Júpiter (mitología romana)

Júpiter. Dios de la luz. Tenía la capacidad de intervenir cuando se presentaba algún tipo de problema entre dioses y hombres. Era el responsable de mantener el equilibrio entre el mundo de los dioses y de los humanos. Júpiter dominaba las nubes, la lluvia, los cielos, y una de sus mayores armas era el rayo, arma con la cual se defendía de sus enemigos.

Se le relacionaba con el águila quien reinaba en los cielos, también se le relacionaba con el roble por su fuerza. Fue un dios muy atractivo para las diosas y las mortales.

Origen

Saturno, por mandato de Titán, su hermano mayor, tenía que devorar a todos sus descendientes. Con el fin de que el trono de Titán no fuera usurpado. Ante esta situación Ops intervino salvando a tres de los hijos de Saturno: Júpiter, Plutón y Neptuno. Júpiter pasó su infancia en la isla de Creta, oculto de Titán y quedó al cuidado de Am altea.

Al crecer reclamó su derecho al trono, para ello venció a Titán y a Saturno esta guerra duró unos diez años y en donde recibió el ataque también de los Titanes. Además, le hizo beber un brebaje a Saturno para que vomitase a sus tres hermanas devoradas: Vesta, Ceres y Juno. Luego se encargó de repartir el poder; Neptuno a cargo de los mares, Plutón gobernó en el inframundo y luego se casó con su hermana Juno.

Cuando venció a su padre, fue coronado y llamado el señor del cielo y la tierra. Se casó con su hermana gemela Juno con quien tuvo dos hijos llamados Vulcano y Marte. No fueron sus únicos hijos puesto que tuvo otras relaciones, Hércules fue uno de sus hijos, producto de la relación con Alcmena. Estas actitudes desataban el odio de Juno, quien odiaba las amantes de su esposo y también a sus hijos.