Simbolismo del buey

El buey, o búfalo, es un animal apacible utilizado para la ganadería y para llevar cargas pesadas. Por esta razón, es un símbolo contrario al toro, representando la fuerza de trabajo, la calma, la bondad y el sacrificio. En el Asia oriental, principalmente en la India y los países hinduistas, el buey es un animal sagrado, por lo cual no puede comerse. Estos sirven entonces como montura de los sabios y los personajes destacados, como Lao-tsé, quien partió hacia el Oeste sobre un búfalo. Dada esta última relación, del animal con el hombre sabio, se le tiene como un símbolo del pensamiento y la contemplación, pues su mirada parece perdida entre el mundo.

En la antigua China, el buey se tenía como un animal que expulsaba el invierno e instauraba la primavera, pues este migraba en busca de pastos que comer. Así, funcionaba como una manifestación del yin

y de la renovación. Un sentido similar se puede ver en otras culturas orientales, donde el búfalo es montura del dios de la muerte, Yama, por lo cual representaría el cambio o tránsito de la vida al más allá.  Mahesha tenía la cabeza de este animal, la cual fue cortada por Candi. De forma que su cuerpo humano quedó despojado de lo animal. Esto simbolizaba la liberación espiritual, el abandono de lo terrenal, lo pesado y de la carga que representaba el buey.

En muchas culturas se puede ver la asociación entre el buey y diferentes dioses, como es el caso del buey Apis de Menfis, manifestación de Osiris y Ptah; del emperador Shennog, famoso por haber inventado la agricultura y tener cabeza de buey; el búfalo que Ezequiel ve en su visión sobre el Apocalipsis; etc

. No obstante, según lo que señala Devoucoux, no había distinción clara entre buey y toro en estas sociedades, por la cual no está del todo claro dicha asociación. Es más, las características de estos personajes están más cercanos al toro que al búfalo, por lo cual se trataría solamente de una falta de precisión.

En la cultura vietnamita, los bueyes tienen la misma importancia que las personas. Estos animales son sacrificados a los dioses, por lo que fungen como mediadores entre los divinos y los mortales, entre el cielo y la tierra. En la mitología griega, los bueyes también son sagrados. Estos se pueden ver en el carro que lleva el Sol, en los bueyes que son comidos por los compañeros de Odiseo a pesar de su prohibición y que por ello mueren, y en los bueyes que le roba Hermes a Apolo. Por esta razón, se le sacrificaba en honor a los dioses. En algunos casos, se realizaban sacrificios hasta de cien cabezas, conocidas como hecatombes. En el norte de África es igualmente un animal divino al que se le sacrifica para pedir la fertilidad de la tierra.