Mito de Esfinge

Dentro de la mitología griega, la Esfinge era un monstruo que traía consigo mala suerte y destrucción. Su cuerpo estaba formado el tórax y las extremidades de un león, la cabeza de una mujer y las alas de un pájaro. Esta bestia era hija de la Quimera y del perro Ortro, hermano de Cerberos.; aunque otros autores mencionan que era hija de Equidna, la ninfa serpiente, y Tifón, representación de los huracanes. De todas maneras, hay un consenso sobre su origen divino y único. Sólo pocos autores, como Plinio el Viejo, señalan que las esfinges eran una especie de animal que habitaba ciertas partes de Etiopía. La anécdota más importante que la incluye tiene que ver con Edipo.

Luego de que Edipo asesinara sin saber a su padre en una encrucijada, llegó al monte Ficio mientras se dirigía a Tebas. Aquí se encontró con una esfinge enviada por Hera para atormentar a los tebanos. Esta asesinaba a todo el que no pudiera resolver sus acertijos, por lo que al ver a Edipo le preguntó: «¿Cuál es el ser que en la mañana va en cuatro patas, en la tarde en dos y en la noche en tres?», a lo que este le respondió acertadamente que el ser humano, pues de niño gateaba, de adulto caminaba erguido y de viejo se apoyaba en un bastón. Al ver que había perdido, la esfinge se suicidó precipitándose desde un acantilado al vacío.

Por esta acción, Edipo fue reconocido por todos los ciudadanos de Tebas como un héroe, y lo hicieron rey. De esta forma, Edipo terminó de completar su trágico destino al casarse con la reina de Tebas, Yocasta.

Aunque hay otra versión, relatada por Pausanias, en la que la esfinge era en realidad una mujer común y corriente, hija del rey Layo. Esta había conservado un secreto que sólo poseían los monarcas de Tebas. Así, cuando Layo murió, impidió que los posibles sucesores ascendieran al trono porque desconocían el secreto. Por su parte, según esta versión del relato, Edipo pude desentrañar el secreto gracias a que le fue revelado durante un sueño. Aun así, la figura de la esfinge, como una criatura mitad mujer y mitad felina, puede verse en múltiples representaciones artísticas de la época, como vasijas y esculturas. La más famosa se encuentra en Egipto y recibe el nombre de la Esfinge de Guiza. Esta fue esculpida en el siglo XXVI a. C. y cuenta con 73 metros de largo y 20,21 metros desde la base hasta lo alto de la cabeza.