Leyenda de los Varona, narración de Soria, España.

Cuenta la leyenda que en los tiempos del Cid Campeador vivieron los tres descendientes de Ruy Pérez, estos eran dos chicos y una doncella llamada María. Los tres vivían en una torre, donde se entrenaban en el manejo de armas y la planeación de estrategias de combate. A finales del siglo XI los hermanos se unieron a la lucha por el bando del rey de Castilla, Alfonso VII, quien estaba en guerra con el rey de Aragón Alfonso I el Batallador. Antes de que estos partieran, María, logró convencerles de llevarla con ellos, pues ella era diestra en la lucha y podía defenderse de cualquier ataque.

Tras convencer a sus hermanos, la valiente doncella se vistió como un caballero más, se enfundó la armadura y portó su propia espada. De esta manera partió junto a sus hermanos y una vez en el campo de batalla luchó aguerridamente contra el bando enemigo, que estaba en tierras de Barahona de las Brujas (Soria). Al anochecer y en la confusión de la contienda, María, se apartó de sus hermanos. Mientras caminaba por el campo de batalla se encontró con el mismo Alfonso el Batallador, al cual enfrentó y venció, haciéndole prisionero.

Durante la reñida contienda a María, se el partió la espada, aun así, continuó atacando al rey con un trozo que le quedó; tal fue su destreza que logró vencerlo y capturarlo con ese pequeño trozo. Después de capturarlo lo llevó ante el rey, quien impresionado por su hazaña dijo: “Habéis obrado, no como débil mujer, sino como fuerte varón y debéis llamaros Varona, vos y vuestros descendientes y en memoria de esta hazaña usaréis las armas de Aragón”