Leyenda de Cambaral, narración de Asturias, España.

La leyenda de Cambaral es una de las historias más conocidas en Asturias. Esta se centra la trágica historia de amor de Cambaral y una joven doncella, los cuales fueron asesinados tras huir de la fortaleza en la que estaba cautivo el forajido.

Leyenda

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo la región costera de Luarca, era constantemente atacada por el cruel pirata Cambaral y su flota de piratas berberiscos. Cansado de los continuos ataques, el señor de la fortaleza de Luarca, conocida como La Atalaya decidió acabar con la flota y el pirata, para esto embarcó a sus mejores hombres disfrazados de pescadores en pequeños botes de pesca. En estos los guerreros esperaron la llegada de los asaltantes, los cuales no tardaron en aparecer y atacar a los supuestos pecadores.

Tras dar su primer movimiento los piratas fueron sorprendidos por numerosos guerreros, a los que enfrentaron durante largo tiempo. Al finalizar los hombres de Luarca vencieron a los piratas y capturaron a su cruel líder, Cambaral. Este fue trasladado a la fortaleza, donde estuvo cautivo sin que sus heridas fueran tratadas. Encerrado en las oscuras mazmorras, el pirata perdió poco a poco su pasión por la vida. Cierto día, la hija del señor de la fortaleza, una joven hermosa y amable pidió permiso para tratar al herido, lo cual hizo poco tiempo después.

En las oscuras mazmorras la doncella y el forajido se enamoraron perdidamente

; en ese momento Cambaral, entendió que había estado solo toda su vida, pues era la primera vez que se sentía así por alguien. La doncella conociendo a su padre, comprendió el destino que le esperaba a su amado y a ella si su padre se enteraba, pero no le importo. Los dos declararon su amor en la oscuridad de la mazmorra, donde hicieron planes a futuro, dejando que su imaginación volara. Cuando las heridas de Cambaral sanaron, este planeó la fuga que los sacaría a ambos de la fortaleza y los llevaría donde pudieran ser libres de amarse para toda la vida.

El plan fue arriesgado, pero consiguieron huir. Al llegar al puerto los enamorados se encontraron con el señor de la fortaleza, quien había sido advertido sobre la fuga. Ante el padre de la doncella, los dos se abrazaron y besaron por última vez. El padre preso de la ira decapitó a los amantes, cuyos labios no se separaron.

El beso de los amantes perduró hasta el momento en que las cabezas cayeron al mar. En el mismo lugar donde estos perdieron la vida fue construido el Puente del Beso, estructura en memoria de los enamorados.