Eos (mitología griega)

Eos es la diosa del alba. Sus padres son los titanes Hiperión y Teia, y es hermana de Helios y Selene, ambos dioses. Cada mañana Eos se elevaba sobre las aguas del Océano para iluminar el mundo. Antes de la puesta de sol, se le veía por el cielo en una cuadriga tirada por los caballos Faetón y Lampos. En las descripciones que hizo Homero sobre la diosa del alba la menciona como la «la que brilla ante los mortales» o «la que se aposenta sobre el trono de oro».

Afrodita tenía mucha envidia de ella y por ende siempre trataba de dañar sus romances con mortales muy atractivos. Eos trató en cierta ocasión de seducir al amante de la diosa del amor, Ares, dios de la guerra. Uno de sus esposos fue Titono, hijo del rey Laomedón de Troya. Eos le pidió a Zeus

que le diese el don de la inmortalidad, pero se olvidó de pedir también la eterna juventud. Así, el infortunado Titono sufrió un deterioro extraordinario con el tiempo hasta convertirse prácticamente en un escarabajo. Eos empezó a rechazarlo al punto de no verlo más.

También estuvo con los cazadores Céfalo y Orion. Artemisa estaba profundamente ofendida, así que, mató a Orion, siendo inmediatamente ascendido al firmamento en forma de constelación.

Eos es retratada como una bella mujer de dedos rosados, aparece en una carreta tirada por algunos caballos. También posee unas pequeñas alas de plumas color marrón o blanco y encontrarse apreciando o regando plantas. En la Ilíada

, era de piel dorada y portaba una toga blanca o color pastel de bordes dorados con flores. Eos siempre fue una romántica empedernida, comportándose así normalmente de forma nostálgica y muy amable.

Su deseo insaciable de amor (fue castigado por Afrodita) y la llevó a raptar a la mayoría de sus consortes. Eos era la encargada de abrir las puertas del Cielo para su hermano Helios. También fue madre de muchas estrellas y planetas. La diosa también tenía el poder de esparcir su rocío sobre todas las plantas y árboles, ayudándolas a crecer.

Afrodita hizo caer una maldición sobre la diosa Eos, la cual sería caer enamorada constantemente y difícilmente ser correspondida. Afrodita también secuestró al hijo de Eos con Céfalo, Faetonte; para luego encerrarlo en su templo, en venganza por las ofensas que su madre le había hecho y las penurias que le habría provocado.