Salmoneo

La leyenda de Salmoneo, mitología griega

Dentro de la mitología griega, Salmoneo fue un rey de Elis, hijo de Eolo y Enarete o Ifis, fue padre de la hermosa Tiro con su primera esposa, Alcidice, fue hermano de Atamante, Sísifo, Creteo, Canace, Alcione, Perimede, Perses y Deioneo, y fue fundador de la ciudad de Salmone. Según se cuenta, Salmone salió del reino de su padre, Tesalia, junto a algunos eolios y fundó la ciudad de Salmone a orillas del río Alfeo, en Elis. Más tarde se casó con la hija de Aleo, Alcidice, quien murió al poco tiempo de dar a luz a Tiro. Más tarde, Salmoneo tuvo una segunda esposa, Sidero, quien no trataba muy bien a su hija. Por su parte, Salmoneo era odiado por uno de sus hermanos, Sísifo, quien descubrió, gracias al oráculo, que, si se casaba con Tiro, esta tendría un hijo que mataría a Salmoneo. Así, Tiro y Sísifo se casaron y tuvieron un niño, pero Tiro, al darse cuenta de lo que este estaba destinado a hacer, prefirió matarlo para salvar a su padre. Tiro después tuvo como amante a Poseidón, con quien tuvo a Pelias y a Neleo.

No obstante, este personaje fue reconocido por su gran soberbia, al punto de que quiso igualarse a Zeus. Esta desmesura era conocida como hibris dentro de la cultura griega, y suponía una grave ofensa a los dioses, pues los humanos estaban tratando de igualarse a ellos. Este es el caso de Salmoneo, quien conducía un carro de bronce conducido por cuatro caballos (cuadriga) al que le había atado unos calderos. Estos imitaban entonces los sonidos producidos por el trueno. Así, Salmoneo buscaba imitar el carro conducido por Zeus. Más allá de esto, también hizo que todos los sacrificios que se hacían en nombre del padre de los dioses se los hicieran mejor a él. Por esta razón, Zeus, furioso por la ofensa, lanzó un poderoso rayo que acabó con Salmoneo y todo su reino.