Mitología
Mitología nórdica
Mitología nórdica
La mitología nórdica es el conjunto de creencias y relatos propios de los vikingos y las tribus germánicas y nórdicas. El principal dios de esta mitología era Odín, a quien se le rendía culto como el dios de la guerra, la sabiduría, la muerte, la caza, la victoria, la poesía, la magia y la profecía. Este gobernaba en Asgard, reino de los æsir (esta era palabra con la que se hacía referencia a las deidades) junto a su esposa Frigg. Otros dioses relevantes eran los hijos de Odín: Thor, Balder, Bragi, Heimdal, Höðr, Skjöld, Tyr, Vali, Viðarr. Otros dioses importantes eran Iðunn, encargada de proteger las manzanas que les daban la inmortalidad a los dioses; y Loki, uno de los personajes más característicos de esta mitología, pues en muchas historias actúa como aliado de los dioses y en otras como su enemigo, a pesar de que pueden entrar y salir sin problemas de Asgard.
Otras figuras relevantes, aparte de los dioses, eran las valquirias, doncellas guerreras encargadas de transportar las almas de los guerreros caídos al Valhalla, un salón en Asgard donde esperarían hasta la llegada del Valhalla. De igual forma, eran importantes los enanos, famosos por su habilidad para la forja; los gigantes, principales enemigos de los dioses; Fenrir, un lobo feroz engendrado por Loki y responsable de la muerte de Odín; Jörmundgander, una monstruosa serpiente que terminará asesinando a Thor; Hela, gobernante del inframundo; y los elfos.
Los nueve mundos de Yggdrasil
Dentro de la mitología nórdica, el universo estaba organizado en nueve mundos, cuatro que se encontraban en oposición a otros cuatro más Midgard, el reino donde habitaban los hombres. Todos estos se encontraban atravesados y sostenidos por un árbol gigantesco, llamado Ygdrassil. Concretamente, los nueve mundos son:
Vanaheim: también conocido como Vanaheimr, es el mundo donde habitan los Vanir, uno de los clanes de los dioses nórdicos. Este aparece en la Saga de los Ynglingos escrita por Snorri Sturluson, donde está relacionado con el río Don y donde se muestra como un lugar pasado.
Asgard: también conocido como Ásgarðr, es el mundo donde Æsir (dioses), el cual era gobernado por Odín y Frigg, su esposa. Asgard se encontraba rodeado de una muralla construida por Hrimthurs, y en su interior se encontraba el Valhalla, una enorme sala donde descansaban la mitad de los guerreros caídos en combate, mientras la otra mitad iba a Fólkvangr. Este mundo estaba unido al Mdgard por un el puente arco iris (Bifröst).
Álfheim: también conocido como Ljusalfheim o Alfheim, era el mundo donde habitaban los Elfos, diferenciados en dos tipos distintos: ljósálfar, los elfos luminosos, y svartálfar, los elfos oscuros.
Muspelheim: también conocido como Muespel, era el mundo del fuego, en el cual habitaban los Gigantes de Fuego. Este mundo era gobernado por Surt, y se creía que estaba por encima de Asgard en cuanto a elevación del terreno.
Jötunheim: opuesto a Vanaheim, es el mundo donde habitan los gigantes de roca y hielo, conocidas conjuntamente como jötunn, gobernados por Þrymr. Estos amenazan constantemente a los seres humanos, que viven en Midgard, y a los dioses, que viven en Asgard, pero no pueden llegar a estos porque les es imposible atravesar el río Iving.
Hel: también conocido como Helehim, es el mundo opuesto a Asgard, conocido por ser el reino de la muerte. Este estaba gobernado por Hela, hija de Loki y diosa de la muerte, y protegido por el perro Garm. Según se cuenta, Helehim se encontraba en lo más profundo de Niflheim, y era el lugar al que iban las almas de los que habían muerto por vejez, enfermedad, o que había cometido algún crimen, quienes eran enviado al Nastrand (o Naströnd, playa de los cadáveres). Se decía que ni los mismos dioses podían escapar de aquí debido a la corriente del río Gjöll.
Niðavellir: también conocido como Svartálfaheim o Nidavellir, es el mundo donde viven los enanos, algunas veces confundido con el reino de los elfos oscuros.
Niflheim: es el mundo de la niebla, la oscuridad y las tinieblas donde habitaba el dragón Níðhöggr, quien masticaba las raíces del árbol Yggdrassil para hacerlo caer. Se decía que, una vez terminara el Ragnarök, esta bestia atormentaría a las almas que quedaran todavía en el mundo.
