Mesoamérica
Quinto Sol

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Mito del quinto sol
Mientras el Quinto Sol se encontraba en el cielo, los dioses tuvieron una reunión y decidieron que era el momento de crear una nueva especie humana que habitara la tierra. Es por esta razón que Quetzalcóatl fue hasta Mictlantecuhtli y le comunicó que necesitaba los huesos que él tenía bajo su custodia. Como este no quería dárselos y el otro seguía insistiendo, ambos acordaron que Quetzalcóatl debía enfrentarse a una prueba: si la superaba, podría llevárselos; si perdía, Mictlantecuhtli se quedaría con ellos. Así pues, Mictlantecuhtli le entregó un caracol a Quetzalcóatl y le explicó en qué consistía la prueba: debía hacer sonar el caracol y darle cuatro vueltas desde el interior. Una vez Quetzalcóatl tuvo el caracol en sus manos, se dio cuenta de que este no tenía ningún orificio por el cual pudiera entrar, así que pidió ayuda a los gusanos y estos perforaron el caparazón. Luego pidió ayuda a las abejas y estas hicieron sonar el caracol desde adentro. Al escucharlo, Mictlantecuhtli le entregó los huesos a Quetzalcóatl e inmediatamente se arrepintió, ya que eran de todos aquellos que habían vivido en Mictlán tiempo atrás, por lo que su lugar de sepultura debía ser ahí mismo.
Quetzalcóatl desoyó las palabras y se dirigió hacia los huesos enviando a un doble suyo, haciéndoles creer que los devolvería a la vida. Así, tomó los huesos de los hombres y de las mujeres, que se encontraban separados unos de otros, y los amarró para llevárselos. Mientras descendía de Mictlán, Mictlantecuhtli tenía la certeza de que todavía podía recuperar los huesos, así que ordenó a sus servidores que cavaran un hoyo
Leyenda
Popol Vuh

Cuilomerto [CC BY-SA 3.0], via Wikimedia Commons
¿Qué es el Popol Vuh?
El Popol Vuh es una compilación de varios relatos míticos, históricos y legendarios de la comunidad k’iche, la población maya de Guatemala más numerosa de todas. Debido a la complejidad de su contenido, es considerado por los expertos como uno de los escritos más importantes sobre las culturas mesoamericanas prehispánicas. Por lo mismo, los mayas lo consideran como un libro sagrado. Este texto fue publicado en español entre 1701 y 1703 en la ciudad de Santo Tomás Chichicastenango, departamento de Quiché, Guatemala. La primera página del manuscrito se encuentra en la Bilioteca Newberry de Chicago, Estados Unidos.
Resumen
El Popol Vuh narra los siguientes sucesos:
Origen del mundo: en primer lugar, los dioses crean el mundo, con sus montañas y valles. Luego crean los animales, pero estos son incapaces de adorarlos. Entonces los condenan a que se coman unos a otros. Los dioses después crearon los hombres de barro, pero estos eran frágiles y no consiguieron levantarse ni adorarlos. Entonces crearon los seres humanos de madera, pero no tenían sentimientos, por lo cual decidieron convertirlos en monos. Más tarde, los gemelos Ixbalanqué y Hunahpú intentan matar a Vucub Caquix por su arrogancia, pero fracasan. Al intentarlo de nuevo, finalmente lo consiguen.
Historia de Hunahpú e Ixbalanqué: Los dioses Ixmukané e Ixpiyacoc tuvieron un par de hermanos. Luego Ixbakiyalo y Hun Hunahpú engendraron dos gemelos: Hunchouén y Hunbatz. Después los señores de Xibalbá asesinaron a los hermanos Vucub Hunahpú y Hun Hunahpú, colgando la cabeza de este último en la rama de un árbol. HunHunahpú e Ixquic tuvieron a un par de gemelos que más tarde se volverían héroes: Ixbalanqué e Hunahpú. Estos vivieron con su madre y Ixmukané, su abuela paterna, batallando con Hunchouén y Hunbatz. Luego estos últimos dos fueron transformados en monos. Con un poco de magia, Hunahpú e Ixbalanqué cortaron los árboles. Tras esto, los gemelos héroes se encontraron con una rata, la cual les contó la historia de sus ancestros. Después de esto, los señores de Xibalbá llaman a los gemelos desde el inframundo, retándolos a superar una serie de pruebas. Estos consiguen superar las pruebas, pero Hunahpú muere a manos de un murciélago. Por suerte, su hermano logra resucitarlo. Pese a esto, los dos terminan suicidándose en las llamas de una hoguera, siendo sus huesos llevados por el agua de un río. Poco después, los gemelos regresan a la vida y matan a los señores de Xibalbá.
Formación de los hombres de maíz: al comienzo, se crearon cuatro hombres de maíz: Balam Quitzé, el primero; Balam Akab, el segundo; Mahucutah, el tercero; e Iqui Balam, el cuarto. Después de esto, los dioses crearon las primeras cuatro mujeres. Entonces los hombres las desposaron y comenzaron a tener hijos con ellas, poblando la tierra.
El amanecer y Hacauitz: Venus aparece después de que nace el sol, causando mucha dicha para todos. Tras esto, los dioses se convierten en piedra y sólo queda libre Zaquicoxol. Mientras tanto, los cuatro varones k’iche se esconden en una montaña. Después Tohil, dios de los k’iche, ordena que se secuestren personas de otros pueblos para que le sean sacrificados. Las demás tribus, preocupadas por esta situación, mandan cuarto jóvenes muy hermosas para seduzcan a los k’iche y los lleven a la desgracia. Sin embargo, su plan es frustrado cuando las engañan con cuatro mantos mágicos. Entonces las demás tribus envían un ejército conjunto para derrotar a lo k’iche en lo alto de la montaña. Pero cuando están subiendo por esta, son derrotados por un sueño que les envía Tohil. Así los cuatro k’iche roban las armas de sus enemigos. Después de esto, los cuatro dan sus consejos y mueren uno por uno. Su territorio entonces heredado por sus hijos.
Relatos sobre migraciones: los hijos de los primeros k’iche vuelven a la ciudad de Tula, en donde Nacxit les entrega los símbolos de poder. Tras regresar al cerro Hacauitz, son recibidos con mucha alegría. Después, migran buscando un cerro donde puedan establecerse finalmente y erigir una ciudad. Así pasan por Chi Quix, donde el grupo se divide, y luego por Chi Chak, Humeta Ya, Qulba, Cauinal y después por Chi Ixmachi. Aquí comienza una guerra cuando los Ilocab engañan a los Istayul. Por ello, los primeros son esclavizados y el poder de los k’iche crece demasiado, causando terror a los pueblos vecinos. Así se forman los tres tinamit principales de la Confederación K’iche: Ahau Quiché, Cauiquib y Nihaib.
Fundación de Gumarcah y lista de generaciones: se funda la ciudad de Gumarcah en la actual Santa Cruz del Quiché, ubicada en el departamento de Quiché, Guatemala. Tras esto, se fundan las veinticuatro casas grandes, llegando a ser unidades de gran importancia social y política. Después se narran las conquistas que hicieron Gukumatz y Quikab, cuya naturaleza era prodigiosa. Luego los caueques k’iche anexionan varias tierras a su territorio al conquistar los pueblos vecinos. Estos comienzan a pagarles tributo. Después se nombran los diferentes casas grandes y chinamit que hubo en el territorio señalado, hasta la vida de Juan de Rojas, quien vivió la conquista española.
Personajes
Dentro del Popol Vuh se pueden encontrar los siguientes personajes:
- Tepeu: dios creador del cielo.
- Gucumatz: dios creador del cielo.
- Hurakan: dios de las tormentas.
- Balam Quitze: dios de las cosechas y los campos.
- Balam-Agab: dios jaguar de la noche.
- Mahcutah: uno de los hombres primigenios.
- Iqui Balam: otro de los hombres primigenios.
- Tojil: dios del fuego.
- Hunanpú: uno de los hermanos gemelos ahpú.
- Ixbalanque: otro de los hermanos gemelos ahpú.
- Ixquic: madre de los gemelos ahpú.
- Hunbatz: hijo de los ahpú.
- Hunchouén: hermano del gemelo Ixbalanqué.
- Vucub Caquix: dios de la Osa Mayor.
- Zipacná: demonio con forma de caimán grande, hijo de Vucub Caquix.
- Cabrakán: dios de los terremotos y las montañas.
- Hun Camé: dios del inframundo.
- Vucub Camé: demonio del inframundo en la tierra de Xibalbá.
- Ixmukané: dios que le dio vida a los hombres de maíz.
Maya
Huracán

