Hefesto, herrero de los dioses y protector de las personas que realizaban el oficio de la metalurgia y la artesanía. Dios del fuego y de la forja. Sus padres eran Hera y Zeus, aunque se cree que nació solo de Hera. A diferencia de otros dioses Olímpicos, Hefesto nació físicamente feo, su madre lo lanzó del Olimpo, cayó directamente al mar y la caída le ocasionó cojera. La Oceanide Eurinome decidió criarlo en la isla de Lemnos hasta la edad en que se convirtió en maestro artesano.
Los dioses griegos fueron muy duros con Hefesto, así que, en modo de venganza, Hefesto creó un trono y el primero que se sentará allí quedaría atrapado. Hera fue la víctima. Los demás dioses rogaron a Hefesto su ayuda. Luego, gracias a Dionisio, Hefesto regresó al Olimpo ebrio, pero impuso muchas condiciones para liberar a su madre. Una de ellas fue casarse con Afrodita.
Hefesto tenía un aprendiz llamado Cedalión en la isla de Lemnos. También le ayudaban Los Cabiros Alcón y Eurimedonte. En Sicilia fueron los palicos y en la isla de Vulcano los ciclopes inmortales.
Se casó con Afrodita, pero no tuvieron una descendencia ya que la diosa lo engañaba con el dios de la guerra Ares. Otras historias cuentan que tuvo un hijo con Atenea, a quien quiso violar, pero no pudo. Su semen cayó en el suelo, Atenea lo limpió con su pañuelo y así nació Erictonio. Tuvo por esposa a Caris, una de las 3 y la más joven de las Cárites. De la unión nacieron: Eukleia, Eupheme, Euthenia y Philophrosyne.
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