Midgard: es el mundo donde viven los seres humanos, unido a Asgard por el puente Bifröst. El nombre de este reino puede traducirse el asentamiento del medio o del centro, pues mid- se puede traducir como medio y gard como residencia. Según se cuenta, la tierra fue creada con la piel del gigante Ymir, las aguas fueron creadas por el sudor y la sangre de este mismo, las rocas y las montañas con sus huesos, los acantilados con sus dientes, la vegetación con sus vellos y los límites del mar con sus cejas.
Origen del hombre
Dentro de la mitología nórdica, los seres humanos fueron creados a partir del gigante Ymir y de trozos de madera que devolvió el mar. Según se cuenta, antes que la tierra y el cielo sólo existía Ginnungagap. Al norte de este, se extendía una región llena de hielo que era conocida como Niflheim; al meridiano, que se extendía una región llena de fuego y chispas que era conocida como Muspelheim. En el lugar donde ambas regiones se unían, nació el gigante Ymir, luego de que su cuerpo fuera formado por gotas de eitr y de que el hielo de Niflheim se derritiera por el calor de Muspelheim. Así, las chispas de esta última región le dieron la vida. Mientras estaba durmiendo, Ymir sudó y de su transpiración nacieron los gigantes y el gigante Þrúðgelmir (Thrudgelmir). Al despertarse, Ymir bebió de los cuatro ríos de leche de Auðumbla, la gran vaca cósmica o primigenia. Esta se alimentaba de la sal de los bloques de hielo. De ahí surgió Buri, padre de Bor y abuelo de Odín, Vili y Va. Estos últimos mataron a Ymir, y su sangre inundó las tierras y ahogó a los gigantes de la escarcha, de los cuales sólo sobrevivieron dos: Bergelmir y su esposa, quienes fundaron una nueva raza de gigantes de la escarcha.
Después de esto, Odín y sus hermanos crearon Midgard con el cuerpo del gigante Ymir. Con su carne, hicieron la tierra; con su sangre, hicieron los mares y los lagos; con sus huesos, hicieron las montañas; con sus dientes, hicieron las piedras; con su pelo, hicieron los árboles; y con los gusanos de su carne, hicieron a los enanos. Luego pusieron su cráneo en el Ginnungagap y crearon el cielo, que pasó a ser sostenido por cuatro enanos: Norðri, Suðri, Austri y Vestri, quienes luego recibirían los nombres de Este, Oeste, Norte y Sur. Odín más tarde tomó el cerebro de Ymir y lo lanzó al viento, creando las nubes. Con las chispas de Muspelheim, los hijos de Bor crearon las estrellas y con trozos de árbol que devolvió el mar, crearon a los seres humanos: un hombre de nombre Ask y una mujer de nombre Embla. Para proteger a estos seres y a su estirpe de los gigantes, crearon una fortaleza con las cejas de Ymir.
Ragnarök
Dentro de la mitología nórdica, el Ragnarök es el nombre con el que se conoce a la guerra del fin del mundo. En esta batalla se enfrentarán los Æsir (dioses que habitan en Asgard), comandados por Odín, y los gigantes de fuego, comandados por Surt, quienes tendrán por aliados a los jotuns, comandados por Loki. El conflicto será tan devastador, que prácticamente todo lo que existe será destruido, y los pocos sobrevivientes serán hostigados por el dragón Níðhöggr. Dado que dentro de la cultura vikinga era honorable morir en batalla, sus dioses tenían el destino de morir en el Ragnarök, señalando que estos no eran eternos. Así, resulta interesante que el Ragnarök no hace referencia a un hecho anterior a los seres humanos, sino futuro, como el apocalípsis.
Todo tendrá comienzo cuando nazcan las tres criaturas más poderosas y malvadas, engendradas por Loki y Angrboda. Estas son: Jörmundgander, Fenrir y Hela. Tras esto, los dioses tratarán de encerrarlos, morirá Balder y Loki será castigado. Luego de esto, se sucederán tres inviernos, en lo que se conocerá como el Fumbulvetr. Debido a esto, los seres humanos se enfrentarán entre sí a causa de la falta de alimentos y terminarán exterminándose a sí mismos. Tras esto, los lobos Sköll y Hati alcanzarán y se comerán por fin a Sól, personificación del Sol, y a Máni, personificación de la Luna. Una a una, las estrellas desaparecerán del cielo y la tierra queda a oscuras. Luego habrá un terremoto y serán destruidos los árboles y las cadenas, con lo que Loki y Fenrir quedarán libres. Estos dos se embarcarán en una nave junto con los muertos de Hel con destino a Vigrid; por su parte, Jörmundgander se dirigirá al mismo punto; mientras que Hrym llevará a los Jotun en la nave Naglfar con destino al campo de batalla final; finalmente, los gigantes de fuego atravesarán el Bifröst, destruyéndolo a su paso.
