Mito de Namazu

Namazu (鯰) Dios de los terremotos, es considerado una de las deidades más fuertes del panteón de dioses japoneses; el único Dios capaz de detenerle fue Takemikazuchi o Kashima. Esta deidad también es vista como un espíritu animal tipo yokai, tiene forma de un siluro gigantesco, el cual vive en las profundidades del mar. Al moverse provoca que la tierra y el mar se muevan fuertemente ocasionando femémonos como los terremotos y los tsunamis; según los relatos a este gigante pez gato le gustaba causar estragos con el movimiento de su cola, motivo por el cual Kashima, la deidad protectora de los humanos tuvo que enfrentarle; para frenar sus movimientos colocó encima del pez una inmensa roca, la cual evitó que este siguiera moviéndose.

Antes de que Namazu se convirtiera en el gigantesco pez gato, era conocido como Sakana mono-iu, un pez de tamaño normal que tenía la facilidad de comunicarse con humanos y trasformase en uno de estos. Según los relatos Namazu, era el gobernante de las aguas y la persona que osara capturarle sufriría diversas desgracias. Posteriormente se convirtió en un gigante pez que gozaba al traer desgracias y desastres por medio de su cola. Tras ocasionar numerosos incidentes Kashima, deidad protectora de los humanos decide intervenir y poner fin a los movimientos del pez

, para esto la deidad colocó sobre el pez la enorme roca sagrada, conocida como Kaname ishi, herramienta que mantiene las fuerzas negativas bajo control, asimismo, es vista como el punto en el que confluyen las diversas deidades. Para mantener la roca Kashima, debe usar la mayoría de su fuerza y algunas ocasiones esta no era suficiente, en esos momentos Namazu, volvía a moverse provocando terremotos y grandes tsunamis. En el mes de octubre, Kashima debía acudir al santuario Izumo, donde se llevaban a cabo las reuniones entre deidades. En ese momento Kashima, recurría a la Diosa de la suerte, Ebisu, quien quedaba al cuidado del pez hasta que Kashima regresara, sin embargo, esta no podía controlar al pez, el cual no dejaba de moverse provocando grandes sismos y replicas.