Lu Tung-Pin

Lu Tung-Pin o Lü Dongbin es uno de los dioses más destacados del grupo de “los ocho inmortales”, deidades de la mitología china que nacieron y tuvieron vidas terrenales durante las dinastías Tang y Song. Es considerado uno de los primeros maestros del neidan o alquimia interna, así como un destacado erudito y poeta. Vivió entre mediados del siglo VIII y principios del siglo IX en la prefectura de Jingzhao, donde se desempeñó en diversas áreas y siguió el camino del Tao.

Lu Tung-Pin, conocido como Lu el progenitor es presentado como un hombre sabio que intenta ayudar a los hombres a alcanzar la iluminación y la sabiduría por medio del Tao. Suele ser representado como hombre vestido como erudito con un espanta moscas en las manos y una espada en la espalda, símbolo de la lucha contra los espíritus malignos.

Vida de Lu Tung-Pin

El sueño del mijo amarillo

Según cuenta la leyenda, cuando este nació una fragancia inundó la habitación. Al cumplir los veinte años, Lu decidió presentarse al examen imperial, pues aun no tenía esposa. Se presentó en dos ocasiones, pero en ninguna obtuvo un buen resultado. Una noche, estando en Handan, Lu se quedó dormido mientras cocinaba mijo amarillo. En el sueño, Lu aprobaba el examen de forma sobresaliente, por lo que era recompensado con un prestigioso cargo y poco tiempo después era promovido a vice-ministro.

En ese entonces, contraía matrimonio con la hija de un reconocido propietario, con la cual tenía un hijo y una hija. Posteriormente era ascendido al cargo de primer ministro, pero este hecho despertaba la envidia de otros y era acusado de variados delitos que le hicieron perder su cargo. Por el mismo periodo su esposa lo engaña y sus amados hijos son asesinados por bandidos, todo esto llevó a que su salud se deteriorara y terminara agonizando en la calle.

Al agonizar, se despierta y comprueba que el sueño ha ocurrido realmente, mientras el mijo se cocinaba por dieciocho años. Todos los personajes del sueño fueron interpretados por Zhongli Quan (Chung Li Ch’uan)

Las diez pruebas de Lu Tung-Pin

Antes de ser aceptado como discípulo de Zhongli, Lu fue sometido a diez pruebas o tentaciones por medio de las cuales se pretendía determinar su valor y demostrar cuales características poseía. En la primera prueba demostró carecer de tristeza o alegría, en la segunda mostró que no tenía rabia, al ser expuesto a un mal cliente que se fue sin pagar. La tercera demostró que carecía de resentimiento, pues tras ser insultado por un mendigo que había ayudado, sonrió y continuó su camino.

Durante la cuarta prueba demostró no tener miedo, al enfrentar el peligro meditando calmadamente.  En la quinta prueba Lu, fue visitado por numerosos demonios que decían iban a tomar su vida, pero este no se alteró y continuó con sus quehaceres. Durante la sexta prueba Lu, demostró no tener lujuria, pues rechazó a una hermosa mujer. En la séptima, probó no tener vanidad, ignorando la fortuna que había encontrado mientras trabajaba.

En la octava prueba demostró su valentía, defendiendo a su rebaño de un tigre hambriento. Durante la novena prueba Lu, bebió una poderosa poción que podría matarlo o entregarle la inmortalidad. En la última prueba, Lu demostró ser correcto, al devolver unos utensilios hechos de oro que un vendedor le había dado por error.