Mito de Ares

Ares, era la manifestación de la violencia y la fuerza bruta. Es el Dios de la guerra en la mitología griega y es la antítesis de su hermana Atenea. Su padre es Zeus. Las versiones sobre su nacimiento son variadas, aunque la más común es que fue concebido por Hera cuando tocó una flor que le ofreció una ninfa llamada Cloris. Una de las luchas más recordadas es la que tuvo con Heracles, un semidiós.

Cuando Ares entraba en el campo de batalla, jamás lo hacía solo. A su lado siempre peleaban 2 de sus hijos: Fobos y Deimos (sus hijos con la diosa Afrodita). Otra de sus acompañantes habituales era Enio, Diosa de la violencia.

Tuvo una relación adúltera con Afrodita, quien estaba casada con Hefesto. Este los descubrió en medio de la infidelidad y los atrapó con una red invisible.

Fue padre de un dragón acuático de cuyos dientes brotaron una raza de guerreros: Los Espartanos. Cadmo, asesinó al dragón, para calmar la ira del Dios, tomo a su hija Harmonia como esposa; fundando así la ciudad de Tebas. Se inmiscuyó en la guerra entre Aqueos y Troyanos, Ares prometió a Atenea pelear en favor de los Aqueos, aunque luego ayudó a los Troyanos por consejo de su amante Afrodita. En este contexto, Diomedes, héroe de los aqueos, ganó una disputa con Ares gracias a la ayuda de Atenea. Como consecuencia, volvió al Olimpo y los Troyanos anunciaron la retirada.

Hijos de Ares

Como era común en los dioses griegos, Ares tuvo muchísimas parejas e hijos, pero no tuvo una esposa. A parte de Fobos y Deimos tuvo a otros tales como: Eros, Harmonia, Diomedes de Tracia, Las amazonas, Antiope, Romulo y Remo.