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Elementos

Agua

Agua como símbolo

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Simbolismo del agua

El agua es un símbolo que tiene muchas interpretaciones dentro de varias culturas. Aun así, se conocen tres lecturas que son casi universales: el agua como fuente de vida, el agua como lugar de regeneración; y el agua como sustancia purificadora. A partir de estas definiciones, se han construido todo tipo de relatos y de simbologías, muchas de las cuales sobreviven hasta nuestros días y muchas de las cuales se encuentran en otros ámbitos distintos a la narración mítica, como la publicidad. El agua como un símbolo de la fuente de vida parte de que todos los animales terrestres, incluido el ser humano, sienten sed y necesitan beber agua para poder vivir. Además de esto, sus cuerpos están atravesados por un sistema sanguíneo. En la misma línea de pensamiento, es un símbolo del nacimiento por los líquidos del vientre materno que mantienen a salvo al bebé. Y por ello se habla de “romper fuente” cuando las mujeres comienzan las labores de parto.

También es un símbolo de regeneración por la acción de la lluvia, que reverdece la vegetación dando vida a los cultivos. Por lo mismo, es un símbolo del sustento y del bienestar, pues del agua dependen los suministros de alimentos de una comunidad, permitiendo que viva en paz

. Su interpretación como líquido purificador parte del antiguo ritual del baño, donde se limpia el cuerpo de la suciedad con agua. De esta manera, múltiples culturas llevan a cabo un baño ritual en sus ceremonias de iniciación, como el bautismo. Además del cuerpo propio, los espacios y los objetos también se lavan para limpiarlos de toda impureza. Las ideas de regeneración y purificación se pueden ver de forma conjunto en los relatos míticos donde el mundo sufre un diluvio para ser purificado y/o regenerado. Esto se puede ver en el mito maya del cuarto sol y en el diluvio bíblico.

Además de todo lo anterior dicho, el agua es la forma del mundo antes de ser creado. Así es en la mayoría de mitos cosmogónicos de las culturas alrededor del planeta. A esta idea de lo primero y de la nada se agrega la característica de no tener forma. Esta puede ser fluida en las pendientes, trayendo consigo las ideas de destrucción, caos y descenso; pero también puede ser una superficie plana y tranquila en los grandes lagos, trayendo consigo la idea de paz y vacío. De tal forma que el agua es un símbolo ambivalente de acuerdo a los cuerpos que la contienen. Aun así, dado que la superficie de los lagos sólo oculta una concavidad, sigue remitiendo la idea de la caída, del ahogamiento y de la reclusión. Por esta razón el agua está asociada con el inframundo, con un portal a través del cual se llega a lo desconocido. También es una sustancia que, de estar tranquila, le devuelve su reflejo a quien la ve. Por lo cual se creía que albergaba una copia del mundo real o una copia del cielo. El agua es uno de los cuatro elementos, un símbolo contrario al fuego y parte del yin

del universo, aunque está asociada con el rayo, que también es fuego.

El agua también ha sido a lo largo de la historia de la humanidad un medio para transportar personas y mercancías. Por ello es un símbolo del viaje y del cambio. Es por ello que Hesíodo decía que una persona no se baña dos veces en el mismo río, pues el agua es una metáfora del tiempo que fluye en una sola dirección. Dado que es un ser libre que corre sin ataduras, dentro del taoísmo era considerada como un símbolo de la sabiduría y la libertad. En las culturas costeras, el agua es además un lugar donde se encuentra el sustento diario. Por dicha razón, el mar es una extensión del hogar y una diosa generosa. Aunque no es así para los viajeros, quienes sufren en medio de las tormentas y piensan en el mar como el cementerio más grande que han visto. Dado que el agua es el lugar del que venimos, el lugar del origen, muchas culturas veían en el agua el último lugar de descanso, cumpliendo así con un ciclo atravesado por este líquido. Así que arrojaban los cadáveres al agua o los abandonaban en canoas.

Elementos

Aire

Simbolismo del aire

sys-one (Franz Mattuschka) [CC BY-SA 3.0], via Wikimedia Commons

Simbolismo del aire

El aire es uno de los cuatro elementos primordiales, junto al agua, la tierra y el fuego. Como este último, es un elemento masculino y activo, mientras que los otros dos son tomados como femeninos y pasivos. Además, el agua y la tierra se consideran elementos materializantes, que pueden palparse y medirse a voluntad, por lo que son considerados como símbolos de lo terrenal. Por el contrario, el fuego y el aire son elementos intangibles, por lo que se relacionan con la espiritualidad. El aire como viento, es tomado por distintas culturas como un espacio entre la tierra y el mundo celestial de los dioses, habitado por los pájaros. Por esta razón, se tiene que las aves son las intermediarias entre lo divino y espiritual, y lo humano y terrenal.

En la cultura china, el aire es el soplo (k’i, ch’i) que le da el universo a los seres vivos para que estos tengan vida. En la mitología de la India, el dios Vayu se pase sobre una gacela con un estandarte en una mano, que muchas veces se lee como un abanico. Por tanto, se creía que este les daba el soplo vital a las personas y a los animales. Dada la gran importancia del aire en la vida humana, varias culturas tenían un dios para identificarlo. Por ejemplo, Tifón, en la mitología griega, o Huracán, en la mitología maya. Los dos son dioses asociados con las tormentas y los ciclones, porque lo cual se buscaba tenerlos contentos con sacrificios y oraciones para que no destruyeran los pueblos ni las embarcaciones.

Según anota Saint Martin, el aire es un el medio en el cual se desarrolla la vida invisible y un lugar en el que se purifican las cosas. Esta idea también se puede encontrar en algunos pensadores griegos y medievales que defendían la existencia del éter, sustancia constituyente de la atmósfera que posibilitaba todas las manifestaciones del mundo. Dentro del esoterismo ismaelita, el aire es el elemento que está entre el fuego y el agua, funcionando como el principio de toda composición y fructificación. De tal manera que funcionaría como un alma universal, una esencia que posibilita la existencia de todo lo demás.

Más allá de todo lo anterior, el aire es también el medio en el que se propaga la luz, el vuelo, los colores, las vibraciones, el vuelo y la comunicación entre todo lo terrestre y lo celeste. Por tanto, es un símbolo del todo, de la libertad y de la futilidad de la existencia, pues las cosas se desvanecen en el aire. Dado que es una sustancia incolora e inodora, es, de forma ambivalente, un símbolo de la nada, la paz, la quietud y la tranquilidad.

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