El diluvio de huichol es uno de los diferentes mitos que existen sobre el diluvio y la población del mundo después del desastre; en algunas culturas el diluvio es un castigo impuesto por un Dios a los humanos, los cuales se han mostrado irrespetuosos con la deidad, como se ve reflejado en el mito bíblico sobre el arca de Noé y el mito griego sobre el diluvio causado por Zeus, del cual solo sobrevivieron Deucalión y Pirra. Los mitos anteriores y el mito huichol comparten numerosas características como la mayoría de los mitos universales.
Hace mucho tiempo un huichol quiso arar un pedazo de tierra en el cual esperaba empezar a sembrar rápidamente, motivo por el cual comenzó a cortar los árboles que crecían en el lugar, sin embargo, estos aparecían crecidos a la mañana siguiente, suceso que no podía explicarse. Después de intentar por más de cuatro días sin buenos resultados, decidió quedarse observando que era lo que hacía a los arboles crecer nuevamente; mientras esperaba observó como una anciana con un bordón en la mano, tras apuntar a los cuatro puntos cardinales con una vara, hacia crecer los arboles nuevamente. La anciana que realizó tal acto era Nacahue, la diosa de la tierra, la única deidad capaz de hacer brotar la vegetación.
Después de restaurar la vegetación, Nacahue, se dirigió al huichol y le explicó que su trabajo era inútil, puesto que, en poco tiempo un diluvio cubriría toda la tierra. La diosa comentó al joven que este notaría la proximidad del desastre cuando un fuerte viento le hiciera toser, asimismo, aconsejó al joven como superar el acontecimiento, pidió que fabricara una caja de madera en la que se reguardaría junto a una perra prieta, además debía guardar en esta cinco granos de maíz de cada color, cinco semillas de frijoles de diferentes colores y cinco sarmientos de calabaza, que le ayudarían a avivar el fuego. Inmediatamente el hombre comenzó a construir la caja y recolectó las semillas; al terminar se encerró con la perra y la diosa se sentó en la tapa de la caja con una guacamaya en el hombro, al poco tiempo el agua comenzó a crecer y la caja flotó por largo tiempo.
Al sexto año el agua comenzó a descender y la caja desembarcó en una montaña cerca de Santa Catalina. En el momento en que huichol salió de la caja la tierra aún estaba cubierta de agua, pero las guacamayas las separaron de manera que este pudiera establecerse en la región. Después de que se separaron las aguas, la tierra se secó y creció la vegetación, en ese momento Nacahue regresó al cielo y el huichol, se estableció en la montaña junto a la perra. Cuando este terminaba de trabajar iba a su gruta en donde encontraba unas tortillas para comer; intrigado por esto decidió observar quien las preparaba; mientras acechaba vio como la perra se quitaba su piel, se convertía en una mujer y empezaba a preparar la comida para el huichol. Entonces tomó su piel y la arrojó al fuego ignorando los gritos de la mujer, seguido la refrescó con agua del nixtamal y desde entonces esta conservó su forma humana. Los dos vivieron juntos y poblaron nuevamente la tierra con sus numerosos hijos.
El mito del diluvio huichol ha sido representado en diferentes libros, comics, videos y películas, como el volumen N° 217 de las Leyendas de América, titulado El diluvio huichol (1973), y el cortometraje Memuti autsiemieme / El diluvio (2016), realizado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas.
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