Flores
Lirio
Simbolismo del lirio
El lirio, del latín lilium y del griego leirion, también conocida como azucena, del arábico as-susa-na, es una flor conocida ampliamente como un símbolo de la inocencia, la pureza y la virginidad. Esto se debe a su color blanco. Por dicha razón, se regalaban lirios a la novia durante el matrimonio, como una representación de sí misma. Por dicha costumbre, también se conoce como un símbolo del amor, del corazón y de lo femenino. No obstante, puede encontrarse una interpretación bastante distinta dentro del mundo grecorromano. Según contaban, uno de los favoritos de Apolo fue transformado en un lirio rojo como consecuencia de sus amores prohibidos. Una lectura similar se puede encontrar en el mito de Perséfone, la cual toma un hermoso lirio que nace de la tierra, aunque en algunas versiones es un narciso, y por ello es arrastrada al inframundo por Hades, quien la toma por esposa. Así, el lirio vendría a representar la tentación y el paso al más allá.
Por su parte, Angelo de Gubernatis anota en su Mitología de las plantas que el lirio está consagrado a los sátiros y a la diosa Venus, pues es una flor que tiene un pistilo vergonzoso que recuerda la generación. En consecuencia, este autor convenció a los reyes franceses de la época para que adoptaran esta flor como símbolo nacional, trayendo así la prosperidad de la raza. Siguiendo esta misma idea, Huysmans anota en La Cathédrale, quien anota que su olor nada tiene que ver con la castidad, sino más bien con lo afrodisíaco, pues su aroma es una combinación de pimienta y miel, dulce, fuerte y un poco acre. Por todo lo anterior, remite a la conserva sensual del Levante y a las sustancias eróticas de la India. Por otro lado, Anquises de Eneas cree que el lirio de seis pétalos simboliza los seis rayos del sol, por lo cual sería un símbolo de gloria y fecundidad.
Gracias a algunos versos de Mallarmé y de otros poetas, se tiene en el imaginario colectivo que el lirio se encuentra en estrecha relación con la luna, con la cual comparte su color blanco. Así, el lirio se familiariza con el agua y con los sueños nocturnos. De esta manera, la imagen de esta flor como representación del amor se precisa en un amor intenso, ensoñador, que puede o no realizarse. Cerca de este significado está el que le otorga la Biblia, pues el lis es la flor que se le otorga al ser amado, al ser elegido entre todos los demás. De esta manera, el lirio es un símbolo de Israel, el pueblo elegido, y también de María, la virgen elegida entre todas las mujeres. Dentro del cristianismo, el lirio de los valles también representa a Jesucristo y al árbol del paraíso.
Flores
Azucena
Simbolismo de la azucena (lirio)
La azucena, del arábico as-susa-na, también conocida como lirio, del latín lilium y del griego leirion, es una flor conocida ampliamente como un símbolo de la inocencia, la pureza y la virginidad. Esto se debe a su color blanco. Por dicha razón, se regalaban azucenas a la novia durante el matrimonio, como una representación de sí misma. Por dicha costumbre, también se conoce como un símbolo del amor, del corazón y de lo femenino. No obstante, puede encontrarse una interpretación bastante distinta dentro del mundo grecorromano. Según contaban, uno de los favoritos de Apolo fue transformado en una azucena roja como consecuencia de sus amores prohibidos. Una lectura similar se puede encontrar en el mito de Perséfone, la cual toma una hermosa azucena que nace de la tierra, aunque en algunas versiones es un narciso, y por ello es arrastrada al inframundo por Hades, quien la toma por esposa. Así, la azucena vendría a representar la tentación y el paso al más allá.
Por su parte, Angelo de Gubernatis anota en su Mitología de las plantas que la azucena está consagrado a los sátiros y a la diosa Venus, pues es una flor que tiene un pistilo vergonzoso que recuerda la generación. En consecuencia, este autor convenció a los reyes franceses de la época para que adoptaran esta flor como símbolo nacional, trayendo así la prosperidad de la raza. Siguiendo esta misma idea, Huysmans anota en La Cathédrale, quien anota que su olor nada tiene que ver con la castidad, sino más bien con lo afrodisiaco, pues su aroma es una combinación de pimienta y miel, dulce, fuerte y un poco acre. Por todo lo anterior, remite a la conserva sensual del Levante y a las sustancias eróticas de la India. Por otro lado, Anquises de Eneas cree que la azucena de seis pétalos simboliza los seis rayos del sol, por lo cual sería un símbolo de gloria y fecundidad.
Gracias a algunos versos de Mallarmé y de otros poetas, se tiene en el imaginario colectivo que la azucena se encuentra en estrecha relación con la luna, con la cual comparte su color blanco. Así, la azucena se familiariza con el agua y con los sueños nocturnos. De esta manera, la imagen de esta flor como representación del amor se precisa en un amor intenso, ensoñador, que puede o no realizarse. Cerca de este significado está el que le otorga la Biblia, pues el lis es la flor que se le otorga al ser amado, al ser elegido entre todos los demás. De esta manera, la azucena es un símbolo de Israel, el pueblo elegido, y también de María, la virgen elegida entre todas las mujeres. Dentro del cristianismo, la azucena de los valles también representa a Jesucristo y al árbol del paraíso.