Simbolismo de la amatista

La amatista es un tipo de cuarzo de color violeta. Este puede variar dependiendo de la cantidad de hierro que tenga el mineral en cuestión. Como esta piedra se puede encontrar en la naturaleza fácilmente, ha sido obtenido y analizada por el ser humano desde tiempos inmemoriales. Su nombre proviene de la palabra griega amethusios, que puede traducirse como “sobrio” o “que no está ebrio”. Esto se debía a la creencia según la cual quien la llevara estaría lejos de toda embriaguez. Es por ello por lo cual la usaban los obispos en sus joyas y en otros objetos. Dado que los sacerdotes cristianos son los encargados de dirigir las almas de los pastores con responsabilidad, estos debían estar lejos de toda embriaguez, incluida la espiritual. También era conocida como un símbolo de humildad, pues poseía el color violeta de la túnica de Cristo cuando fue crucificado.

Según anota el filósofo Plinio, la amatista sirve como amuleto contra la brujería si esta tenía grabadas las formas del sol y la luna. Incluso anotaba que debía ser llevada en forma de colgante con plumas de pavo real y plumas de golondrina. Además, se creía que tenía poderes medicinales capaces de combatir la gota, mejorar la capacidad memorística y actuar como antídoto contra venenos. Se pensaba que, puesta debajo de la almohada, otorgaba sueños benéficos a las personas. Esta piedra también trae tranquilidad a quien la mira, ayudándole a superar el estrés y proporcionándole la estabilidad mental suficiente para superar sus problemas.

En el mundo de la joyería, era la piedra semi-preciosa más cotizada de todas por ser de color violeta. Dada la difícil obtención de este para productos textiles y pigmentos, se conocía como el color de la aristocracia

. Por esta razón, la amatista era, contrario a su significado cristiano, un símbolo de la realeza, la nobleza, la riqueza y la prosperidad. En consecuencia, la amatista llegó a adornar las coronas y las vestimentas de distintos monarcas a lo largo de la historia, incluidos los faraones egipcios y Catalina la Grande de Rusia. También fue usada en la fabricación de los sellos personales de los nobles.

Los yacimientos más grandes de este mineral se encuentran en Palmeira, Marabá, Pará y Rio Grande do Sul, en Brasil. También hay importantes depósitos en Rusia, Canadá, Bolivia, Madagascar, India, Myanmar, México, Sri Lanka, Namibia, Uruguay, Zambia, Argentina, Túnez, y Estados Unidos. A las piedras con características combinadas de citrino y amatista se las conoce como bolivianita o ametrino; mientras que la amatista calentada, la cual tiene un color amarillento, se comercializa como citrino. Para diferenciarla de otras amatistas, algunas empresas y lugares la comercializan con el nombre agregado de la región, como la amatista brejinho, muy apreciada por sus destellos púrpura; la amatista de Zambia, de color más claro; la amatista de Uruguay, considerada como una de las piedras más hermosas y perfectas del mundo; y la amatista verde de Río Grande, también conocida como Prasiolita.