Mito de Manannan

Manannan o Manannán mac Lir, Dios de los océanos y las aguas, es una de las deidades más importantes de la mitología celta.  Esta deidad acuática es vista como el protector de la isla de Eire, ya que al ser el mar su dominio podía protegerla de cualquier daño. Manannan es presentado como un poderoso hechicero, el cual posee una capa que puede cambiar de color, reproduciendo el ambiente que le rodea, asimismo, carga consigo un casco que puede deslumbrar a sus enemigos y una armadura irrompible. También era representado como un joven hombre con capa verde, la cual está sujeta con un broche de oro o plata, tenía una camisa, sandalias doradas y en sus manos portaba una rama de oro. Esta deidad es considerada una de los dioses más apacibles del panteón celta.

Entre sus posesiones sobresalía la espada Fragarach, con la cual podía atravesar cualquier armadura y forzar a su adversario a decir solo la verdad, pues al ponerla en el cuello del enemigo este se paralizaba y no podía mentir. Además de ser la deidad de los mares, Manannan, era el encargado de trasportar las almas de los muertos al cielo o el inframundo

, para esto utilizaba un barco sin velas, ni remos, el cual surcaba los cielos y los mares, también se cree que usaba un carruaje o caballo para esta tarea como psicopompo. Manannan llevaba las almas a su destino sin cobrar por el trasporte. Fue asociado con la fertilidad y la prosperidad , ya que mientras surcaba los mares producía espuma que más tarde se convertía en campos de flores y arbustos, asimismo, las algas de sus mares se trasformaban en grandes árboles frutales; por su personalidad apacible y amable nunca se le relacionó con las catástrofes marinas.