Simbolismo del número trece (13)

El número trece es un número natural que en el sistema decimal se escribe con las cifras 13. Entre sus propiedades matemáticas se cuentan el ser el sexto número primo desde el cero (después de 2, 3, 5, 7, 11); es un número primo que se obtiene de la suma de otros dos primos (2+11); es uno de los números dentro de la sucesión Fibonacci (el octavo después de 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8); es el número de semanas que dura una estación climática; y es considerado como un número pitagórico. De todos los números que son objetos de superstición, es uno de los más populares que supuestamente tiene valores negativos. De hecho, el miedo hacia este número se conoce como triscaidefobia, mientras que el miedo al viernes 13 y al martes 13 son conocidos como parascevecatriafobia y trezidavomartiofobia.

La superstición que se tiene alrededor del número trece probablemente tuvo su origen en la Edad Media

. Aunque no está del todo claro su origen, se tienen varias hipótesis. Por ejemplo, en la última cena hubo trece personas presentes y al final murió una, Jesús; fue un viernes trece cuando quemaron en una hoguera al último maestre templario, Jacques de Molay, quien maldijo al Papa Clemente V y al rey Felipe IV de Francia, afirmando que morirían en menos de un año y así fue; se cree que Judas fue la persona número trece en la última cena y la que terminó traicionando a Jesús; y en el código babilonio de Hammurabi se omite la ley decimotercera por ser de mal augurio.

A los eventos antes mencionados, las personas triscaidefóbicas suman el hecho de que diferentes acontecimientos desafortunados han tenido relación con el número trece, como es el caso de la falla que sufrió el Apollo 13, una misión de la NASA que falló en su intento de alunizaje; aunque no hubo muertos

. Fue un viernes trece de diciembre de 1939 cuando ocurrió en Victoria, Australia, el mayor incendio que ha conocido la humanidad, el cual arrasó con 20.000 km² y dejó 71 muertos y 3.000 personas sin hogar; fue un viernes trece de octubre de 1972 cuando el vuelo de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrelló en los Andes, dejando un saldo de 29 muertos.

Además, fue un viernes trece de 1989 cuando se realizó un ataque con virus informático a cientos de computadoras IBM, con lo cual se perdieron varios archivos de forma permanente porque esto era inusual para la época; un viernes trece murió el rapero Tupac Shakur, quien estaba en cuidados intensivos luego de haber recibido tres disparos seis días antes; un viernes trece se accidentó el crucero Costa Concordia en la Isla Giglio, hecho en el que murieron 32 personas; y un viernes trece ocurrió el primero de los atentados terroristas de París.

La superstición del número trece es tan fuerte, que varios edificios no cuentan con un piso trece. Lo mismo ocurre con hoteles que no tienen habitación trece, con ciudades que no tienen una calle trece y con asientos de avión que tienen el número 13. Los antiguos egipcios creían que el número trece representaba la muerte. Por ello la carta del tarot número 13 es la de la Muerte, que representa el cambio y la transformación. Algunas de las personas más notables que han sufrido de triscaidefobia son el presidente estadounidense Franklin Roosevelt, el compositor austriaco Arnold Schoenberg, el dramaturgo judío Sholom Aleichem, el escritor estadounidense Nick Yarris, el dictador Adolf Hitler y el escritor Stephen King.