De esta forma, todas estas fuerzas se reunirán en Vigrid, lo que hará que Heimdal haga sonar su cuerno Gjallarhom a través de los nueve mundos. El sonido despertará a los dioses y hará que marchen hacia Vigrid. Así se da por comenzado el Ragnarök. Odín luchará contra Fenrir; Thor contra Jörmundandr; Freyr contra el gigante de fuego Surt; Tyr contra Garm; Heimdall contra Loki. Una vez que Odín sea devorado por Fenrir, será vengado por Gugnir. Finalmente, Surt incendiará todo el universo, con lo que no quedarán seres sobre la Tierra. No obstante, luego de esta destrucción, volverá a salir el Sol, pues Sól habrá dejado una hija que la reemplace. De igual forma, los dioses serán reemplazados por el hermano de Odín, Vili, y los hijos de este y los de Thor. Y la tierra será repoblada por dos seres humanos que lograron ocultarse en lo profundo del Bosque de Hodmímir.
Escritos de la mitología nórdica
Este conocimiento ha llegado a nuestros días gracias a las recopilaciones de distintos autores, siendo Snorri Sturluson el más importante de ellos. Este historiador islandés es el autor de la Edda prosaica
Griega
Dioses olímpicos
Dioses olímpicos
En la mitología griega, los dioses olímpicos eran las principales divinidades del panteón griego, que moraban en el monte Olimpo. El concilio de dioses estaba formado por doce y mientras diez deidades eran fijas, había dos que podían variar según el tiempo. En su honor les fueron consagrados gran cantidad de templos, festividades y varias actividades deportivas. Cada dios estaba asociado a diferentes elementos, acciones y prácticas y tenía su propio culto, ritual e imaginario. Por ejemplo, mientras que Zeus era el Dios del trueno y los cielos, su esposa Hera era la deidad de los matrimonios y la familia.
Origen
El culto a las doce deidades se remonta hasta la antigüedad griega, aproximadamente hacia el siglo VI a.C. Su culto, aunque con ciertas modificaciones, sobrevivió al paso de los años, manteniéndose incluso vigente durante el Helenismo. Existieron, en diferentes épocas, alrededor de catorce dioses considerados olímpicos; sin embargo, estos nunca superaban los doce a la vez.
Solo diez dioses tenían asegurado su lugar en el panteón, mientras que los otros dos podían variar según el momento.
Los 12 dioses olímpicos (Dodekatheon)
Según se documenta en la Teogonía de Hesíodo, los escritos de Homero y otros antiguos, la historia del dominio de los dioses olímpicos sobre la tierra comienza con la victoria de Zeus, Hades y Poseidón y el resto del panteón sobre los Titanes. Es entonces que nace el concilio de Dioses, ubicado sobre monte Olimpo. Mientras que, Zeus, Hera, Poseidón, Ares, Hermes, Hefesto, Afrodita, Atenea, Apolo y Artemisa, eran deidades fijas, Deméter, Hestia, Hades, Asclepio, Heracles y Perséfone, podían ocupar los dos lugares restantes en diferentes momentos.
Deidades olímpicas
Zeus
Zeus
Entre sus símbolos están el águila, el cetro, el rayo y el roble.
Hera
Hera, hija de Rea y Cronos y hermana de Zeus, es la diosa del matrimonio, la familia y la fertilidad. Reina de los dioses y por lo tanto la esposa de Zeus, Hera es conocida por su naturaleza celosa y vengativa. Hizo pasar horrores a las amantes de su esposo y su descendencia; también es conocida por el odio que profesaba contra Paris.
Es representada con la vaca, la corona y el pavo real.
Poseidón
Poseidón, hermano de Zeus e hijo de Cronos y Rea, es el dios de los mares, los caballos y los terremotos. Su símbolo más reconocible es el tridente, aunque también es representado por el toro, el delfín y el caballo. Fue conocido por su odio conta Odiseo, a quien retraso en su regreso a Ítaca. Su esposa era la ninfa Anfitrite, con quien tuvo a Bentesicime y Tritón. Al igual que su hermano tuvo numerosas amantes y fue padre de varios héroes; entre estos el más conocido es Teseo.
