Viðarr

Viðarr, mitología nórdica

Dentro de la mitología nórdica, Viðarr era uno de los hijos de Odín, el cual estaba destinado a vengar a su padre en la batalla de Ragnarök. A este guerrero se le rendía culto como el dios de la venganza, el silencio y la justicia, y se esperaba que gobernara Asgard junto con su hermano Vali una vez Odín muriera y el mundo fuera restaurado. Viðarr era conocido por llevar un grueso calzado de cuero, que le serviría en batallas futuras. Por lo general, las distintas fuentes de la tradición nórdica no le dan un papel de importancia dentro de Asgard, mencionándolo sólo como uno de los dioses más temidos que ayudaba en los momentos de mayor dificultad. En donde sí se le menciona es en los relatos del Ragnarök, la batalla del fin del mundo.

Según se cuenta, Fenrir, un lobo feroz engendrado por Loki y contenido por unas cadenas irrompibles fabricadas por los enanos, conocidas como Gleipnir, por fin logrará desatarse cuando comience el Ragnarök. Este monstruo se dirigiría a Vigrid, donde lo estarán esperando sus hermanos, la serpiente Jörmundgander y Hela, la reina del inframundo. Los tres, acompañados de los gigantes de fuego, se enfrentarán a los dioses de Asgard, comandados por el mismo Odín. Este último se lanzará a pelear con el lobo Fenrir; pero terminará siendo devorado. Es aquí cuando Viðarr cobrará protagonismo, pues se enfrentará al lobo y logrará vencerlo. Poniendo su férreo calzado en la mandíbula inferior de la bestia, y abriéndole las fauces con una de sus manos, le introducirá la espada a través de la garganta hasta apuñalarle el corazón. La batalla terminará cuando Surtr esparza su fuego sobre el mundo, destruyéndolo todo. Entonces Vili ocupará el trono de su hermano Odín y Viðarr volverá a Asgard junto con su hermano Vali y los hijos de Thor, Modi y Magni.