Simbolismo del ángel

Los ángeles son los seres perfectos que están por debajo de Dios y por encima de los seres humanos. Estos son mencionados tanto en la Biblia como en los textos ugariticos, akkadios y demás. Usualmente, se representan como seres andróginos con largas túnicas blancas y enormes alas de plumas blancas. Por ello, son un símbolo del cielo, del aire, del vuelo, la perfección y la ascensión espiritual. Según se contaba, sólo podían tomar de las personas su apariencia, actuando en beneficio de los más cercanos a Dios, siempre guiándolos en el buen camino. Por tanto, también funcionan como guías espirituales.

En los textos en los que son mencionados, estos fungen como ministros de Dios, siendo así guardianes del cielo, ejecutores de las leyes divinas, mensajeros del Altísimo, guías de los astros y cuerpos celestes, y protectores de aquellos que se han destacado por obrar bien. Según se apunta en estos mismos textos, los ángeles están organizados en tres jerarquías. La primera compuesta por serafines, quienes sirven a Dios en su trono; querubines, quienes sirven como guardianes de las estrellas y la luz; y tronos, quienes actuaban en la vida de las personas. La segunda compuesta por dominaciones, encargados de controlar a los ángeles inferiores; virtudes, encargados de vigilar a los grandes grupos de personas; y potestades, encargados de proteger la historia y la conciencia. Y la tercera compuesta por principados, encargados de proteger los países y las naciones; arcángeles, encargados de administrar los asuntos del cielo; y ángeles, encargados de ayudar a las personas en sus asuntos. Esta organización puede ser comprendida con exactitud acercándose al texto de Pseudo-Dionisio Areopagita, Jerarquías celestiales

.

En la Edad Media, donde Dios era representado con el Sol, se creía que los ángeles funcionaban como espejos a través del cual el Altísimo reflejaba su luz. De esta forma, la luz nacía pura y se iba degradando poco a poco hasta llegar a la Tierra, a las personas

. En ese sentido, los ángeles son símbolos de luz. Esta interpretación está cercana a la filosofía aristotélica de la escolástica, la cual señalaba que cada ángel estaba encargado de mover una estrella. Por tanto, existen tantos ángeles como estrellas hay en el cielo. De tal forma que los ángeles también encarnarían la idea del infinito.

Dado que los ángeles son la contraparte de los demonios, quienes siempre están pugna con estos, los ángeles son un símbolo de la justicia divina y del Juicio final, en el cual las fuerzas de Satanás se enfrentarán con las fuerzas del Señor y los pecadores serán condenados mientras que los justos serán llevados al reino de los cielos. Es de señalar que Lucifer también fue un ángel, el ángel caído. De tal manera que él, en específico, encarna interpretaciones adversas a las de los otros ángeles: la oscuridad, el descenso, el inframundo, el infierno, el pecado, la envidia, el fuego, la caída, el murciélago, la noche, el engaño, la guerra, etc. Otras lecturas los emparentaban con los pájaros, pues son animales que están constantemente en el cielo, que están más cerca de Dios que las criaturas terrestres. Por ello se puede ver una relación entre los ángeles y los mensajeros divinos de la mitología celta, quienes se transformaban en cisnes. Son precisamente de estas aves de las cuales se toman las alas de distintas representaciones de los ángeles, por su belleza y color blanco. Por este, los ángeles están asociados con la idea de la paz, el bienestar y el amor.