Ares
Ares, hijo de Zeus y Hera, es el dios de la guerra y la violencia, el protector del Olimpo y la personificación de la virilidad masculina. Es despreciado por la mayoría de los dioses olímpicos y sus símbolos son la serpiente, el perro, el buitre, el jabalí, la lanza y el escudo. Su amante preferida era la diosa Afrodita. Entre sus hijos (tuvo más de 60) se encontraban: Deimos, Eros, Harmonía, Meleagro, Hipólita, Óxilo, Melanipo y Eagro.
Hermes
Hermes, hijo de Zeus y la pléyade Maya, es el dios del comercio, el ingenio, la retórica y el guía de las almas al inframundo. Mensajero de los dioses, se lo representa con un casco alado, sandalias y un caduceo. En los mitos, es el inventor de la lira, el plectro y, la siringa, entre otros instrumentos. Entre sus hijos caben mencionarse: Pan, Hermafrodito, Céfalo, Dafnis y Orión.
Hefesto
Hefesto, hijo de Zeus y Hera, es el dios del fuego, la forja, los artesanos y los herreros. Era el herrero y artesano de los dioses y frecuentemente es representado cojo y desaliñado. Sus símbolos son el yunque, la forja, el burro, las tenazas y el hacha. Su esposa era la diosa Afrodita, aunque esta normalmente lo engañaba con Ares. Entre sus hijos se encontraban los mortales Cerción, Palemón, Pilio y Árdalos y el inmortal Erictonio (fruto de su asalto a Atenea).
Afrodita
Afrodita, hija de Cronos, es la diosa del amor, la belleza, la lujuria y el deseo. De su nombre proviene la palabra afrodisíaco. Fue forzada a casarse con Hefesto, a quien no amaba. Tuvo numerosos enamorados y entre sus favoritos estaba Ares. Es representada con una manzana, la abeja, el cisne, la rosa y el mirto. Aunque no tuvo descendencia con su esposo, fue madre de varios hijos; de estos los más famosos son: Deimos, Fobos, Eros, Eneas, Príapo y Hermafrodito.
Atenea
Nacida de la cabeza de Zeus, Atenea es la diosa de la sabiduría, la guerra estratégica, la artesanía y la defensa; es considerada la favorita de su padre. Es representada con el olivo y la lechuza y fue conocida por ser la consejera de varios guerreros (Perseo, Heracles, Odiseo). Diosa virgen, según la mitología, su hermano Hefesto intento violarla y fruto de esto nacería su único hijo Erictonio.
Apolo
Apolo, hijo de Zeus y Leto y gemelo de Artemisa, es el dios del sol, la luz, el conocimiento, el tiro con arco, la poesía, la música y la profecía
Artemisa
Artemisa, hija de Zeus y Leto y hermana gemela de Apolo, es la diosa de la caza, el tiro con arco, la virginidad y todos los animales. Sus símbolos más representativos son el arco y la flecha, el ciervo y la serpiente. Fue una de las pocas deidades vírgenes. Se dice asesino a Orión, porque este intento violarla, aunque existen otras versiones.
Démeter
Démeter, hija de Cronos y Rea, es la diosa de la agricultura, la naturaleza, la fertilidad y las estaciones del año. Sus símbolos son el trigo, la amapola y la antorcha. En su culto, se le imploraba para que hubiera buenas cosechas. Entre sus hijas, la más famosa es Perséfone.
Hestia
Primogénita de Cronos y Rea, Hestia es la diosa del hogar y la familia. Se cuenta, cedió su puesto en el concilio de dioses olímpicos a Dionisio. No participaba en ninguna guerra y juro mantenerse virgen.
Mesopotámica
Lilith
Lilith
Lilit o Lilith es un personaje de la mitología mesopotámica y el folclore judío. Según la tradición judía, fue la primera mujer y acompañante de Adán, pero tras negarse a yacer debajo de él, dejó el Paraíso. Alejada de Dios y el primer hombre, Lilit se convirtió en un demonio roba niños y en la encarnación de la belleza maligna ligada a lo femenino. Es también considerada la madre del adulterio.
Origen mesopotámico
Más allá de la tradición hebrea (judía), el mito de Lilith parece tener su origen en la antigua Mesopotamia, pues según algunos estudios, existía entonces un grupo de demonios femeninos que, derivados de una criatura conocida como Lilitú, tenían características similares a la de la famosa figura mitológica: eran mitad divinas, mitad humanas, usaban su belleza y erotismo como armas; y la noche era su hábitat.
Esta tradición habría pasado con el tiempo a la cultura judía por medio de los semíticos que habitaron en Babilonia.
