Océano

Océano, mitología griega

Dentro de la mitología griega, Océano era un titán que personificaba al océano y que había sido engendrado por Urano, personificación del cielo, y Gea, personificación de la tierra. Varias de sus representaciones lo muestran como un hombre mayor con barba y con el cuerpo tonificado. En algunas otras, aparece con la parte inferior del cuerpo como la cola de un pez, con una serpiente en una mano y un pez en la otra, que significaban los dones de la profecía y de la recompensa que poseía. En un comienzo, se pensaba que el océano era un río enorme de agua salada y no un cuerpo de agua estática, por lo que Océano era la representación de ese gran río. No obstante, el conocimiento de los griegos se fue ampliando a medida que viajaban, con lo que lograron diferenciar dos grandes bloques acuáticos: el mar mediterráneo y el océano atlántico. El primero pasó a gobernar el mar mediterráneo, que era el que más frecuentaban los griegos; y el segundo, principalmente las aguas más alejadas y desconocidas, pasaron a ser de Océano.

Según se cuenta, Océano se casó con su hermana Tetis, como era común entre los titanes. Con ella, fue padre de las tres mil oceánides, conocidas también cono ninfas del mar, y los oceánidas, personificaciones masculinas de los ríos, los lagos y las fuentes. Así, todos los cuerpos de agua eran descendencia de Océano. A pesar de ser un títan, cuando Zeus se enfrentó a Cronos, Océano no participó de la contienda, papel que fue seguido por otros titanes como Promete y Temis. Por esta razón, estos titanes no fueron encarcelados en el Tártaro ni recibieron castigo alguno. También se sabe que no participó de la guerra que llevó a cabo Cronos contra Urano, su padre.