Simbolismo del báculo

El báculo es un símbolo de la relación con el mundo espiritual. Por su forma vertical, es un símbolo de la unión entre el mundo terrenal y el mundo celestial. Además, dada su composición fálica, es también una manifestación del padre, del guía, del mediador. Por estas razones, el báculo es ostentado por el sacerdote, el chamán y el brujo. Y es el instrumento de la adivinación, de la disciplina y el orden; y también es el sostén, el apoyo que necesitan las personas mayores para poder desplazarse. De tal manera que es una representación de longevidad, de sabiduría, de categoría y de poder.

Los báculos que tienen la forma de un círculo abierto, un círculo cerrado, un semicírculo o un gancho, representan el poder que tiene el cielo sobre lo terrenal. Por eso lo llevan los obispos, representantes de Dios en la tierra. Este también se encuentra relacionado con el bastón que utilizan los pastores para guiar a sus ovejas, por lo cual los religiosos cristianos lo llevan como símbolo de su capacidad para guiar a las personas por el camino correcto. De esta manera, el báculo es también un símbolo de justicia. El bastón es además funciona como eje del mundo, como extensión del árbol sagrado.

Por el contrario, en la iconografía hindú se le representa como el arma de los dioses y de distintos héroes, principalmente de Yama, guardián del mundo de los muertos

. El bastón retorcido de este recuerda, a su vez, la figura del rayo. De esta manera, queda reforzada la lectura de la vara en relación con el cielo. Volviendo a Yama, se puede ver al báculo como símbolo del castigo, tanto a los seres humanos como a los animales. Por su forma, el bastón guarda una estrecha relación con la serpiente. Es de recordar el caduceo de Hermes, bastón envuelto por dos serpientes que representan las fuerzas opuestas del universo; el bastón de esculapio, envuelto por una serpiente y que se tiene hoy en día por símbolo de la medicina; o el bastón de Moisés que se convierte en serpiente y luego en vara nuevamente. Por ello los alquimistas lo veía como un símbolo de la transformación de la materia.