Simbolismo del número tres (3)

El tres es un número natural que se representa con la cifra 3. Este es el segundo número primo después del 2, el primero de los impares y el primero de los primos de Fermat; es un número que se obtiene al sumar los primeros dos números (1+2); es la medida mínima que puede tener un cateto en números naturales; es la cuarta unidad en la sucesión de Fibonacci; es el número del triángulo y del cubo; y es un número cuyas raíces enésimas siempre son algebraicas o irracionales. Más allá de sus propiedades matemáticas, el tres es un número de un gran valor simbólico para diferentes culturas del mundo. El tres es el número de los meses que dura una estación, es el número de la familia (padre, madre e hijo), es el número de las tres esencias alquímicas (sal, azufre y mercurio), el número de los conos con los cuales vemos los colores y el número de diferentes triadas de dioses antiguos y actuales.

En diferentes culturas, el tres es el número del universo en la medida en que representa los tres niveles del mundo: el celestial, el terrenal y el inframundo. De la misma forma, es el número que representa a los pobladores del universo

: Dios, el ser humano y el demonio; o los dioses, sus intermediarios y los humanos. Para los chinos, representaba esta idea de totalidad, pues simbolizaba al ser humano, producto del Cielo y de la Tierra. El budismo creía que la máxima expresión de su religión se encontraba en la triada del Buddha, el Dharma y el Sangha; el taoísmo tiene una idea análoga, formada por el Tao, los Libros y la Comunidad. Además de esto, es de recordar que el tiempo posee una forma triple: pasado, presente y futuro.

Muchos panteones de dioses están formados por tres personajes, ya sean únicos o más importantes que los demás. El ejemplo más claro de esto se encuentra en la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. También se puede encontrar en el Trimurti del hinduismo, conformado por Brhama (creador), Vishnu (conservador) y Shiva (destructor); en las tríadas del antiguo Egipto, como la conformada por Ra, Amón y Ptah, y la conformada por Isis, Osiris y Horus; en la tríada babilónica, conformada por Ea, Anu y Bel; en la tríada cananea, conformada por Baal, Hadad y Atargatis; en la tríada celta, conformada por Epona, Matres y Lug; en la tríada hitita, conformada por Arinnitti, Sarruma y Tarhun; en la tríada etrusca de Uni, Tinia y Menrva; en la tríada maya de Ixchel, Itzamná y Kukulcán; en la tríada mexica de Huitzilopochtli, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca; en la tríada sumeria de An, Enki y Enlil; y en la tríada masculina y femenina del mundo griego, conformadas por Zeus, Hades y Poseidón, y Hera, Afrodita y Atenea, respectivamente; y en la tríada apolínea de Apolo, Leto y Artemisa.

Además de las tríadas de dioses, también se pueden encontrar tríadas de personajes notables, ya sean ficticios o reales. Por ejemplo, los tres reyes magos que van a visitar a Jesús recién nacido: Melchor, Gaspar y Baltasar; los tres filósofos de la antigüedad griega: Sócrates, Platón y Aristóteles; los tres pensadores del marxismo-leninismo: Marx, Engels y Lenin; los tres filósofos del racionalismo: Descartes, Spinoza y Leibniz; los tres filósofos del empirismo: Berkeley, Locke y Hume; los tres filósofos del idealismo alemán: Schelling, Fichte y Hegel; los tres filósofos de la sospecha: Nietzsche, Marx y Freud; los tres pensadores de la filosofía china: Buda, Confucio y Lao Tsé. De forma similar, se encuentran tres ideales en varias culturas, como los tres principios de la Revolución francesa: igualdad, libertad y fraternidad; los tres principios del pueblo chino: paz, tierra y pan; los tres principios del franquismo: una, grande y libre; los tres principios de Churchill: sangre, sudor y lágrimas.