Tánatos (mitología griega)

Tánatos. Sus padres fueron Érebo y Nicte, hermano gemelo de Hipnos, y personificación de la muerte. Es el dios de la muerte sin violencia. Así que, buscaba los cuerpos que habían fallecido. El ritual consistía en tomar un mechón de cabello para ofrecer como tributo a Hades y luego se llevaba sus cuerpos al mundo de los muertos. Fue el encargado de llevar el cuerpo del guerrero Sarpedón, muerto en Troya, hasta Licia. También el de Alcestis que, como una muestra de verdadero amor, había sustituido a su marido en el féretro.

Su presa le fue arrebatada por Heracles, que lo obligó a devolverla a la vida más joven y más bella que nunca. Sísifo era el más astuto y el menos escrupuloso de los mortales. Cuando Zeus raptó a Egina, Sísifo fue testigo de los hechos. Utilizó la información para conseguir de Asopo un manantial en la ciudadela de Corinto, y delató a Zeus. Llamó a Tánatos para acabar con la vida del mortal, pero el hábil Sísifo consiguió atrapar y encadenar al genio alado de la muerte.

Finalmente, Ares liberó a Tánatos, se encargaría de Sísifo. Pero Sísifo era capaz de llevar a cabo cualquier artimaña para librarse de la muerte, y antes de morir ordenó en secreto a su esposa que no le tributara honras fúnebres. Estratégicamente, cuando llegó a los terrenos de Hades se quejó de la impiedad de su esposa y le pidió que le dejará volver para castigarla. Sísifo, vivió en la Tierra feliz hasta época muy avanzada. Cuando por fin murió, Hades le impuso una tarea para evitar una nueva evasión. Su castigo era empujar cuesta arriba un gran peñasco que, una vez en la cumbre, volvía a caer por su propio peso y el trabajo de Sísifo se hacía eterno.