Leyenda de la hija del rey de la tierra de la Juventud.

Esta leyenda celta pertenece al Ciclo ossiánico de la mitología irlandesa, en el que se narran las aventuras de Oisin, hijo del mitológico héroe Finn McCumail y la dama convertida en cierva por un terrible druida, como se narra en la leyenda Finn y la cacería de la cierva. En La hija del rey de la tierra de la juventud, se relata el encuentro entre una hermosa princesa y el hijo del héroe irlandés.

Leyenda

Cuenta la leyenda que en una ocasión Finn, su hijo Oisin y varios compañeros del joven salieron a cazar, avanzada la mañana los jóvenes y el guerrero comenzaron a sentir el calor del verano, por lo cual decidieron tomar un breve descanso a las orillas del lago Lena. Mientras reposaban en la orilla observaron cómo se acercaba una hermosa joven que montaba en un corcel del color de la nieve bellamente ataviado; la joven en el corcel vestía como una reina, llevaba un manto de seda con estrellas de color dorado y una corona. El caballo de la joven llevaba un penacho de plumas de cisne y entre sus crines había adornos de oro, que resaltaban la belleza del animal. Al observar la hermosura de la joven y el bello caballo, cualquiera quedaría impresionado.

La hermosa joven se acercó al grupo de cazadores y comenzó a hablar dirigiéndose al mayor de todos, Finn, a este le mencionó que llevaba largo tiempo buscándolo y al fin lo había encontrado. Finn preguntó a la joven: ¿Quién sois?, bella doncella y ¿Qué deseas de mí?; a lo que esta respondió, mencionando que era Niam, hija del rey de la tierra de la juventud, pero que todas la conocían como “la del pelo dorado”, el motivo que la traía ante él era, su hijo Oisin, por quien sentía un profundo amor. En ese momento dirigió su mirada al joven guerrero, Oisin y comentó cuanto había suspirado por su belleza, seguido preguntó al joven si el iría con ella al reino de la tierra de la juventud.

Oisin encantado por la belleza de la joven, aceptó sin dudarlo por un momento, después pidió a la joven que le hablara sobre la tierra de la que provenía. Esta feliz por la respuesta del guerrero comenzó a hablar sobre su reino, mientras se dirigía al grupo todo alrededor de estos quedó inundado por la calma y la quietud, de repente los caballos dejaron de patalear, los perros no ladraban y en el bosque no se sentía o escuchaba algún ruido, ni siquiera el viento. Mientras esta hablaba, los guerreros le observaban impresionados por su belleza y elegancia. La joven comentó a los guerreros que en su tierra la vida era como un sueño, la belleza del territorio superaba cualquier escena vista por los humanos.

En su tierra los árboles y plantas daban frutos durante todo el año y los jardines mantenían florecidos; en las mismas el vino, el hidromiel y la miel nunca se acababan. Los habitantes de este reino vivían felices, ya que no sentían dolor alguno, asimismo, la tristeza, la enfermedad y la muerte no existía en su reino. En los territorios del rey se llevaba a cabo múltiples fiestas en las que la música siempre estaba presente, los salones eran bellamente arreglados y la caza era inagotable. El reino contaba con numerosas riquezas como joyas y oro.

Para cerrar su relato la joven doncella comentó a Oisin, cuáles serían sus posesiones en el reino, tendría bellos caballos de excelente linaje y crianza, asimismo, contaría con los más veloces perros de caza y tendría a su disposición numerosos guerreros que le seguirían a cualquier batalla; además las hermosas jóvenes del reino le arrullarían cada noche hasta que se durmiera plácidamente. Para finalizar comentó al joven, que sería el próximo rey de la tierra de la juventud, portaría una corona sobre su cabeza y seria su señor absoluto para siempre. Cuando esta terminó los amigos del joven vieron como este se montó en el corcel junto a la hermosa doncella, para luego desaparecer rápidamente.