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Japonesa

Genbu

Gary Lee Todd [CC BY-SA 4.0], via Wikimedia Commons

Mito de Genbu

Genbu (玄武) es una de las bestias celestiales encargadas de los cuatro puntos cardinales, es representada como una gran tortuga negra con cabeza y cola de serpiente o una tortuga con una serpiente alrededor de su cuerpo. Su origen puede rastrearse hasta la China antigua en la que se crearon los Cuatro símbolos asociados a las constelaciones chinas; desde entonces fue designado protector del Norte, está asociado al agua, al invierno, el color negro, la sombra, la longevidad y el planeta Mercurio; es visto como la representación del conocimiento, idea que está asociado con la leyenda de Dios taoísta Xuan Wu, quien en busca de iluminación y purificación creó a la mítica figura en el momento que lavaba su estómago del pecado.

Origen

Genbu, al igual que las otras tres bestias celestiales (Seiryū, Byakko y Suzaku) comenzó a formar parte del folklore japonés hacia el siglo VII E.C, traído desde China, país en el que fueron creados los Cuatro Símbolos, bestias encargadas de la protección de los puntos cardinales. A diferencia de los otros símbolos Genbu, no fue nombrado en base a su apariencia puesto que el termino tortuga era usado como insulto por ese entonces en China. La historia de la mítica tortuga está ligada a la búsqueda de iluminación del Dios taoísta Xuan Wu; según cuenta el relato Xuan Wu (pronunciación china de Genbu) fue un príncipe que vivía en la región del norte de China, aislado de la civilización pasaba la mayoría de su tiempo estudiando el taoísmo como asceta, tras años de estudió y meditación, entendió que para alcanzar la plena divinidad debía purificar su cuerpo y mente

. Con su preparación había conseguido la iluminación, pero al tener que alimentarse con comida terrenal pecaba, motivo que lo llevó a purificar su estómago e intestinos, para esto los cortó y lavó en un río; mientras los limpiaba, su estómago se convirtió en una tortuga demoniaca y sus intestinos en una serpiente demoniaca.

Los dos demonios comenzaron a aterrorizar la región, pero Xuan Wu los sometió, en vez de destruirlos les permitió redimirse expiando sus pecados como soldados protectores de la región, desde entonces estos pasaron a ser los símbolos de Xuan Wu y de Genbu. Con el paso del tiempo los generales formaron una sola figura, Genbu, bestia protectora del Norte. En los siglos siguientes la creencia en el onmyōdō fue desvaneciéndose, lo que llevo a que los Cuatro Símbolos fueran reemplazados por los Cuatro Reyes Celestiales del budismo (Tamonten, Zōchōten, Zōchōten y Kōmokuten)

, sin embargo, el uso de estos como símbolos perduró. En los últimos años han sido encontradas diversas ilustraciones de Genbu y las otras bestias celestiales (Seiryū, Byakko y Suzaku), en excavaciones realizadas en Japón, como ocurrió en la excavación de los túmulos funerarios, ubicados en Nara, donde fueron descubiertas ilustraciones de los Cuatro Símbolos en las paredes de las tumbas.

Genbu la tortuga del Norte

Genbu, bestia celestial encargada de la protección del Norte, ha sido conocida por diferentes nombres como genten jōtei, showan’ū, Hyeon-mu y Huyền-Vũ.  Su hogar es el cielo del Norte. Su cuerpo ocupa la cuarta parte del cielo, abarcando así siete de las veintiocho constelaciones chinas. Las constelaciones que conforman su cuerpo son: Acuario, Sagitario, Capricornio, Andrómeda y Pegaso; en Sagitario está el cuello de la serpiente, entre las constelaciones de Capricornio, Acuario y Pegaso está el caparazón de Genbu; y en Pegaso y Andrómeda, se encuentra su cola. Suele ser representada como una quimera, con cuerpo de tortuga y cabeza y cola de serpiente, asimismo, puede ser ilustrada como una tortuga rodeada por una fuerte e imponente serpiente. Esta bestia celestial está asociada por un lado con la energía yin, la oscuridad y la longevidad y por otro con el yang, la fertilidad y la multiplicación, en algunas ocasiones suele vérsele como una deidad guerrera debido a su fuerte caparazón, asimismo, es asociada con el agua, el invierno, el color negro y el planeta Mercurio. Es la representación del conocimiento y uno de sus poderes es el control del frio. Su santuario está ubicado al norte del Palacio Imperial de Kioto, ciudad en la que se rinde culto a la bestia celestial protectora del Este, Seiryū.

