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Japonesa

Hachiman 

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Mito de Hachiman

Hachiman (八幡神) Dios de los guerreros samuráis y del tiro con arco, es considerada una de las deidades más fuertes del panteón japonés, junto a Takemikazuchi o Kashima. Hachiman no hace parte del grupo de deidades japonesas creadoras de la vida en el país, por lo cual no se hace alusión a este en los antiguos libros como el Kojiki y Nihonshoki. Fue creado hacia el siglo IV d.C, momento en el que el entonces fallecido emperador Ojín, fue ascendido a deidad con el nombre de Hachiman, palabra que traduce Dios de los 8 estandartes

, la cual hace referencia a los ocho estandartes celestiales que anunciaron el nacimiento de este a la emperatriz Jingū.

Origen

Esta deidad surgió tras el fallecimiento el emperador Ojín, hijo de la emperatriz Jingū; quien fue ascendido a deidad y rebautizado con el nombre de Hachiman, más tarde las creencias ligadas a este se fusionaron con los atributos y características del Dios de la guerra de China, país en el que se le conoce como Gran bodhisattva Hachiman, el protector de los seguidores del Sutra del Loto. Con el paso del tiempo empezó a ser visto como el Dios de la Agricultura y el protector de Japón, entre sus funciones esta mantener la paz y tranquilidad del país, así como atraer la felicidad y la prosperidad.

Es visto como el protector de los marineros, pescadores, agricultores y campesinos, quienes recurren a este para que les cuide durante sus labores. Su nombre hace alusión a los ocho estandartes celestiales que anunciaron el nacimiento del emperador Ojín. Según los diversos relatos sobre la historia de Japón, durante los periodos de enfrentamientos se hacía sonar los tambores tradicionales llamados Odaiko, puesto que se creía que Hachiman habitaba en el sonido producido por estos y el choque de las espadas. En la actualidad Hachiman es una de las deidades más respetadas y conocidas en Japón, llegando a contar con más de 25.000 templos en su honor y numerosas estatuas.

China

Ave bermellón

Mito de Suzaku

Bertuch-fabelwesen.JPG: Friedrich Johann Justin Bertuch (1747–1822)derivative work: Tsaag Valren [Public domain], via Wikimedia Commons

El mito del Ave bermellón

Suzaku es una palabra japonesa que puede traducirse como “Ave roja” o “Ave bermellón”. El Suzaku era un ave legendaria de color rojo que representaba las mansiones lunares del sur, el conocimiento astronómico, la sabiduría, el verano, el sur, el fuego y el color rojo. Probablemente, esta criatura fue adoptada de la mitología china, en donde representaba uno de los cuatros monstruos o constelaciones. Además de Japón, esta criatura se puede ver en la cultura pinyin con el nombre de Zhū Què; en la vietnamita con el nombre de Chu Tước; y en la coreana con el nombre de Ju-jak.

Según señalan las descripciones hechas por los antiguos, este pájaro tenía una forma similar al faisán, aunque estaba recubierto con plumas de cinco colores y, en algunas ocasiones, se le presenta como cubierto de fuego

. Por esta razón, se le ha relacionado con el Ave Fénix. Algunos relatos incluso dicen que podía renacer al igual que esta ave, por lo cual se tenía por un símbolo de resurrección, de cambio, de restauración, de prosperidad y de buena suerte.

En la cultura china, el Suzaku era una de las cuatro criaturas fantásticas que, provenientes de las constelaciones, se utilizaban para señalar los puntos cardinales. De esta forma, Suzaku representaba el color rojo y el sur; el dragón representaba el color verde, el azul y el este; el guerrero (que tenía cola de serpiente y cabeza de tortuga) representaba el color negro y el norte; el tigre representaba el color blanco y oeste. Estos animales, como manifestación del todo, del espacio y del tiempo, se pintaban en las tumbas para proteger a los muertos de los espíritus malignos. Mientras tanto, en Japón se encuentran principalmente a Suzaku en lugares ceremoniales, como en el templo de Yakushiji y en el túmulo Takamatsuzuka, originario del periodo Asuka.

Las inscripciones y los registros más antiguos que se tienen de las cuatro criaturas espirituales datan del siglo II a. C. Cada una de estas representaba, además de un color y una dirección, un elemento, una virtud y una estación. Según se sabe, había una quinta dirección asociada a la misma China: el centro. Como se ha dicho antes, las criaturas tienen igual jerarquía en las representaciones chinas, lo que no ocurre en Japón, donde Suzaku se impone ante las demás. De hecho, en la mayoría de las ocasiones se le representa sola.

