Itztlacoliuhqui (mitología mexica)

Dentro de la mitología mexica, Itztlacoliuhqui, también conocida como Itzcoliuhqui, era el dios de la justicia, el sacrificio, las heladas, el frío, la escarcha, el pecado, la miseria, el invierno, el hielo, las herramientas y los desastres naturales. Su nombre, Itztlacoliuhqui en náhuatl, está conformado por los vocablos náhuatl de Itztil, que se puede traducir como “cuchillo de obsidiana” o simplemente como “obsidiana”; tla, que se puede traducir como “objeto”; y coliuhi, que se puede traducir como “torcido” o “torcerse”. Debido a la cercanía de los mexicas con otras culturas, se le relaciona y confunde con otros dioses como Quetzalcóatl y Texcatlipoca.

Según cuentan los sabios, este dios tuvo su inicio como Tlahuizcalpantecuhtli, la deidad de la madrugada, personificación del planeta Venus. Este último era un dios que siempre estaba feliz y sonriente. Hasta que un día, Tonatiuh, el dios solar, pidió obediencia a los otros dioses y les exigió sacrificios antes de que se movieran. Tlahuizcalpantecuhtli, furioso, se dirigió a lo alto de una montaña con un arco y disparó una flecha al sol, pero esta no alcanzó a llegar. Viendo la desobediencia e impertinencia del otro, Tonatiuh tomó su propio arco y le lanzó una flecha como respuesta, la cual le atravesó la cabeza a Tlahuizcalpantecuhtli. A partir de ahí, este se convirtió en Itztlacoliuhqui, el dios del frío y la obsidiana. De tal forma que sus dones coincidían con la personalidad amargada y fría que pasó a tener este dios.

Itztlacoliuhqui hacía parte de la santa trinidad de los mexicas, la cual estaba conformada por las deidades del nacimiento, la vida y la muerte. Así que Itztlacoliuhqui representaría esta última, mientras que Itzpapalotl representa la vida y Tezcatlipoca representa el nacimiento. Además, este dios se relaciona con Kisin, dios maya de las piedras. Algunas representaciones de este último se pueden encontrar en los códices mayas, en donde se ve cómo ataca a otras deidades lanzándoles rocas. Por su parte, como dios del castigo, Itztlacoliuhqui se representaba con una piedra en una mano y un garrote en la otra. Esto se debe a que, según los mexicas, los adúlteros iban a ser lapidados hasta su muerta mientras que los borrachos iban a ser garroteados hasta morir.