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Pawahtún
Pawahtún (mitología maya)
Pawahtún. Dios cargador del cosmos. En otras palabras, Pawahtún era encargado de sostener tanto el firmamento como la superficie de los suelos. En la mitología maya se cree que sujetaba cada una de las esquinas del universo, de ahí que en un solo dios hubiera cuatro de los mismo. Se creía también que Pawahtún vivía tanto en el cielo, como en la tierra y el inframundo.
Esta deidad se representaba como un hombre anciano sentado, con los brazos arriba sosteniendo el cosmos. Otra de sus representaciones era el de un anciano que salía de una concha de caracol y de igual forma sostenía al cosmos con uno de sus brazos y en su cabeza le crecía una flor de loto. Otra de sus representaciones era un hombre con un caparazón de tortuga en la espalda. Se le relacionó con los Bacabob, incluso afirman que se trata de la misma entidad. Los bacabob eran cuatro hermanos que se encontraban ubicados en las esquinas del cosmos y eran ellos los que lo mantenían en su lugar.
Además de sostener el cosmos, Pawahtún presidió los últimos cinco días del calendario solar o “wayeb” mejor conocido como los “días nefastos”, ya que estos días representaban el fin de un ciclo, esta deidad comenzó a recibir veneración y encargados favores de sanación. Los pobladores le consultaban sobre las temporadas de cosechas o el clima. También era conocido como protector de los escribas quienes documentaban todos los sucesos relevantes.
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Ehécatl
Ehécatl (mitología maya)
Ehécatl. Dios del viento, tenía un enorme poder para controlar la acción del viento a lo largo de la tierra. Además, es considerado uno de los principales creadores del mundo. Tambien fue llamado Ehécatl-Quetzalcoatl. Ehécatl fue el responsable de soplar y darle movimiento al quinto sol y a la luna.
Ehécatl es el responsable de anunciar el inicio y el fin de la lluvia. Se enamoró de una hermosa joven mortal llamada Mayáhuel y el amor que sentía por ella fue el motivo para dotar a la humanidad de la capacidad de amar. Ehécatl era representado físicamente a través de una figura robusta que llevaba una máscara roja puntiaguda con un cráneo enorme y una boca alargada de la cual provenía sus vientos.
Según la creencia maya este dios vivía en grandes cuevas con forma circulares para que tuviera menos resistencia al viento, ayudando a la circulación del mismo. El culto que se le mantuvo fue muy importante.
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Xaman Ek
Xaman Ek (mitología maya)
Xaman Ek. Dios de la estrella polar, es la referencia cardinal del norte. Es una de las deidades más populares entre los dioses mayas. Sirvió como punto de referencia para los mayas porque permanece inmóvil en el cielo. Xaman Ek le proporcionó el mayor apoyo a su pueblo. Debido a esto los viajeros y/o mercaderes mayas tomaban como guía la estrella polar, pues la estrella permanecería en el firmamento para guiarles en las noches.
Xaman Ek era el dios de la benevolencia y las noches porque orientaba a los indefensos que se encontraban viajando en las noches, los mercaderes mayas le rendían culto y le brindaban ofrendas, pues era su único acompañante mientras se encontraban en el camino. La estrella polar representaba un símbolo de firmeza, para obtener fuerzas en momentos de debilidad; bastaba con observar el firmamento.
Se le ve con Ixchel, armado de jabalinas y de lanzas. Aparece con un fardo de mercancías sobre la espalda, y en algún lugar se le muestra con la cabeza de Xamán Ek, dios de la estrella polar, «guía de las mercaderes». Ek Chuah era también el patrono del cacao
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Itzamná
Itzamná (mitología maya)
Itzamná. Dios de sabiduría por ser el inventor de la escritura y de los libros. Antes de ser deificada se llamaba zamná. Su padre fue Hunab Ku, quien era considerado como el dios creador, único y verdadero. Entre los dioses mayas se le conoce como dios de la sabiduría, dios del cielo, la noche y el día. Fue el fundador de la ciudad de Chichén Itzá; en este lugar se enseñaron sus doctrinas. Fue elevado a deidad por las hazañas y la gracia que tenía.
Itzamná era considerado un dios benévolo, no estuvo asociado con la destrucción, muerte o desastre. Era el patrono del día (ahau). Itzamná se casó con la diosa Ixchel quien era la diosa maya de la luna, el amor y la gestación; tuvieron trece hijos; dos de ellos fueron dioses creadores.
El dios de la sabiduría es representado como un anciano, sin embargo, al ser una deidad omnipresente tomaba distintas formas, convirtiéndose en un ave o un cocodrilo. En las representaciones aparecía con aretes en las orejas, esto quiere decir que tenía la necesidad de oír la voz de la conciencia, de saber escuchar y actuar con sensatez. Además, para muchos, Itzamná padre de la sabiduría, plantea la idea de vivir con propósito, de aceptar la diversidad de la psicología humana y de lograr un equilibrio de la contrariedad de las emociones, y de esta forma adentrarse en el camino de la sabiduría.