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El dios huracán
Dentro de la mitología maya, Huracán era el dios de las tormentas, el viento y el fuego. El nombre de este se encuentra conformado por los vocablos mayas hun, que traduce “uno”, y racan, que traduce “pierna”. Por lo tanto, huracán se puede traducir como “el que tiene una sola pierna” o “pierna sola”, pues tenía un único pie en forma de cola de serpiente que terminaba con un pie con largas uñas como garras. Por esta razón, también era conocido como el dios cojo para los hablantes de la lengua quiché. Pese a esto, no era un dios ridículo ni menor, sino todo lo contrario: era una poderosa deidad que le gustaba traer destrucción al mundo por medio de tormentas.
Huracán también era conocido como “el corazón del cielo”. Este era representado con un ser antropomorfo con piel de serpiente, rasgos reptiloides y la cola de una serpiente. Además, portaba una enorme corona y una antorcha o un objeto humeante. En su honor, las grandes tormentas eran conocidas por los mayas como huracanes.; y en la actualidad se conocen así los ciclones tropicales. También fue uno de los trece dioses que tuvo participación en la creación del mundo y del hombre de maíz. Esto se puede encontrar relatado en El Popol Vuh
Según cuenta esta misma narración, Huracán vivía en lo alto del cielo, en medio de las nubes. Por esta razón, era el responsable de la lluvia y de otros fenómenos naturales relacionados con el clima. De esta forma, era el dios sobre el cual recaía la responsabilidad de castigar a los seres humanos por su desobediencia y malas acciones. Una vez, cuando los mayas no respetaron a los dioses y los hicieron enfurecer, los dioses le pidieron a Huracán que los castigara. Entonces lanzó una poderosa lluvia sobre la tierra, provocando inundaciones y malestar.
Este dios tenía tres manifestaciones:
- Caculha Huracán: con la forma de un rayo con una sola pierna.
- Raxa Caculhá: un rayo de gran belleza.
- Chipi Caculhá: el rayo más pequeño de todos.