Cronos

Cronos, mitología griega

Dentro de la mitología griega, Cronos, también conocido como Crono o Saturno, era el gobernante de los titanes, siendo el más joven de la primera generación engendrada por Gea y Urano. Según se cuenta, Cronos, al igual todos los titanes que eran sus hermanos, sentía un profundo odio hacia su padre, Urano, porque este no los dejaba salir del seno de su madre. Gea entonces creó una hoz hecha de sílex (pedernal) y convenció a sus hijos de que tenían que asesinar a Urano. No obstante, ninguno de los titanes quiso hacer dicha labor, salvo Crono. Este recibió así la hoz y castró a su padre mientras este buscaba a Gea. La sangre que derramó el padre de los titanes cayó sobre la tierra y de ella emergieron los Gigantes, las Melias y las Erinias. Cronos luego se deshizo de la hoz arrojándola al mar, que daría forma a la isla de Corfú, y se deshizo de los genitales también, de los que nacería Afrodita. Luego de ello, ascendió al trono del universo y encerró a los Cíclopes y a los Hecatónquiros en el Tártaro.

Luego de esto, se casó con su hermana Rea, y tuvo por hijos a Démeter, Hera, Hades, Hestia y Poseidón; pero se los comió a todos porque supo, de manos de su madre, que uno de sus propios hijos iba a derrocarlo de la misma forma como él había derrocado a Urano. No obstante, en su sexto parto, Rea dio a luz a Zeus, a quien escondió en la isla de Creta. En su lugar, le dio a Cronos una piedra envuelta en un pañal (ónfalo), que fue devorada pensando que era un bebé real

. Cuando Zeus creció lo suficiente, le dio a Cronos un veneno que lo hizo vomitar. Primero regurgitó la piedra, que fue entregada a Pitón; y después a cada uno de los hermanos de Zeus. Después de esto, Zeus liberó a los Cíclopes y a los Hecatónquiros del Tártaro, quienes forjaron las principales armas de los dioses olímpicos: el rayo de Zeus, el tridente de Poseidón y el casco de invisibilidad de Hades. Así, comenzó una guerra entre los titanes y los hermanos de Zeus y sus aliados, la cual es conocido como la Titanomaquia. Una vez fueron derrotados, la mayoría de los titanes, incluido Cronos, fueron encerrados en el Tártaro.