Heráldica
Flor de lis
Simbolismo de la flor de lis
La flor de lis es la representación que se hace del lirio (azucena) dentro de la heráldica. Esta es, junto al águila, el león y la cruz, uno de los muebles más utilizados en los escudos de armas, y ello se debe a las interpretaciones que despertaba durante la Edad Media el lirio, flor conocida ampliamente como un símbolo de la inocencia, la pureza y la virginidad por su color blanco. No obstante, la representación más extendida de la flor de lis es de color azul, símbolo del poder y lo noble, o de color dorado, manifestación del oro y la riqueza, sobre un esmalte azul. Por ello, la flor de lis azul se considera como símbolo por excelencia de la realeza francesa. Así, esta se puede encontrar en el antiguo escudo que tenía la Universidad de París y en el techo de la Saint Chapelle de la misma ciudad. Además, tiene lugar en la bandera de diferentes ciudades francesas y en el escudo de armas de varias familias, incluido el blasón de la familia Borbón.
La primera evidencia que se tiene del uso de la flor de lis se remonta a la civilización minoica, la cual construyó el Palacio de Cnosos, al que conocían como príncipe de los lirios. Después de esto, el símbolo fue adoptado por las culturas romana y bizantina. Y luego la flor de lis fue introducida en las representaciones artísticas paleocristianas, como tronos, cetros y diademas. Así, llegó a los lombardos, los bárbaros y los visigodos, extendiéndose por toda Europa. De esta forma, fue utilizada por los emperadores carolingios y sus sucesores, los capetos y los otonianos. Finalmente, llegó a los francos, aunque no se tiene muy claro de qué forma, pues existen diversas leyendas sobre este acontecimiento.
Una de las leyendas más extendidas es la de la Sagrada Ampolla. Según se cuenta, el día en el que estaban bautizando y coronando en la Catedral de Reims al rey franco Clodoveo I, bajó una paloma desde el cielo con un ramo de lirios en su pico
¿Cómo están compuestos los escudos de armas?
Las armerías, blasones o escudos de armas están compuestos por la conjunción de cuatro elementos, de cuatro repertorios paradigmáticos: campo, que se refiere al área del escudo y que usualmente no tiene un significado distintivo; particiones del campo, que se refiere a todas formas que dividen el escudo en pequeños espacios, como pueden ser cuadrados o líneas verticales, horizontales o diagonales; muebles o señales, que son todos aquellos objetos o signos que se introducen en cada partición; y esmaltes, que hace referencia a los colores de las distintas partes del escudo.