ouroborus cataphractus), perteneciente a la familia Cordylidae y originario de Sudáfrica, sujeta su cola entre la mandíbula y adopta la forma de un círculo cuando se siente amenazado

. Es probable entonces que las leyendas concernientes al uróboros tengan su origen en este animal. En Norteamérica, se han registrado casos de autofagia o autocanibalismo en la serpiente de Esculapio (Zamenis longissimus). Según se ha documentado, estas serpientes en situaciones de estrés tratan de alimentarse de sí mismas. En uno de los casos, la serpiente murió cuando ingirió las dos terceras partes de su cuerpo. Esta serpiente también pudo haber inspirado al uróboros, pues es propia del Mediterráneo.

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