Adoptada por la tradición judía
Los judíos adaptaron entonces a la criatura maligna hasta que esta quedó vinculada posiblemente a la palabra “Laila”, que significaría noche. Ya en la tradición judía, Lilitú perdió varias de sus cualidades, adquiriendo una personalidad incluso más compleja. Su presencia se hizo frecuente en el folclore demonológico y los textos judíos, incluyendo el Génesis.
Lilith, la primera mujer de Adán
Según estos, el fragmento de Génesis en que Dios habla sobre la creación del hombre: «y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó; varón y hembra los creó», es el origen de Lilith, quien naciera igual que Adán y no como Eva, de su costilla. Estas dudas, hablan de dos mujeres en el Paraíso, la una creada del polvo a semejanza de Dios y la otra, nacida de la costilla del primer hombre, ya no como su igual sino como complemento.
Los diferentes rabinos han planteado que, o bien Adán fue creado andrógino, o como se cree en base al fragmento, hubo una mujer antes que Eva. Esta era rebelde y lujuriosa y termino abandonando el paraíso, tras revelarse contra Adán y su dominio.
En otros textos, se menciona que Lilith nació de la inmundicia y sedimento y no del polvo puro, es por esto que termino convertida en demonio y engendrando a otras criaturas malignas. Estas se dedicaban a atacar a las mujeres embarazadas y a robar niños de sus cunas, para luego matarlos.
Iguales
«¿Por qué he de yacer debajo de ti? Yo también fui hecha con polvo y, por tanto, soy tu igual»
En este respecto, existe otra interpretación, la cual es quizás la mas aceptada. En esta, Lilith nacía igual que Adán, del polvo puro y a semejanza de Dios. Sin embargo, se rebeló contra los designios de Dios y mostró un gran carácter. Al parecer Lilith se resistió a yacer debajo de Adán, quien termino forzándola. Ofendida, ésta pronunció el nombre de Dios en vano para luego abandonar el Edén dirigiéndose al Mar Rojo.
Esta versión de Lilith con su marcado carácter y libertad sexual, es al parecer una representación de las mujeres de Canaán, quienes eran criticadas por los hebreos por sus prácticas y libertades. Lilith se convirtió entonces en la encarnación de lo maligno ligado a lo femenino, el mal ejemplo que precedió a la obediente Eva.
De mujer a demonio
Después de abandonar el Edén, Lilith se estableció en el Mar Rojo, región que se caracterizaba según la mitología, por ser el lugar de innumerables demonios. Allí engendró nuevas criaturas, lo que no gustó al Creador. Este envió un grupo de ángeles para exigir su regreso, pero Lilith se negó arguyendo que debía cuidar a los recién nacidos hasta el octavo día si era hombre, y hasta el vigésimo si era niña.
Dios finalmente permitió que viviera, aunque como castigo hizo que cientos de sus hijos murieran cada día. Es por esto que, desde entonces, Lilith se propuso matar a los hijos de Adán y de todas las madres, como venganza.
La figura de Lilith, esta también posiblemente influenciada por el mito griego de la Lamia, quien, tras matar a sus propios hijos a causa de un engaño de Hera, sintió envidia por las otras mujeres y se dedicó a cazar y devorar a sus hijos, en forma de bestia.
Griega
Hipocampo
Hipocampo
Dentro de la mitología griega, el Hipocampo era una criatura fantástica que tenía la mitad del cuerpo con la forma de un caballo y la otra mitad con la forma de un pez. Esta criatura, que fue retratada por el historiador griego Pausanias en su famosa Descripción de Grecia, vivía en las profundidades del océano y servía como emblema de Poseidón. De hecho, según refiere Homero en sus obras, el carro de este dios era tirado por hipocampos. En la actualidad, se cree que el hipocampo podría estar relacionado con los caballitos de mar (cuyo nombre científico es Hippocampus).
El término hipocampo proviene de los vocablos griegos ἱππόκαμπος, cuyo origen se encuentra en el vocablo ἵππος y que haría referencia a «caballo», y κάμπος, que se puede traducir como «monstruo marino»
Dado que en el mundo griego no estaba del todo claro el ciclo del agua, no es de extrañar que se pensara que el hipocampo era capaz de vivir tanto en agua salada como en agua dulce (algo que sólo pueden hacer unos cuantos organismos)
Además de ser el nombre de esta criatura mitológica, hipocampo también es una de las principales estructuras del cerebro de los mamíferos y de los seres humanos. Este nombre fue puesto debido a la semejanza que esta parte del cerebro tenía con los caballitos de mar