Mito de Héctor

Dentro de la mitología griega, Héctor fue un guerrero troyano que tuvo una importante participación en la Guerra de Troya. Este era hijo de los reyes Príamo y Hécuba, por lo que era príncipe de Troya junto a sus hermanos Paris y Casandra. También fue esposo de Andrómaca, princesa de los cilicios, con quien tuvo por hijo a Astianacte. El relato de sus hazañas puede encontrarse en la Iliada, de Homero, siendo el guerrero más fuerte de los troyanos y el antagonista de Aquiles. Aun así, este se resistió en un primer momento a la guerra, reprochándole a su hermano Paris el haber secuestrado a Helena. Por esta razón, Paris se enfrenta en combate singular a Menelao, para que aquel que venza se quede con Helena; pero, al verse superado por el aqueo, Paris huye de la batalla con ayuda de Afrodita y comienza la guerra de Troya.

Cuando Héctor se dispone a salir de la ciudad para encabezar las fuerzas troyanas, es detenido por su esposa y su hijo, quienes le suplican que no vaya a la guerra; pero este, luego de consolarlos, sale de todos modos. Sabiendo, de mano del adivino Héleno, que todavía no podía morir, Héctor desafía a un comandante aqueo a un combate singular. Luego de un regaño de Néstor, los griegos realizan un sorteo y termina siendo elegido Áyax Telamón. Este se enfrenta a lo largo de todo un día con Héctor, pero ninguna logra la victoria. Con mutua admiración, ambos pactan una tregua para enterrar los cadáveres y se regalan presentes. Luego de esto, los troyanos logran imponerse en la guerra. Todas las esperanzas de los aqueos se ponen entonces en que Aquiles retorne a la batalla, quien se había retirado porque Agamenón le quitó a su esclava Briseida.

A pesar de que los hombres de Aquiles tenían prohibido luchar, Patroclo se colocó la armadura de su compañero y salió a la batalla. Logró entonces matar a Sarpedón, hijo de Zeus, y a algunos troyanos más; pero no corrió la misma suerte al enfrentarse a Héctor, hijo de Príamo. Este príncipe troyano asesinó a Patroclo pensando que era Aquiles, pero, cuando le quitó las armas y el casco, se dio cuenta de la verdad. Menelao y Áyax el Grande le llevaron el cuerpo a Aquiles, por lo que este volvió al campo de batalla para vengar a su amigo. Mientras Tetis, la madre de Aquiles, le daba ambrosía y néctar al cuerpo de Patroclo para que no se descompusiera; Aquiles logró derrotar a Héctor sin mayores dificultades. Amarró el cuerpo de este a su carro y lo arrastró por varios días hasta que, en una noche, el mismo Príamo se acercó a la tienda de Aquiles y le pidió el cuerpo de su hijo. El guerrero aqueo queda conmovido por la acción del rey, así que le entrega el cuerpo de Héctor y este puede ser finalmente velado.