China

Ave bermellón

Mito de Suzaku

Bertuch-fabelwesen.JPG: Friedrich Johann Justin Bertuch (1747–1822)derivative work: Tsaag Valren [Public domain], via Wikimedia Commons

El mito del Ave bermellón

Suzaku es una palabra japonesa que puede traducirse como “Ave roja” o “Ave bermellón”. El Suzaku era un ave legendaria de color rojo que representaba las mansiones lunares del sur, el conocimiento astronómico, la sabiduría, el verano, el sur, el fuego y el color rojo. Probablemente, esta criatura fue adoptada de la mitología china, en donde representaba uno de los cuatros monstruos o constelaciones. Además de Japón, esta criatura se puede ver en la cultura pinyin con el nombre de Zhū Què; en la vietnamita con el nombre de Chu Tước; y en la coreana con el nombre de Ju-jak.

Según señalan las descripciones hechas por los antiguos, este pájaro tenía una forma similar al faisán, aunque estaba recubierto con plumas de cinco colores y, en algunas ocasiones, se le presenta como cubierto de fuego

. Por esta razón, se le ha relacionado con el Ave Fénix. Algunos relatos incluso dicen que podía renacer al igual que esta ave, por lo cual se tenía por un símbolo de resurrección, de cambio, de restauración, de prosperidad y de buena suerte.

En la cultura china, el Suzaku era una de las cuatro criaturas fantásticas que, provenientes de las constelaciones, se utilizaban para señalar los puntos cardinales. De esta forma, Suzaku representaba el color rojo y el sur; el dragón representaba el color verde, el azul y el este; el guerrero (que tenía cola de serpiente y cabeza de tortuga) representaba el color negro y el norte; el tigre representaba el color blanco y oeste. Estos animales, como manifestación del todo, del espacio y del tiempo, se pintaban en las tumbas para proteger a los muertos de los espíritus malignos. Mientras tanto, en Japón se encuentran principalmente a Suzaku en lugares ceremoniales, como en el templo de Yakushiji y en el túmulo Takamatsuzuka, originario del periodo Asuka.

Las inscripciones y los registros más antiguos que se tienen de las cuatro criaturas espirituales datan del siglo II a. C. Cada una de estas representaba, además de un color y una dirección, un elemento, una virtud y una estación. Según se sabe, había una quinta dirección asociada a la misma China: el centro. Como se ha dicho antes, las criaturas tienen igual jerarquía en las representaciones chinas, lo que no ocurre en Japón, donde Suzaku se impone ante las demás. De hecho, en la mayoría de las ocasiones se le representa sola.

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Japonesa

Muñeco Daruma

Simbolismo del muñeco Daruma

From PxHere

Simbolismo de los muñecos Daruma

El muñeco Daruma es una figura de Bodhidharma (Daruma), dios japonés que fundó la escuela budista Zen. Este muñeco tiene una forma parecida a un huevo, pues el dios no tiene piernas ni brazos. Esto se debe a que, según cuenta la leyenda, el maestro Daruma perdió sus extremidades luego de pasar mucho tiempo meditando en una cueva sin darles ningún uso. Por esta razón, en el país nipón estos muñecos representan la paciencia y la tenacidad. Se cree entonces que, si se hacen a mano, van a permitir que consigamos nuestros sueños. Dado que estos muñecos son muy populares entre los nacionales y entre los turistas, su uso e historia se han extendido ampliamente por el mundo.

