Leyenda de la Isla de las muñecas

La isla de las muñecas es el nombre con el que se conoce a una chinampa dentro de los canales de Xochimilco, al sureste de la Ciudad de México, cerca al Estadio Azteca. Dentro de esta isla pueden encontrarse cientos de muñecas esparcidas por todas partes, deterioradas por estar a la intemperie. Es por esta razón por la que la isla es frecuentada constantemente, pues transmite un aire tenebroso, el cual está sustentado por una peculiar historia. El lugar ha recibido la atención de varios medios de comunicación local e internacional, como ABC News, The Huffington Post y Travel Channel.

¿Cuál es la historia de la Isla de las muñecas?

Según se cuenta, el dueño original de la isla era Don Julián Santana Barrera, quien lueo de vender las hortalizas que cutivaba en sus chinampas, acostumbraba a tomar pulque en el Barrio de la Asunción. No obstante, fue expulsado de esta zona porque sus supersticiones lo llevar a predicar la Biblia. Así, don Julián fue pasando más tiempo encerrado dentro de la isla, hasta que un día encontró el cuerpo de una joven que se había ahogado entre los lirios del canal. Luego de esto, comenzaron a suceder cosas extrañas en la chinampa, por lo que su dueño fue esparciendo varias muñecas que encontraba en las basuras para ahuyentar al espíritu de la joven, al que acusaba de todos los males ocurridos. Los vecinos del sector sintieron curiosidad por la práctica de Santana, así que comenzaron a visitarlo y a llevarle más muñecas. Es así como en 1950, el lugar pasó a conocerse como la Isla de las muñecas.

¿Cómo se accede a la Isla de las muñecas?

En la actualidad, la Isla de las muñecas es uno de los principales intereses turísticos de los canales de Xochimilco. Sólo puede accederse a esta a través de las trajineras del Embarcadero de Cuemanco, que está a una hora y media de la isla. No obstante, varios barqueros pueden resistirse a ir por miedo a eventos sobrenaturales. Durante este recorrido, el turista podrá visitar el Área ecológica, el canal de Apatlaco, la Isla de la Llorona, la Laguna de Teshuila y el Museo del ajolote. Una vez dentro de la isla, pueden observarse cientos de muñecas que hay esparcidas por todas partes, tanto en el suelo como colgadas de los árboles. De igual forma, puede visitarse la casa del antiguo dueño, convertida ahora en museo. En este pueden encontrarse la muñeca más antigua de todas, la muñeca favorita de Julián Santana Barrera, conocida como Agustinita, y varios artículos periodísticos sobre él y su isla. Antes de abandonar la isla, puede optarse por seguir la tradición de pedirle favores a Agustinita a cambio de colocar pequeñas ofrendas alrededor suyo.