Egipcia
Heh
Heh (mitología egipcia)
Heh. Dios del espacio infinito o eternidad. Hacia parte de ocho deidades que actuaban de forma conjunta, conocidas como Ogdóada. Se les rendía culto en Hermópolis Magna, una ciudad del Alto Egipto.
Una de sus esposas fue Hehet (diosa del espacio infinito, también asociada con la fertilidad). Fue representado con una cabeza de rana. En otras representaciones este dios se muestra arrodillado o sentado sobre el jeroglífico que significa “oro”, en cada mano tiene una hoja de palmera; estas palmas eran usadas en los templos para llevar a cabo ceremonias, son muy importantes porque simbolizan una larga vida para los egipcios. Por ello, a este dios se le conoce como el dios del millón de años.
Cultos y adoraciones
El Dios Heh no contaba con un santuario o centro de culto en dónde recibir adoraciones; sin embargo, cada individuo la rindió culto desde la intimidad de sus hogares, especialmente de los hogares reales. Su figura era muy utilizada en amuletos y objetos de prestigio para protección.
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Neit
El mito de Neit
Neit, también conocida como Net o Neith, es la diosa de la caza, la guerra, el destino, el cosmos, los ríos, las madres, el agua y el parto dentro de la mitología egipcia, estrechamente relacionada con Atenea, diosa de la guerra, la sabiduría, el combate y la civilización en la cultura griega. Según contaba la tradición, esta diosa era la creadora del universo y de todas las cosas que lo conformaban, por lo cual gobernaba sobre todo lo existente. Además de esto, era la patrona de la ciudad de Sais, ubicada en el lado occidental del delta del Nilo. También fue una de las tres deidades tutelares de la ciudad de Latipolis (también conocía como Esna o Lunyt), al sur del río Nilo.
Esta diosa era usualmente representada con el símbolo de un escudo con dos flechas cruzadas encima. En varias representaciones escultóricas y gráficas, se la presenta con este símbolo sobre la cabeza junto con la Corona Roja del Bajo Egipto. Además, se la mostraba llevando en una mano el cetro uas o was (un largo bastón que finalizaba con la cabeza de un animal fantástico) y en la otra la cruz ansada anj, que simbolizaba la llave de la vida. Dado que en un comienzo se le adoraba como diosa de la caza y la guerra, distintos estudios señalan que su origen podría encontrarse en Libia, al oeste de Egipto, donde moraban los pueblos más combativos del Oriente Próximo. En representaciones posteriores, se le mostraba con un telar, para representar que era la diosa que tejía el mundo. También se le llegó a representar amamantando a un cocodrilo, por lo cual se le llegó a conocer como la “enfermera de los cocodrilos”.
Según dicta la cosmovisión egipcia, Neith, como diosa creadora, fue la madre de Ra, dios del sol, y Apofis, dios del caos y las fuerzas maléficas del Duat. Como diosa del agua, fue la madre Sobek el cocodrilo. Dada su asociación con el río Nilo, se dice que era esposa del Khnum, dios de la fuente del Nilo. Además, se decía que había sido la creadora de la perca, un gigantesco pez que habita en este río. La cosmovisión egipcia indicaba que Neit, como diosa del tejido, tejía el mundo todos los días en su telar. De esta manera, todas las cosas que tuvieran lugar en su corazón y en su mente, eran creadas por la técnica de sus manos y su hilo. Pese a que algunos autores la relacionan con Khnum, otros señalan que nunca se le conoció un esposo, por lo cual se creía que era una diosa virgen y madre a la vez. También se dice que intercedió entre Horus y Set, quienes estaban en guerra para saber quién se iba a quedar con el trono de Egipto. Neit entonces decidió que fuera Horus quien gobernara.
Según narra Heródoto, un explorador de la Antigua Grecia, los egipcios celebraban la Fiesta de las Lámparas en honor a esta diosa, en la cual lanzaban luces al aire durante toda la velada. Este mismo explorador e historiador griego señala que los ciudadanos de Sais identificaban a Neit con Atenea
Egipcia
Uróboros
Simbolismo del Uróboros
Uróboros, también conocido como uroboros u ouroboros, es una criatura fantástica cuyo registro data de al menos 3000 años. Esta criatura tenía la forma de una serpiente, un dragón o un reptil alargado que se comía su propia cola, formando la imagen de un círculo. El origen de la palabra proviene del griego ουροβóρος, formado por los vocablos οὐρά, que se traduce como “cola”, y βόρος, que se traduce como “que come”. De tal forma que ουροβóρος puede traducirse como “serpiente que se come la cola”.
El uróboros, como símbolo, representa el infinito, lo cíclico, el orden, el todo, el universo y el tiempo. De esta manera, en diversas culturas antiguas se le tenía como una manifestación del eterno retorno, de lo cíclico que eran los fenóm enos naturales, como la sucesión los días, las estaciones, los vientos y las mareas
Después, el uróboros fue utilizado por los alquimistas como un símbolo de la unidad espiritual y material que tenía las cosas, pues estas no se destruían y creaban, sino que solamente cambiaban de forma
Curiosamente, el lagarto armadillo (Ouroborus cataphractus), perteneciente a la familia Cordylidae y originario de Sudáfrica, sujeta su cola entre la mandíbula y adopta la forma de un círculo cuando se siente amenazado
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Égida
Simbolismo de la égida
La égida es el nombre con el cual se conocía al escudo de Zeus o a la coraza hecha con piel de cabra que usaba Atenea. De tal manera que al hablar de égida se hablaba necesariamente de protección o de defensa. Así pues, la égida representaba la invulnerabilidad que poseían los dioses de la mitología griega, quienes no podía ser tocados por las armas de los mortales ni por las enfermedades que estos sufrían. Este símbolo luego fue adoptado por la cultura romana, pues los emperadores y los capitanes de las huestes comenzaron a utilizar un pequeño escudo en medio del pecho de su armadura con la forma de la cabeza de medusa. Esta tradición sobrevivió durante varios siglos y se expandió por distintas culturas, por lo que se le puede ver en las representaciones de Alejandro Magno.
El origen de la palabra égida, femenina en español por terminar en la vocal “a”, nos viene del latín aegis
Según señala la tradición, Zeus formaba los truenos y los rayos al batir su égida en el aire. Probablemente por esta razón es que el término αἰγίς se usaban para designar también a las tormentas y las tempestades
Más allá del mundo griego, la égida también tiene su aparición dentro de la mitología egipcia. Esta se puede ver en una de las manos de Bastet o Bast, diosa felina del amor y la armonía y protectora de los templos y los hogares