Egipcia
Ptah
Mito de Ptah (dios egipcio)
La cosmogonía de Menfis lo considera el soberano de los dioses al haber creado el mundo a través de la palabra. Tiene los títulos de Señor de la magia, de la oscuridad, de la verdad y las serpientes y de los peces. Es el más importante de los dioses de Menfis y asumió funciones de Ta-Tenen. Ptah era el patrono de las artes y oficios, y era el protector de los hombres que practican estos oficios tales como canteros, escultores, herreros, artesanos y artistas y se pensaba que era el inventor de la albañilería; estos trabajos podían ser ocupados por enanos, que estaban bajo la tutela de Ptah.
A Ptah se le atribuía gran poder curador. Su aspecto es momiforme, además su barba tiene forma de cuña. Se le representa sobre un pedestal que simboliza a Maat. En el Reino Nuevo, sus caracteres cósmicos lo incluyen en el ciclo de los astros. En épocas tardías se le asimiló a Osiris, surgiendo de esta manera Ptah-Sokar-Osiris, dios funerario, representado como Osiris, momiforme y con altas plumas en la cabeza. Los griegos lo asimilaron a Hefestos y los romanos a Vulcano.
Según los textos de la teología menfita Ptah creó a los dioses locales, también edificó las ciudades, estableció las divisiones territoriales, situó a cada dios en los lugares en los que es adorado, organizó las ofrendas que debía recibir y edificó sus capillas. Así todos y cada uno de los dioses poseen atribuciones y modificaciones del creador: Horus, a través del corazón representa la conciencia, Thot, su lengua, es el verbo creador. Su importancia mermó cuando eclosionaron las teorías solares de la creación, pero siguió siendo tan importante como Ra y Amón.
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Neit
El mito de Neit
Neit, también conocida como Net o Neith, es la diosa de la caza, la guerra, el destino, el cosmos, los ríos, las madres, el agua y el parto dentro de la mitología egipcia, estrechamente relacionada con Atenea, diosa de la guerra, la sabiduría, el combate y la civilización en la cultura griega. Según contaba la tradición, esta diosa era la creadora del universo y de todas las cosas que lo conformaban, por lo cual gobernaba sobre todo lo existente. Además de esto, era la patrona de la ciudad de Sais, ubicada en el lado occidental del delta del Nilo. También fue una de las tres deidades tutelares de la ciudad de Latipolis (también conocía como Esna o Lunyt), al sur del río Nilo.
Esta diosa era usualmente representada con el símbolo de un escudo con dos flechas cruzadas encima. En varias representaciones escultóricas y gráficas, se la presenta con este símbolo sobre la cabeza junto con la Corona Roja del Bajo Egipto. Además, se la mostraba llevando en una mano el cetro uas o was (un largo bastón que finalizaba con la cabeza de un animal fantástico) y en la otra la cruz ansada anj, que simbolizaba la llave de la vida. Dado que en un comienzo se le adoraba como diosa de la caza y la guerra, distintos estudios señalan que su origen podría encontrarse en Libia, al oeste de Egipto, donde moraban los pueblos más combativos del Oriente Próximo. En representaciones posteriores, se le mostraba con un telar, para representar que era la diosa que tejía el mundo. También se le llegó a representar amamantando a un cocodrilo, por lo cual se le llegó a conocer como la “enfermera de los cocodrilos”.
Según dicta la cosmovisión egipcia, Neith, como diosa creadora, fue la madre de Ra, dios del sol, y Apofis, dios del caos y las fuerzas maléficas del Duat. Como diosa del agua, fue la madre Sobek el cocodrilo. Dada su asociación con el río Nilo, se dice que era esposa del Khnum, dios de la fuente del Nilo. Además, se decía que había sido la creadora de la perca, un gigantesco pez que habita en este río. La cosmovisión egipcia indicaba que Neit, como diosa del tejido, tejía el mundo todos los días en su telar. De esta manera, todas las cosas que tuvieran lugar en su corazón y en su mente, eran creadas por la técnica de sus manos y su hilo. Pese a que algunos autores la relacionan con Khnum, otros señalan que nunca se le conoció un esposo, por lo cual se creía que era una diosa virgen y madre a la vez. También se dice que intercedió entre Horus y Set, quienes estaban en guerra para saber quién se iba a quedar con el trono de Egipto. Neit entonces decidió que fuera Horus quien gobernara.
Según narra Heródoto, un explorador de la Antigua Grecia, los egipcios celebraban la Fiesta de las Lámparas en honor a esta diosa, en la cual lanzaban luces al aire durante toda la velada. Este mismo explorador e historiador griego señala que los ciudadanos de Sais identificaban a Neit con Atenea
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Uróboros
Simbolismo del Uróboros
Uróboros, también conocido como uroboros u ouroboros, es una criatura fantástica cuyo registro data de al menos 3000 años. Esta criatura tenía la forma de una serpiente, un dragón o un reptil alargado que se comía su propia cola, formando la imagen de un círculo. El origen de la palabra proviene del griego ουροβóρος, formado por los vocablos οὐρά, que se traduce como “cola”, y βόρος, que se traduce como “que come”. De tal forma que ουροβóρος puede traducirse como “serpiente que se come la cola”.
El uróboros, como símbolo, representa el infinito, lo cíclico, el orden, el todo, el universo y el tiempo. De esta manera, en diversas culturas antiguas se le tenía como una manifestación del eterno retorno, de lo cíclico que eran los fenóm enos naturales, como la sucesión los días, las estaciones, los vientos y las mareas
Después, el uróboros fue utilizado por los alquimistas como un símbolo de la unidad espiritual y material que tenía las cosas, pues estas no se destruían y creaban, sino que solamente cambiaban de forma
Curiosamente, el lagarto armadillo (Ouroborus cataphractus), perteneciente a la familia Cordylidae y originario de Sudáfrica, sujeta su cola entre la mandíbula y adopta la forma de un círculo cuando se siente amenazado
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Égida
Simbolismo de la égida
La égida es el nombre con el cual se conocía al escudo de Zeus o a la coraza hecha con piel de cabra que usaba Atenea. De tal manera que al hablar de égida se hablaba necesariamente de protección o de defensa. Así pues, la égida representaba la invulnerabilidad que poseían los dioses de la mitología griega, quienes no podía ser tocados por las armas de los mortales ni por las enfermedades que estos sufrían. Este símbolo luego fue adoptado por la cultura romana, pues los emperadores y los capitanes de las huestes comenzaron a utilizar un pequeño escudo en medio del pecho de su armadura con la forma de la cabeza de medusa. Esta tradición sobrevivió durante varios siglos y se expandió por distintas culturas, por lo que se le puede ver en las representaciones de Alejandro Magno.
El origen de la palabra égida, femenina en español por terminar en la vocal “a”, nos viene del latín aegis
Según señala la tradición, Zeus formaba los truenos y los rayos al batir su égida en el aire. Probablemente por esta razón es que el término αἰγίς se usaban para designar también a las tormentas y las tempestades
Más allá del mundo griego, la égida también tiene su aparición dentro de la mitología egipcia. Esta se puede ver en una de las manos de Bastet o Bast, diosa felina del amor y la armonía y protectora de los templos y los hogares