Apis (mitología griega)

Apis fue un toro sagrado. Dios de la fertilidad de los rebaños de ovejas y manadas de vacas. Por ende, era símbolo de la fecundidad del suelo y del poder germinativo y procreador. Su madre fue Isis, quien lo fecundó en forma de una vaca. Habitó en Menfis y estuvo rodeado de un harén de vacas sagradas que simbolizaban las 7 Hathor.

Apis fue el dios de los muertos en la época tardía, era el responsable de trasladar al difunto a la tumba y ayudándole a controlar los cuatro vientos del Más Allá. Para que un toro fuera adorado como Apis, tenían que tener 29 marcas especiales, aunque las más importantes eran dos manchas, una en forma de buitre, en el lomo, y otra, en forma de escarabajo, en la lengua. Otras señas como las patas de color blanco, al igual que su vientre; la cola debía tener pelos dobles y estar partida en dos. En cualquier caso, el toro no podía vivir más de 25 años. Si alcanzaba esta edad era ahogado. Esta era la única manera como podía morir.

Su ajuar funerario constaba de pequeños ushebtis en forma de vaca. Había representaciones humanas de los Apis que eran una especie de minotauros.

Culto

Se le dedicaron dos fiestas; una relacionada con la agricultura, para que los campos dieran sus frutos, y otra fiesta era la visita que Apis hacía a su vecino el toro Mnevis. Su culto se difundió entre los griegos y romanos.