Orión (mitología griega)

Orión. Gigante, prototipo de cazador en la cultura griega. Hirieo, fundador de la ciudad de Hiria, deseaba tener un heredero, pero nunca se había relacionado con una mujer. En una ocasión, Zeus, Hermes y Poseidón le visitaron en su palacio. sacrificó para ellos el buey más hermoso de su manada. Les pidió un consejo sobre su situación y Zeus le hizo traer la piel del buey que Hirieo había sacrificado para ellos y le pidió que la orinase. Entonces los dioses enterraron la piel en el jardín del palacio.

Nueve meses más tarde, apareció en el lugar un niño al que Hirieo bautizó como Orión. Cuando alcanzó la edad adulta, era tan grande que podía andar por el fondo del mar manteniendo la cabeza y los hombros fuera del agua. Orión llegó a la isla griega de Quíos. Fue recibido en la corte del rey de la isla, Enopión, y allí se enamoró de su hija, la princesa Mérope.

Enopión le prometió la mano de su hija si éste libraba a Quíos de todas las bestias que atacaban a los hombres y su ganado. Enopión estaba convencido de que Orión no lo lograría, pero éste le demostró lo contrario.

Cuando regresó y pidió la mano de Mérope, Enopión no cumplió su promesa. Por ello, el enamorado Orión se enfadó y saqueó el palacio, fue apresado por el ejército de lanceros del rey. Como castigo, Enopión le cegó y le abandonó en la playa

. Orión marchó por el mar hasta la isla de Lemnos, donde fue atraído por la forja de Hefesto, quien aceptó cederle como lazarillo a su ayudante Cedalión. Así, guiado por el muchacho, Orión regresó al mar y caminó hacia el este para encontrarse con el sol. Durante su camino, recuperó sorprendentemente la vista.

Existe una versión más, se dice que Enopión, movido por los celos, le sacó los ojos a Orión para que jamás volviera a ver a Mérope. Un día pisó un escorpión sin darse cuenta, siendo picado y muerto por su veneno. Los dioses se apiadaron de él y lo colocaron en los cielos junto a sus dos perros de caza (Can Mayor y Can Menor) y una liebre llamada Lepus.