Excalibur

Excalibur (espada de luz) es el nombre de la legendaria espada perteneciente al rey Arturo, esta le fue entregada después de que este perdiera la espada que lo convirtió en rey durante un enfrentamiento. Según la leyenda el rey Arturo estaba muy preocupado por la pérdida de su legendaria espada en el trascurso de la batalla, este se veía tan aturdido que Merlín, su consejero decidió intervenir. El mago mencionó al joven que existían espadas más poderosas que la que perdió, posteriormente llevó a su pupilo al lago en donde habitaba una de sus amigas, esta era una poderosa hada que entre sus posesiones tenía una espada mágica.

Al llegar al lago, Merlín intercedió por su pupilo ante la Dama del Lago, pidió a esta la poderosa espada que tenía entre sus posesiones. La dama conociendo al mago y a su fiel pupilo decidió entregar su poderosa espada mágica Excalibur al rey. Tras entregársela la dama explicó al rey que el portador de la espada tendría una gran ventaja en el campo de batalla, puesto que la espada podía cegar al adversario y su dueño no sangraría durante los combates, sin importar el tamaño o la profundidad de la herida. Durante muchos años el rey Arturo uso sabiamente su espada mágica, esta le acompañó y garantizó la victoria del rey en múltiples encuentros.

La última batalla en la que el rey uso a Excalibur, fue en el duelo entre el este y su hijo Mordred, quien por ese entonces había conspirado contra el rey para quedarse con el trono.  Durante el enfrentamiento los dos estuvieron acompañados por un ejército de cien hombres, la mayoría de estos pereció en el campo de batalla. Tras una dura y prolongada batalla solo quedaron Arturo, su hijo y el caballero del rey Sir Bedivere; al final Arturo clavó su espada en Mordred, quien mientras agonizaba dio un fuerte golpe al rey, el cual quedó en la misma condición que su hijo.  Antes de morir el rey pidió al caballero Sir Bedivere que tomara la espada y la arrojara al mar, pues así lo ordenaba Excalibur

. El caballero siguió las órdenes del rey, lanzando la espada al mar, de repente del agua salió una mano, la cual tomo la espada y se la llevó a las profundidades del mar.