Yin y yang

Yin y yang (Taijitu)

El Taijitu, como normalmente se conoce la representación del yin y el yang, es un símbolo utilizado por el taoísmo para representar las fuerzas fundamentales, opuestas y complementarias que gobiernan el universo. Así, según la antigua filosofía china, todas y cada una de las cosas del mundo necesitan de un opuesto complementario para poder existir. Y este se encuentra no solamente en el exterior, sino también dentro de sí. De tal manera que no existe lo puro y estático, sino que todo se encuentra en constante transformación. El yin y el yang entonces se representan como las dos mitades, blanca y negra, de un círculo perfecto; pero en cada parte de color hay dentro un círculo del otro color, que representa, como se ha dicho antes, que lo opuesto se encuentra también dentro de todas las cosas. La parte negra, el yin, simboliza lo pasivo, lo oscuro, lo frío, lo nocturno y lo femenino; mientras que la parte blanca, el yang, simboliza lo activo, lo luminoso, lo cálido, lo diurno y lo masculino.

A pesar de que no se tiene certeza del origen de los dos conceptos, se sabe que el yin representaba la parte norte y nublada de una montaña, asociada con la luna. Por su parte, el yang representaba la parte sur y soleada de la misma montaña, por donde aparece el sol. A pesar de que el símbolo es propio de la cultura china, puede encontrarse otras culturas, como la celta, la etrusca y la romana. Dentro de esta última, era utilizado en los escudos de la infantería romana occidental, los armigeri defesores seniores

. El Taijitu también ha sido empleado dentro de las ciencias exactas, primero para la dualidad de Poincaré y más tarde para la mecánica cuántica, donde sirvió para comprender la teoría de que las partículas de la luz tienen una naturaleza doble, de onda y de partícula.

Algunos de los principios dictados por el Taijitu son: el yin y el yang son opuestos, pues toda cosa en el mundo se encuentra en relación con otra contraria; el yin y el yang son interdependiente, pues el uno no puede existir sin el otro; el yin y el yang pueden subdividirse en una nueva división de yin y yang, porque los días buenos pueden dividirse en momentos buenos y malos

; el yin y el yang se consumen mutuamente, pues todas las cosas son dinámicas y cuando una fuerza se reduce, su opuesta aumenta; el yin y el yang pueden convertirse en sus opuestos, pues todo tiende a transformarse; y hay yin en el yang y yang en el yin, pues nada es puro ni absoluto.