De lo anterior, se puede ver a estos muñecos como un amuleto para la motivación personal. Si bien sus efectos mágicos pueden ser puestos en duda, ver esta figura sobre la mesa o un estante diariamente recordará al propietario la meta que se había propuesto

. Si bien se pueden hacer a mano, muchas personas los regalan en los cumpleaños, en Año Nuevo o en el momento cuando alguien está a punto de emprender un nuevo proyecto. Esto es una forma de ofrecerle apoyo a la otra persona, de decirle que es capaz de hacerlo y que se esfuerce lo suficiente si quiere conseguirlo. Así, los muñecos Daruma son útiles para propósitos y no para deseos, pues se trata de un proceso que emprende una persona con sus propias fuerzas y no de un asunto del azar.

Uno de los casos en los que regalar un muñeco Daruma sería ideal, es cuando la otra persona está tratando de dejar un vicio, como puede ser el cigarrillo, el alcohol o los juegos de azar. Todos estos propósitos necesitan de la dedicación y la fuerza de voluntad de la persona, por lo cual sería ideal verse representado a sí mismo en el maestro Daruma. Otro caso en el que puede regalarse, es cuando la otra persona está ahorrando con algún propósito en mente o cuando está buscando un trabajo. En este último, se sabe que tener varias entrevistas y no ser llamado puede ser frustrante, por lo cual el Daruma puede otorgarle la motivación para seguir intentándolo.

Según la tradición, una vez se ha recibido, comprado o elaborado el Daruma, se le pintará únicamente un ojo cuando se sepa a ciencia cierta cuál es el propósito a cumplir. Cuando este se cumple, se pinta el otro ojo como una muestra de agradecimiento y de realización. Por esta razón, los Daruma para regalo vienen con los ojos en blanco. Tal y como dice el proverbio japonés, si te caes siete veces, tienes que levantarte ocho.

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Uke Mochi

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Mito de Uke Mochi

Uke Mochi (保食), Diosa de la flora y la fauna, es una de las deidades más importantes del panteón sintoísta, también conocida como Ukemochi-no-kami. Uke Mochi descendió del cielo en el momento de la creación, abrió su boca y con un gran suspiro dio vida a los animales que poblaron el océano y la tierra, primero se acercó al mar y de su boca salieron los peces y animales marinos, posteriormente se acercó al bosque y ahí dio vida a los diversos animales que moran en este lugar. Poco tiempo después se dirigió a un arrozal, donde brotaron grandes cantidades de arroz. Esta historia ha sido recopilada en el Kojiki, primer escrito japonés en el que están escritas la mayoría de las historias sobre las deidades y la historia de Japón.

Esta amable y poderosa Diosa vivía en el Takama ga hara, lugar en el que moran las deidades shinto; un día fue visitada por el Dios de la Luna, Tsukuyomi, en representación de su hermana Amaterasu, encantada por la visita ofreció al Dios un gran banquete creado de su boca y nariz, este fue servido en alrededor de cien mesas, sin embargo, a Tsukuyomi le disgustó la procedencia de la comida, motivo por el que ofendido dio muerte a la Diosa, atravesándola con su espada.

Tras su muerte del cuerpo de Uke Mochi, brotaron las sustancias viales o alimentos terrenales fundamentales, los cuales beneficiaron a la humanidad. De sus ojos brotó el arroz, de la nariz salieron las judías, de sus orejas emanó el mijo, de sus genitales surgió el trigo, del recto emanó la soja y de su cabeza nacieron la vaca y el caballo. Al enterarse del reprochable acto cometido por su hermano, Amaterasu, se enfadó con este y comenzó a evitarle en el Takama ga hara; se dice que es por esto que el Sol y la Luna no se encuentran. El nombre de la diosa ha sido usado en el manga Ao no Exorcist de Kazue Katou, en el cual UkeMochi es el nombre del Byakko de Izumo Kamiki, destacada exorcista descendiente de una familia de doncellas del santuario.

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