Leyenda de Finn y la cacería de la cierva

Esta leyenda gira en torno a una de las aventuras del mítico héroe irlandés Finn McCumail, hijo de Cumhall y Muirne. En esta Finn encuentra a una misteriosa cierva, a la cual trata de cazar junto a los miembros de la Fianna, sin embargo, esta fue tan rápida que superó a todos los guerreros, quedando solo Finn y sus leales perros, Bran y Skolawn, estos persiguieron y dieron con el animal, pero no le hirieron, hecho que sorprendió al joven guerrero.

Leyenda de Finn y la cacería de la cierva

Finn y sus guerreros se encontraban regresando de una larga jornada de cacería en el monte Alien, cuando de la nada se cruzó en su camino una hermosa cierva, a la cual comenzaron a perseguir, sin embargo, esta era más rápida que todos y pudo superarlos fácilmente, pero Finn y sus dos perros consiguieron mantener el paso, llegando hasta esta rápidamente. En ese momento los perros comenzaron a jugar con la cierva, lamiendo su cuerpo como si fuera una de ellos, este suceso sorprendió al guerrero, quien ordenó que no se le causara daño alguno al animal. Esa noche mientras dormía, fue despertado por un extraño sonido, al abrir sus ojos el joven vio sobre su cama a la joven más hermosa que haya visto en su vida. En ese momento esta comenzó a relatarle a Finn su historia y el motivo por el que estaba en su cuarto.

Comenzó su relato mencionando que era la cierva que había intentado cazar en horas anteriores, había tomado esa forma al ser hechizada por un druida de la tierra de las hadas, al cual había rechazado. Con el paso del tiempo uno de los esclavos, apiadándose de ella le comentó un método para volver a su forma original, para esto debía atravesar la fortaleza de Alien, en la que probablemente moriría al ser cazada, temiendo lo peor se aventuró en la tierra de los guerreros dejándose capturar solo por Finn y sus leales perros de naturaleza medio humana, los cuales no le harían daño, puesto que estos podían ver a través del hechizo. Al terminar de contar su historia, Finn le permitió a la joven Saba, permanecer en su tierra, donde seria protegida por sus guerreros.

Con el paso del tiempo la joven se enamoró del guerrero, quien le tomó por esposa poco tiempo después. Juntos se profesaron un amor tan profundo que no se separaron por meses, sin embargo, este periodo de felicidad se vio obstaculizado por la invasión del enemigo en territorio irlandés, motivo por el que Finn y la Fianna tuvieron que retirarse de la fortaleza para luchar contra los invasores. Al regresar de la exitosa campaña, Finn buscó a su amada esposa, pero no la encontró

, al preguntar dónde estaba, los habitantes de la fortaleza le comentaron, que poco tiempo después de emprender su viaje, alguien con su apariencia se presentó en la fortaleza, al salir a recibirle Saba, fue capturada por el hombre, quien resultó ser el druida que la había hechizado, este la embrujó convirtiéndola en cierva nuevamente, posteriormente esta huyó perseguida por los perros del falso Finn. Después de esto los habitantes de la fortaleza salieron a buscar al malvado hechicero y a la joven, pero no consiguieron encontrar a ninguno de estos.

Angustiado por la noticia Finn se encerró en su cuarto por un día completo y al día siguiente continuó con sus asuntos de la Fianna, sin embargo, el guerrero nunca volvió a ser el mismo. Buscó a Saba por siete años, sin lograr dar con su paradero. Unos años después de renunciar a encontrarla mientras cazaba con sus hombres en Ben Bulban, escuchó como sus perros empezaron a gruñir, intrigado por esto se movilizó con los hombres hasta donde estaban los animales, cuando los encontraron vieron que estos estaban protegiendo a un niño de largo cabello rubio. Los guerreros apartaron a los perros y se llevaron al niño que se encontraba solo en una región poco segura, poco tiempo después este aprendió a hablar y les comentó su historia. El niño no sabía quién era su padre o su madre, había sido criado en lo profundo del valle por una hermosa cierv

a, la cual era frecuentemente visitada por un siniestro hombre, que solía amenazarla; un día este sacó una varita y obligó a la cierva a seguirle, el niño trato de seguirla pero el hombre hizo algo para que este no pudiera moverse; tras gritar y llorar desesperado perdió el conocimiento. Al despertarse estaba solo, buscó por largo tiempo a la cierva saliendo de la zona en la que vivía hasta llegar donde lo encontraron los perros. El guerrero entendió quien era el joven, que cuidaba la cierva; le bautizó Oisin que significa pequeño ciervo y desde entonces cuidó del joven, brindándole la mejor educación como guerrero y artista.