Simbolismo mariposa negra

La mariposa como un insecto pequeño y frágil capaz de volar, es un símbolo de inconstancia y ligereza. Dado que estas se abalanzan sobre la luz, incluso si está producida por una llama, son leídas como una representación del propio ser humano lanzándose al fuego de sus propias pasiones. Mientras tanto, en Japón son vistas como una manifestación de lo femenino y de la felicidad conyugal. Además, dada su ligereza, se piensa que son espíritus que vagan por el mundo. Verlas implica entonces la inminencia de una visita o de la misma muerte. Este último significado generalizado a todas las mariposas en Oriente, se encuentra específicamente en Occidente en la mariposa negra. El color negro de por sí es símbolo de la muerte, del vacío y del fin, por lo cual estas mariposas son vistas como señales del más allá.

Más allá de esto, la mariposa es interpretada a través de su ciclo de vida. Es decir, a partir de su metamorfosis de oruga a mariposa. Por tanto, se interpreta como un símbolo de resurrección, de cambio, de transformación. Por esta razón, se puede ver en los mitos de Psique y Yuan-K’o, personajes que guardan un secreto, ostentando una personalidad doble: la visible y la invisible. En la cultura china y vietnamita, el vocablo t’ie traduce mariposa y edad avanzada. La mariposa es entonces un símbolo de la longevidad, por paradójico que pueda parecer (pues la vida de las mariposas es efímera).

Por otro lado, en la cultura irlandesa la mariposa es la manifestación de la diosa Etain, amante del dios soberano Mider. Esta fue convertida en un charco por la esposa del dios, que estaba furiosa y celosa.

Sin embargo, del charco emergió un gusano que más tarde se convirtió en una hermosa mariposa (o una mosca, según otras versiones). Sus colores y su zumbido eran más dulce que cualquier cosa que hubiera hecho el ser humano. Así, su perfume era capaz de provocarle hambre y sed a quienes estaban a su alrededor; pero las gotas que emanaba, curaban a todo el que estuviera enfermo o herido.

Para los aztecas, la mariposa es una manifestación del último aliento vital, del alma, que sale de la boca de aquel que está agonizando. En este mismo sentido, las mariposas entre los campos de flores eran la representación del alma del guerrero que había perecido en combate

. De esta forma, se creía que las almas de los guerreros acompañan al sol hasta el mediodía, y luego descendían a la tierra en forma de mariposas o colibríes. En este mismo sentido, los baluba y los lulúa del Congo Central, África, creían que la vida de las personas era como la vida de estos insectos: nacen, se vuelve orugas y se vuelven crisálidas cuando mueren; para luego revivir en forma de mariposa.