Nuestra Señora de la Salud

Nuestra Señora de la Salud, conocida también como la Virgen de la Salud es una de las advocaciones marianas de España, cuya imagen se encuentra en la basílica de San Jaime Apóstol de Algemesí, provincia de Valencia. Esta advocación de la Virgen es representada sentada en un banco de madera, sobre su pierna izquierda está sentado el Niño Jesús y en la mano derecha tiene un pequeño lirio; esta coronada y viste una sencilla túnica de color café.

Origen del Culto

Según cuenta la leyenda esta imagen de la Virgen fue descubierta en 1247, por un vecino de Algemesí mientras paseaba por la calle de la Berca, en el mismo sitio en el que se encuentra actualmente el pozo de la Virgen de la Salud. En ese entonces había una vieja y hueca morera, al pasar por el lado de esta el vecino creyó ver dentro del árbol la figura de una persona. Cuando se acercó y observó detenidamente la figura, vio la imagen de la Virgen sentada en un banco con el Niño en su regazo.

Tras su descubrimiento la Virgen recibió diversos nombres, algunos la llamaban Madre de Dios y otra la Virgen de los Dolores; pasaron varios siglos antes de que se escogiera el nombre de esta advocación. El cual según la tradición fue escogido por tres sacerdotes, estos se reunieron para seleccionar el nombre más apropiado entre: Nuestra Señora de la Consolación, Nuestra Señora de la Asunción y Nuestra Señora de la Salud. Al finalizar el debate los sacerdotes no habían llegado a un acuerdo, por lo que decidieron dejar esta tarea al azar, saliendo tres veces el nombre de Nuestra Señora de la Salud.

Desde entonces el culto a la Virgen fue extendiéndose y arraigándose en la zona de Algemesí. A comienzos del siglo XVIII fue establecida la fiesta de la Virgen de la Salud los días 7 y 8 de septiembre, fechas en las que continúa celebrándose. Tras el estallido de la Guerra Civil

, la Virgen fue destruida, tan solo unas pocas astillas de madera lograron salvarse. Al finalizar el conflicto fue creada la actual imagen por el escultor Felip Pananch Ballester, quien conservó la sencillez de la imagen original, aunque añadió algunos adornos que destacaran la belleza de la imagen.