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Japonesa

Muñeco Daruma

Simbolismo del muñeco Daruma

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Simbolismo de los muñecos Daruma

El muñeco Daruma es una figura de Bodhidharma (Daruma), dios japonés que fundó la escuela budista Zen. Este muñeco tiene una forma parecida a un huevo, pues el dios no tiene piernas ni brazos. Esto se debe a que, según cuenta la leyenda, el maestro Daruma perdió sus extremidades luego de pasar mucho tiempo meditando en una cueva sin darles ningún uso. Por esta razón, en el país nipón estos muñecos representan la paciencia y la tenacidad. Se cree entonces que, si se hacen a mano, van a permitir que consigamos nuestros sueños. Dado que estos muñecos son muy populares entre los nacionales y entre los turistas, su uso e historia se han extendido ampliamente por el mundo.

De lo anterior, se puede ver a estos muñecos como un amuleto para la motivación personal. Si bien sus efectos mágicos pueden ser puestos en duda, ver esta figura sobre la mesa o un estante diariamente recordará al propietario la meta que se había propuesto

. Si bien se pueden hacer a mano, muchas personas los regalan en los cumpleaños, en Año Nuevo o en el momento cuando alguien está a punto de emprender un nuevo proyecto. Esto es una forma de ofrecerle apoyo a la otra persona, de decirle que es capaz de hacerlo y que se esfuerce lo suficiente si quiere conseguirlo. Así, los muñecos Daruma son útiles para propósitos y no para deseos, pues se trata de un proceso que emprende una persona con sus propias fuerzas y no de un asunto del azar.

Uno de los casos en los que regalar un muñeco Daruma sería ideal, es cuando la otra persona está tratando de dejar un vicio, como puede ser el cigarrillo, el alcohol o los juegos de azar. Todos estos propósitos necesitan de la dedicación y la fuerza de voluntad de la persona, por lo cual sería ideal verse representado a sí mismo en el maestro Daruma. Otro caso en el que puede regalarse, es cuando la otra persona está ahorrando con algún propósito en mente o cuando está buscando un trabajo. En este último, se sabe que tener varias entrevistas y no ser llamado puede ser frustrante, por lo cual el Daruma puede otorgarle la motivación para seguir intentándolo.

Según la tradición, una vez se ha recibido, comprado o elaborado el Daruma, se le pintará únicamente un ojo cuando se sepa a ciencia cierta cuál es el propósito a cumplir. Cuando este se cumple, se pinta el otro ojo como una muestra de agradecimiento y de realización. Por esta razón, los Daruma para regalo vienen con los ojos en blanco. Tal y como dice el proverbio japonés, si te caes siete veces, tienes que levantarte ocho.

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Uke Mochi

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Mito de Uke Mochi

Uke Mochi (保食), Diosa de la flora y la fauna, es una de las deidades más importantes del panteón sintoísta, también conocida como Ukemochi-no-kami. Uke Mochi descendió del cielo en el momento de la creación, abrió su boca y con un gran suspiro dio vida a los animales que poblaron el océano y la tierra, primero se acercó al mar y de su boca salieron los peces y animales marinos, posteriormente se acercó al bosque y ahí dio vida a los diversos animales que moran en este lugar. Poco tiempo después se dirigió a un arrozal, donde brotaron grandes cantidades de arroz. Esta historia ha sido recopilada en el Kojiki, primer escrito japonés en el que están escritas la mayoría de las historias sobre las deidades y la historia de Japón.

Esta amable y poderosa Diosa vivía en el Takama ga hara, lugar en el que moran las deidades shinto; un día fue visitada por el Dios de la Luna, Tsukuyomi, en representación de su hermana Amaterasu, encantada por la visita ofreció al Dios un gran banquete creado de su boca y nariz, este fue servido en alrededor de cien mesas, sin embargo, a Tsukuyomi le disgustó la procedencia de la comida, motivo por el que ofendido dio muerte a la Diosa, atravesándola con su espada.

Tras su muerte del cuerpo de Uke Mochi, brotaron las sustancias viales o alimentos terrenales fundamentales, los cuales beneficiaron a la humanidad. De sus ojos brotó el arroz, de la nariz salieron las judías, de sus orejas emanó el mijo, de sus genitales surgió el trigo, del recto emanó la soja y de su cabeza nacieron la vaca y el caballo. Al enterarse del reprochable acto cometido por su hermano, Amaterasu, se enfadó con este y comenzó a evitarle en el Takama ga hara; se dice que es por esto que el Sol y la Luna no se encuentran. El nombre de la diosa ha sido usado en el manga Ao no Exorcist de Kazue Katou, en el cual UkeMochi es el nombre del Byakko de Izumo Kamiki, destacada exorcista descendiente de una familia de doncellas del santuario.

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