Rómulo y Remo

Rómulo y Remo, mitología romana

Dentro de la mitología romana, Rómulo y Remo fueron los dos hermanos gemelos que fundaron Roma. Según se cuenta, Eneas huyó de la guerra de Troya y se instaló con los latinos luego de casarse con la princesa del lugar, Lavinia. Ascanio, el hijo que Eneas había tenido con su anterior esposa, Creusa, fundó después la ciudad de Alba Longa, en la que se sucederían varios reyes hasta que Numitor llegó al trono. Este fue apartado del trono y encerrado por Amulio, quien tenía por hija a la virginal Rea Silvia. No obstante, de esta sacerdotisa se enamoró Marte, el dios de la guerra. Y de su unión nacieron dos gemelos: Rómulo y Remo. Temeroso de que su trono estuviera en peligro, Amulio ordenó que los gemelos fueran asesinados; pero el hombre encargado de dicho crimen no fue capaz de llevarlo a cabo, así que abandonó a los infantes en el río Tíber. Dentro de una cesta, los dos niños navegaron por el río hasta llegar a un pantano conocido como Velabrum, entre las colinas de Capitolio y Palatino. En este lugar, fueron encontrados y cuidados por un pájaro carpintero y una loba, Luperca, la cual los alimentó con su propia leche.

Luego de esto, los niños fueron encontrados por el porquerizo de Amulio, Fáustulo, quien decidió criarlos en secreto junto a su esposa Acca Larentia. Cuando se convirtieron en hombres, Rómulo y Remo supieron su verdadera identidad, así que asesinaron a Amulio y liberaron a Numitor, quien pudo regresar al trono. Con ansias de gobernar, pero también queriendo dejar a su abuelo en el trono, los gemelos partieron de Alba Longa y se instalaron en el lugar donde fueron encontrados. Rómulo quería fundar una ciudad llamada Roma en el Monte Palatino; Remo quería fundar una ciudad llamada Remoria en el Monte Aventino; pero, dado que eran gemelos y la voluntad de uno no se podía imponer sobre el otro, decidieron que quien observara más buitres ganaría el derecho a fundar la ciudad que quería. Luego de competir, se supo que Remo había visto seis buitres y que Rómulo el doble, por lo que este último trazó los límites de su ciudad y mandó a que nadie los atravesara durante las ceremonias. Sin embargo, en un acto de desafío, Remo traspasó dichos límites. Los dos hermanos primero discutieron y luego tuvieron una trágica pelea en la que Remo fue herido de muerte. Su cuerpo fue enterrado en el lugar donde se quería fundar Remoria; y, al poco tiempo, Rómulo fundó Roma, un 21 de abril de 753 a. C.

Después de su fundación, Roma pasó a ser una ciudad de inmigrantes que venía de todo sitio. Para poder unirlos y gobernar sobre ellos fácilmente, Rómulo creó un sistema de leyes comunes y nombró a los primeros cien senadores, cuyos descendientes serían los patricios. Pese a esto, la ciudad tenía un déficit de mujeres, así que se organizaron unos juegos en honor a Neptuno invitando a todas las ciudades vecinas. Una vez iniciados los juegos, los romanos secuestraron a las hijas de los asistentes y se ganaron su amor al demostrar que eran buenos esposos. Este acto desencadenó la furia de las ciudades vecinas, que se abalanzaron a luchar contra Roma sin ningún resultado. No obstante, los sabinos estuvieron a punto de ganar la guerra. Y lo habrían conseguido de no ser por las hijas de estos, quienes se atravesaron entre las tropas para pedir que no hubiera más muertos. Así, la paz llegó a Roma cuando el trono fue compartido entre Rómulo y Tacio. Después de la guerra con los etruscos y varias victorias más, Rómulo heredó el trono de Alba Longa tras la muerte de su abuelo. Finalmente, un día en que organizaba a sus tropas, fue arrastrado por el viento hasta el cielo. Por dicha razón, y por haber sido su fundador, los romanos lo adoraron como deidad.