Celta
Fergus y el caballo de río
Leyenda de Fergus y el caballo de río
La leyenda de Fergus y el caballo del rio cuenta como el mítico rey se encontró con una poderosa bestia, de la cual escapó quedando desfigurado. Sin enterarse del daño vivió por largo tiempo hasta que un día en el medio de una discusión descubrió lo que se le había ocultado por tanto tiempo, enfurecido salió en la búsqueda del animal.
Leyenda
Fergus fue uno de los reyes míticos que gobernaron Irlanda, era amado y respetado por su pueblo. Un día mientras caminaba por la orilla del lago Rury, fue sorprendido por el Muirdris, mítico caballo de rio que era de monstruosas proporciones
Tras darse cuenta de lo provocado por el monstruo cogió sus zapatos mágicos y su espada, se encaminó al lago, en el cual se sumergió por un día y una noche, esperando que el caballo apareciera; de repente las aguas del lago se tiñeron de rojo y el rey salió con la cabeza de Muirdris en sus manos. Al salir su rostro recuperó su antigua belleza, seguido dejó la cabeza del animal en su hogar. Tras llegar a su hogar falleció debido al agotamiento físico producido por su venganza.
Celta
Tuan Mac Cairril
Leyenda de Tuan Mac Cairril
Tuan Mac Cairril es uno de los humanos más conocidos y respetados de la mitología celta, puesto que su historia hace alusión a una de las creencias más importantes de esta mitología, como lo es la trasformación en animales, Tuan a lo largo de los quinientos años que vivió se trasformó en diferentes animales, los cuales habitaron Irlanda. Con el paso del tiempo vuelve a nacer como humano y con esta forma contó la historia de Irlanda desde que esta era habitada por Partolón y su pueblo hasta la llegada de los hijos de Milé.
Según el Lebor na Uidhri (The Book of The Dun Cow), Tuan Mac Cairril era hijo de Carell y nieto de Muredach Munderc, aunque también fue conocido como hijo de Starn, descendiente de Sera, quien era hermano del reconocido héroe Partolón, uno de los primeros pobladores de Irlanda. Cuando la peste atacó el territorio irlandés, Tuan fue el único familiar de Partolón que sobrevivió, viviendo como el único habitante de la isla por más de dos décadas
Al llegar comenzó a pasear por los alrededores del que solía ser su hogar, posteriormente comenzó un periodo de ayuno, tras varios días su cuerpo cambio nuevamente, una noche se durmió y despertó con otro cuerpo, esta vez tenía la forma de una jabalí, vivió como tal alrededor de treinta años, cuando envejeció, el proceso se repitió y Tuan comenzó una nueva vida como águila, forma en la que vivió por casi cien años. Después de vivir como águila, Tuan, vivió como salmón, se movió por las aguas hasta que un día fue capturado y comido por una mujer, meses más tarde la mujer dio a luz Tuan Mac Cairril, nuevamente como humano Tuan, vivió alrededor de cien años.
Como humano Tuan, conoció con San Finnen, a este le contó toda la historia de Irlanda, de la cual él había sido testigo a través de las diferentes trasformaciones. Contó al monje como el pueblo de Partolón, perdió la vida por una enfermedad, como vivió solo de fortaleza en fortaleza hasta que llegó el pueblo de Nemed, tras esto se refugió en el bosque, donde tras envejecer despertó en el cuerpo de un ciervo, como tal vivió y fue testigo de la muerte del pueblo de Nemed, seguido envejeció y de nuevo despertó con otra forma, la de un jabalí, con ese cuerpo se convirtió en el rey de los rebaños de jabalíes de Irlanda. Como jabalí, Tuan observó a los Fir Bolgy, después su cuerpo envejeció y el cambio ocurrió, esta vez era un águila, como tal observó la llegada de los Tuatha De Danann, y los hijos de Milé
Celta
Los Tuatha de Danann
Leyenda de Los Tuatha de Danann
Los Tuatha de Danann fueron el quinto grupo de invasores que llegó a Irlanda según la información recopilada por la tradición en el libro Lebor Gabála Érenn (Libro de los invasores). Según el folklore y la mitología irlandesa, estos eran los dioses invasores conocidos también como Goidelicos, con el paso del tiempo los pensadores y escritores cristianos los redujeron a reyes y héroes históricos, los cuales consiguieron gobernar el territorio sobre los Fir Bolg. Los Tuatha de Danann son frecuentemente representados con pájaros coloridos y hermosos unidos por una cadena de plata.
