El oktoíjos es un sistema de notación musical desarrollado a partir del canto litúrgico bizantino u ortodoxo griego. El término proviene de los vocablos griegos Októ (Οκτω), que se puede traducir como “ocho”; e Ijos (Ηχος), que se puede traducir como tensión o tono. Esto se debe a que este sistema está compuesto por ocho modos musicales. De forma semejante al canto gregoriano, la música bizantina que estaba regida por este sistema contaba con cuatro modos auténticos y otros cuatro colaterales o plagales. Estos modos eran: Protos (primero); Défteros (segundo); Tritos (tercero); Tétartos (cuatro); Plagios tu protu (quinto); Plagios tu defteru (sexto); Barís (séptimo); y Plagios tu tétartu (octavo).
Los ocho modos se organizaron en tres géneros o familias de acuerdo a sus propias características. Estas eran: Género diatónico: primero, cuarto, quinto y octavo; género cromático (segundo y sexto); y género enarmónico (tercero y séptimo). Cada uno de los modos, que podrían entenderse como equivalentes a una escala, se corresponde en mayor o menor medida con los modos musicales griegos: dórico, locrio, frigio, hipofrigio, lidio, hipolidio y mixolidio.
Los sonidos de cada nota de la escala bizantina provienen del alfabeto griego: α, β, γ, δ, ε, ζ, η. A estas se les agregaron una sílaba consonántica-vocálica para que los sonidos fueran más eufónicos, de tal forma que quedaron como πα, Βου, Γα, Δι, Κε, Ζω, Νη, πα (
En la música bizantina también se diferenciaban tres velocidades melódicas:
Hirmológicas: melodías de velocidad rápida con un intervalo de entre 120 y 180 pulsos por cada minuto. Dado que cada nota correspondía a una sílaba del texto, equivalían a las melodías silábicas de los cantos gregorianos.
Stijiráricas: melodías de velocidad moderada con un intervalo de entre 60 y 80 pulsos por cada minuto. Cada sílaba de esta velocidad cubre un giro melódico realizado por algunas notas, por lo que equivaldrían a las melodías neumáticas del canto gregoriano.
Papádikas: melodías de velocidad lenta con un intervalo de entre 40 y 50 pulsaciones por cada minuto. Cada sílaba podía cubrir un gran número de notas, por lo que equivaldrían a las melodías melismáticas del canto gregoriano.
Leyendas mexicanas No cabe duda de la riqueza cultural de México, se puede ver reflejada… Leer más
Arsenio Lupin Arsenio Lupin es un personaje de ficción creado por el escritor francés Maurice… Leer más
Nuevo Orden Mundial El Nuevo Orden Mundial es una teoría de la conspiración que afirma… Leer más
Dioses olímpicos En la mitología griega, los dioses olímpicos eran las principales divinidades del panteón… Leer más