Mitología celta y el origen de los Tuatha de Danann
Según la mitología celta existen dos principios esenciales, los cuales se disputan el orden del mundo. El primer principio es negativo representado por la muerte, la ignorancia, la noche, los formoireos (dioses de la Muerte, del Mal y de la Noche) y el mal; el segundo devine del primero y es representado por todo lo positivo, la vida, el día, el bien y la ciencia. Los Tuatha de Danann eran la expresión del segundo principio, de ellos surgían sabiduría druida, la magia y los seres mitológicos como las hadas. Según la corriente irlandesa en la que se buscó explicar la genealogía de los habitantes del país por medio de las tradiciones bíblicas, los Tuatha de Danann tienen como ancestro a Nemed, cuyo hijo Iarbonel, poseía el don de la profecía y había logrado escapar de la matanza en la torre de Conann
Los Tuatha de Danann en Irlanda
Según la leyenda los Tuatha de Danann viajaron a Irlanda desde las lejanas tierras del Norte. Al llegar descendieron desde el cielo a bordo de naves voladoras, las cuales atravesaban densas y oscuras nubes, sin embargo, en ese instante no lograron entrar en el territorio, ya que los gigantes Fomores (fomoireos) habían creado una barrera de energía que les impedía el paso; con el paso del tiempo lograron traspasar la barrera y desembarcar en el Oeste. En base a los relatos por este entonces los dioses trajeron consigo ciertas herramientas mágicas, entre estas: la piedra del Destino, piedra que producía sonido cuando era tocaba un rey legítimo, también traían la lanza de Lugh, objeto que garantizaba la victoria del ejército que la tenía, asimismo, contaban la espada de Nuada, herramienta que permitía encontrar al enemigo en cualquier parte del mundo y por último estos tenían el gran caldero de Dagda, recipiente mágico que dejaba a todos satisfechos.
Una vez instalados en el territorio los Tuatha de Danann enfrentaron a una serie de batallas, por medio de las cuales consiguieron el control de Irlanda. Esta lucha inicio con la Primera Batalla de Magh Tuiredh, enfrentamiento en el que los Tuatha de Danann vencieron a los Fir Bolg, un grupo de habitantes de Irlanda. Poco tiempo después se llevó a cabo la Segunda Batalla de Mag Turiedh, combate en el que se enfrentaron los Tuatha de Danann y los Fomores, monstruosas bestias conocidas como los dioses de la muerte, el mal y la noche. Durante este enfrentamiento el rey de los Tuatha de Danann falleció, sin embargo, esto no detuvo a los invasores, quienes consiguieron la victoria, convirtiéndose en los únicos señores de Irlanda.
Tras vencer a los Fomores, los Tuatha de Danann gobernaron el territorio de manera justa, sembrando la paz y la prosperidad por largo tiempo. No obstante, un día su reinado terminó a manos del ejército del rey Milé; después del enfrentamiento los Tuatha de Danann se refugiaron en los Sid o los palacios subterráneos, los cuales fueron descubiertos para estos por Dagda. En este mundo subterráneo los Tuatha de Danann, llevaron una vida similar a la de los humanos, con la salvedad de que en su territorio practicaban magia. En algunas ocasiones visitaban sus antiguas dominios protegidos con un hechizo que evita sean vistos por los humanos; se cree que en algunas ocasiones los Tuatha de Danann prestaban ciertos servicios a los humanos.
Celta
La tragedia de Cuchulain y Connla
Leyenda de La tragedia de Cuchulain y Connla
Esta leyenda celta expone la serie de hechos que llevaron al encuentro entre el mítico héroe Cuchulain y el poderoso Connla, cuyo origen era desconocido por ese entonces. Cuando estaba por finalizar el enfrentamiento entre estos Cuchulain, descubrió el nombre y linaje del joven, que pereció en sus manos.
Leyenda
Mientras Cuchulain vivía en la Tierra de las Sombras tuvo como pareja a la princesa Aifa, quien era considerada la guerrera más fuerte y feroz del mundo, incluso Skatha temía enfrentarse a ella. Antes de partir hacia Erín, Cuchulain le dio a la princesa un anillo de oro y seguido comentó que, si tenía un hijo de él, lo enviará solo cuando este tuviera la edad suficiente para usar el anillo, asimismo, el guerrero añadió que este joven tendría un geise (tabu o requerimiento), nunca se daría a conocer, tampoco iría a ningún combate, pero no lo rechazaría; el nombre de este seria Connla. Años después los señores de Úlster, observaron cómo se acercaba un joven en un pequeño barco de bronce con remos de color dorado, mientras se movía el barco el joven utilizaba ágilmente una honda para atacar aves, las cuales caían a sus pies. Al ver la agilidad del joven, el rey Conor mencionó: Si los hombres del país de este chico vienen aquí, seguro nos reducirán a polvo. ¡Desgraciada será la tierra a la que vaya ese muchacho!
Cuando el joven desembarcó había un mensajero esperándole, el cual debía convencer al joven de retirarse del territorio, sin embargo, este se negó. Poco tiempo después fueron enviados varios hombres en su contra, el joven consiguió atar a algunos y asesinar a otros. Seguido desafío el poder de Úlster al negarse a dar su nombre o linaje, información que tenía prohibida compartir por la geise impuesta por su padre. Por su fuerza y destreza el rey Conor, pidió que trajeran a Cuchulain, uno de sus guerreros más destacados. Cuando este llegó observó como el joven con gran destreza realizaba espectaculares hazañas como lanzar armas por el aire. En ese momento irrumpió en la batalla, preguntó su nombre, pero este se negó a decirlo, por lo cual Cuchulain, le atacó, la pelea entre estos fue larga y reñida, al final los dos cayeron al mar, donde Cuchulain, casi muere ahogado, en ese mismo momento recordó la técnica de Skatha, por medio de la cual destripó al valiente joven.
Mientras observaba al agonizante muchacho, vio el anillo que reconoció como suyo, en ese instante entendió quien era el joven al cual había herido. Llevó a Connla hasta la orilla y dijo ante el rey Conor, “Aquí está mi hijo para vosotros, hombres de Úlster.»